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im veterinaria
Carlos Enrique Fierro
(Las Palmas)
Considerado el primer centro veterina-
rio especializado en pequeños animales
de Canarias,
Clínica Can
desarrolla su
actividad apostando por la especializa-
ción y por la excelencia en el cuidado
del animal. Desde que se inaugurara
en 1958, ha sido testigo de los muchos
cambios que ha experimentado la pro-
fesión. Y así nos lo cuenta su director,
Carlos Enrique Fierro
.
“En estos años ha
cambiado la consideración hacia las mas-
cotas, que han pasado a convertirse en un
miembro más de la familia. Y en esta mis-
ma línea hemos ido evolucionando junto
con nuestros clientes hacia un servicio in-
tegral de calidad”.
El centro veterinario, que cuenta desde hace más de treinta
años con un servicio de urgencias de 24 horas, un servicio de
cirugía multidisciplinar, hospitalización, medicina interna la-
boratorio y servicio de diagnóstico por imagen, ha sabido per-
manecer fiel a su clientela gracias a una receta sencilla.
“Para
mantener la fidelidad de nuestros clientes hemos potenciado tres
aspectos clave: la confianza, la imagen y el prestigio de nuestra
profesión. Porque la sostenibilidad empresarial se basa en la sos-
tenibilidad de la clientela; mantenerla y renovar el porcentaje de
pérdida de pacientes es el reto que marcará el futuro de la em-
presa”.
Así, una de las mayores preocupaciones del sector hoy en día
responde a la mejora en la valoración social de los veterinarios.
“A pesar de que el compromiso con la salud de las mascotas ha
avanzado enormemente en los últimos años, aún es necesario
que ejerzamos ese papel educativo y divulgativo para hacer en-
tender que la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las
enfermedades de nuestras mascotas ni es sencillo ni es algo que
podamos hacer sin la colaboración y el compromiso del propie-
tario”.
En este sentido, es esencial ir de la mano de los avances en la
medicina humana.
“Debemos poner en valor nuestra profesión
teniendo como referencia la medicina humana, tanto por su
implicación con las instalaciones y medios a su disposición
para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, como por
su corporativismo, que le hace poseer un importante valor
social y una imagen pública sin fisuras”.
Otra de las preocupaciones es la sostenibilidad del mo-
delo y su eficiencia a largo plazo.
“La presión fiscal que
soporta el sector veterinario es altísima y muy desigual en
comparación con otras profesiones sanitarias. Equiparar
fiscalmente nuestra profesión a otras del ámbito sanitario con-
tribuiría a realizar mayores inversiones en las empresas, y a la re-
vitalización de la economía nacional teniendo en cuenta el gran
número de empresas y ciudadanos que están implicados directa
e indirectamente en la salud de los animales. Junto a ello, tam-
bién se potenciaría la contratación de calidad”.
Carlos se despide de nosotros, no sin antes señalar los retos
de esta profesión injustamente valorada por la sociedad, y
que, sin embargo, desempeña una labor fundamental en la
salud de los animales y de los ciudadanos.
“El futuro pasa por
aproximar los consultorios, clínicas y hospitales veterinarios a
los centros de sanidad humana adaptándolos a las necesidades
de nuestros pacientes y clientela; fortalecer la imagen social del
veterinario clínico y de la profesión veterinaria; mejorar las con-
diciones económicas y promover el corporativismo entre los pro-
fesionales, todo ello con gran optimismo y confianza”.
“La presión fiscal que soporta el sector
veterinario es altísima y muy desigual
en comparación con otras profesiones
sanitarias”
“El futuro pasa por aproximar los consul-
torios, clínicas y hospitales veterinarios a
los centros de sanidad humana”