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“Los perros de rescate sí que están reconocidos,
pero los entrenadores no” 
E
l mito de que el perro está buscando a alguien porque es
el mejor amigo del hombre y tiene el deseo de salvar a la
persona, eso no existe. Lo que existe es un trabajo, si pue-
de ser desde cachorro, de larga duración, programado y
bastante sólido. Esto es lo que realmente se desconoce
”. Así de claro
semuestra
Ramón Pampin
,
presidente de laAsociaciónCanina de
Trabajo Humanitario
(ACATH), cuando le preguntamos sobre el
reconocimiento que reciben estos animales y sus entrenadores.
“Los perros de rescate sí que están reconocidos, pero los entrenado-
res no”
, aclara Pampin. Para el presidente de ACATH, asociación
que fundó él mismo con otros socios hace alrededor de unos diez
años, el principal problema es el desconocimiento que hay sobre
la formación de estos animales.
“En cuanto a reconocimiento so-
cial, yo creo que sí que lo hay. Cuando estás en una búsqueda notas
que están reconociendo el trabajo que estás haciendo. Pero quizás,
por desconocimiento, no hay un reconocimiento del trabajo que
acarrea”.
En el campo económico, Pampin semuestra algomás prudente y
lamenta que no se reciba el suficiente apoyo que se necesita:“
Las
administraciones apoyan un poco, pero no lo suficiente. Este sector
se mueve porque hay personas que lo quieren mover con medios
propios”
.
Formación, lo primero
“Muchas veces no se tiene en cuenta esta actividad porque se obvia
que se necesita detrás un equipo para que el perro funcione
”, recalca
Pampin
.
Y es que el perro trabaja porque se le enseña, y para ello
se requiere un equipo de entrenadores que tiene que estar com-
penetrado y formado, porque sino el perro no cumplirá con los
parámetros de trabajo.
“No los cumplirá porque es un trabajo largo,
entrenar a un perro es entre un año y dos, y las personas que están
involucradas en la formación del perro necesitan durante todo este
tiempo gestionar la formación. No es una cosa que se haga en un fin
de semana”.
Es por ello que desde ACATH
“damos una importancia absoluta a
la formación”
, con una oferta formativa amplia y variada, que in-
cluye cursos, postgrados y seminarios, y que se puede consultar
en su web
Cuando la asociación empezó, echa-
ron en faltamás acceso a formación de este ámbito.“
Hemos dado
muchas vueltas para formarnos, hemos ido a ver amuchos equipos,
muchos animales trabajar, nos hemos dado tortas contra la pared
para poder llegar a formar a los animales”
, comenta el presidente
de la asociación.
“Al final, una persona que se quiera dedicar a esto,
necesita tener un camino”.
No hay que pasar por alto que cada fase
del entrenamiento tiene sus técnicas, al igual que cada perro. La
formación sirve para conocer las motivaciones de los animales
y las técnicas adecuadas para cada uno de ellos. Pampin recalca
que, al fin y al cabo,
“estamos hablando de vidas de personas que
están en peligro y que no debería ser una actividad para tomar a la
ligera”.
Un equipo
A día de hoy, ACATH cuenta con 22 guías caninos y 30 perros de
búsqueda y rescate. Muchos de ellos, explica el presidente, per-
tenecen también a otras asociaciones, ya sean gubernamenta-
les u otras entidades. Entre la treintena de perros que hay en la
asociación, encontramos una gran variedad de razas e incluso
perros cruzados. Hay una serie de razas –pastor alemán, pastor
belga, pastor holandés, labrador– tradicionalmentemás usadas y
encasilladas en los trabajos de rescate y de la seguridad en gene-
ral. Aun así, Pampin señala que
“más que la raza a la que pertenece
el perro, la verdad es que lo importante es el individuo. Partiendo de
aquí, cualquier perro que sea atlético, que tenga buena resistencia,
gran capacidad de adaptación y le guste el contacto con las perso-
nas, puede ser un perro de búsqueda y rescate”
.
Por otra parte, no hay que olvidar que
“las personas quehacenesto
es a nivel voluntario, así que los perros también son sus animales de
compañía”. “Esto hace que la elección de la raza también sea una
cosamuy personal”
. Independientemente de la raza, todos los pe-
rros operativos de ACATH cumplen el mismo Estándar deTrabajo.
¿Y cómo aprenden?
Hay dos grandes grupos de perros de rescate: los de búsqueda
selectiva (que huelen una pieza de ropa y siguen el rastro) y los
de venteo (no hay pieza de ropa y buscan indiscriminadamente
por una zona delimitada si encuentran a alguien).
“Independien-
temente del trabajo que haga el perro
–aclara Pampin–
la iniciación
es la misma y, más adelante, se especializan en uno u otro trabajo,
dependiendodel guíaode si el perro tiene unapreferenciamuymar-
cada en su forma de trabajar”
.
Los perros empiezan trabajando en los entornos donde traba-
jarán más tarde: “
Están especializados, si un perro tiene que ir a te-
rremotos, se entrena desde el primer día en derrumbes; si tiene que
trabajar en grandes áreas, se entrenará en grandes áreas; si lo hace
en avalanchas, entrenará en la nieve. Es muy importante empezar
desde cero en el entorno donde va a trabajar normalmente el perro”
.
Una vez situados, todos empiezan igual: un entrenador, que hace
de víctima, se esconde con algo que le gusta al perro y el animal
tiene que encontrarla. Al principio es muy evidente, pero“
el perro
vaabuscar esapersonaporque tiene algode valor para él (un jugue-
te, un tupper con comida, una salchicha)”
. La cosa se va poniendo
cada vez más difícil, pero “
el principio básico es igual para todos:
que el perro se lo pase bien cuando encuentra a la persona”
.
Cuando el perro ya busca y encuentra a la persona escondida,
debe aprender a realizar el marcaje. Tradicionalmente, los perros
señalan ladrando la posición de la víctima, aunque también se
trabajan otros comportamientos de señalización. Hoy en día, se
realiza el seguimiento del trabajo de estos animales mediante
GPS, lo que facilita el análisis del trabajo del perro y su localiza-
ción, en caso de que éste esté entrenado para permanecer quieto
junto a la víctima.
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