Debe reservarse un espacio a la nutrición en todas las clínicas veterinarias

La nutrición cada vez se reconoce más como parte de la función de los veterinarios para prevenir y curar enfermedades. Si bien, la nutrición clínica veterinaria es una especialidad bastante pequeña comparada con otras. El plan nutricional debe ser específico e incluir qué alimento se quiere recomendar, qué cantidades y qué pauta de alimentación seguir.

28/07/2020

La nutrición clínica veterinaria es una especialidad relati­vamente nueva y todavía bastante pequeña compara­da con otras. Así lo considera Cecilia Villaverde, BVSc, PhD, diplomada ACVN & ECVCN (EBVS European Specia­list in Veterinary and Clinical Nutrition) y consultora en nutrición de pequeños animales en Expert Pet Nutrition. Lamenta que, "desafortunadamente, la ...

La nutrición clínica veterinaria es una especialidad relati­vamente nueva y todavía bastante pequeña compara­da con otras. Así lo considera Cecilia Villaverde, BVSc, PhD, diplomada ACVN & ECVCN (EBVS European Specia­list in Veterinary and Clinical Nutrition) y consultora en nutrición de pequeños animales en Expert Pet Nutrition. Lamenta que, "desafortunadamente, la nutrición clínica en pequeños animales no es parte significativa del currículum de la carrera de Veterina­ria en España". Piensa que esto no muestra signos de cambiar. Además, señala que, "actualmente no hay diplomados de nutri­ción (American College of Veterinary Nutrition o European Colle­ge of Veterinary and Comparative Nutrition) como docentes en ninguna facultad de veterinaria del país".

A pesar de esto, sin embargo, "en los últimos años, ha incremen­tado el interés en más formación en nutrición clínica para veteri­narios graduados, generalistas y de otras especialidades, porque la nutrición cada vez se reconoce más como parte de nuestra fun­ción para prevenir y curar enfermedades". Conferencias como el SEVC ahora incluyen sesiones de nutrición de forma rutinaria. Villaverde subraya que los principales avances en la discipli­na se reflejan en el número creciente de estudios que avalan la importancia de la nutrición en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

¿Cómo se ha de integrar la nutrición en la clínica veterinaria? ¿De qué manera favorece el integrar la alimentación en el ma­nejo terapéutico de los animales enfermos? Responde que el Global Nutrition Committee de la WSAVA (World Small Animal Veterinary Association) ha desarrollado guías para la evalua­ción nutricional. En ellas, se describe de forma práctica y apli­cada cómo hacer una evaluación nutricional en cada paciente, en cada visita, utilizando información de la reseña, historia y examen físico, aprovechando al máximo todo lo que ya hace­mos en una visita rutinaria.

"Básicamente hay que obtener información del animal, alimento y ambiente que pueda afectar a sus necesidades nutricionales y energéticas", aclara. Esta información se usa para recomendar un plan de alimentación (alimento, cantidad, pauta de alimen­tación) adecuado para cada caso. Sostiene que el realizar esta evaluación (y aportar recomendaciones si es necesario) be­neficia al paciente para prevenir problemas relacionados con una alimentación inadecuada (como obesidad o deficiencias nutricionales).

"En el caso de pacientes enfermos con enfermedades sensibles a la dieta, mejoraremos la calidad de vida de nuestros pacientes si recomendamos un plan de alimentación que controle los signos clínicos, o enlentezca la progresión de la enfermedad", asegura.

Defiende que debe reservarse un espacio a la nutrición en to­das las clínicas veterinarias, ya que "todos los pacientes comen". Matiza que no tiene que ser un espacio físico necesariamente, pero es un aspecto que se debe discutir siempre. "Si el equi­po veterinario no da recomendaciones de nutrición, el cliente las obtendrá de otros sitios que pueden dar consejos inadecuados", advierte. En ese sentido, nadie conoce tanto al paciente como el equipo veterinario que lo trata durante toda su vida.

Recomendaciones básicas

Le preguntamos por sus recomendaciones básicas para la ali­mentación tanto de un perro como de un gato. Comenta que hay que proporcionar un alimento completo para la especie y la etapa fisiológica del paciente, en cantidades adecuadas para cubrir sus necesidades energéticas y mantener un peso estable (en el caso de animales adultos) y una condición cor­poral ideal.

El plan nutricional debe ser específico e incluir qué alimento se quiere recomendar, qué cantidades según los cálculos del pro­fesional veterinario o según recomendaciones del fabricante del alimento y qué pauta de alimentación seguir. Remarca que esto se debe entregar por escrito, que no es suficiente con de­cir "pienso". Villaverde siempre enseña a los cuidadores a mirar la condición corporal y recomienda pesar de forma frecuente, para ajustar las cantidades, ya que las fórmulas o recomenda­ciones del fabricante son sólo un punto de inicio y hay alta variabilidad individual en las necesidades energéticas. Apun­ta que "el seguimiento es esencial para ver si el plan funciona o necesita ajustes, ya que hay mucha variabilidad individual en la respuesta a diferentes dietas".

En su experiencia, cree que la profesión entiende que las ne­cesidades nutricionales cambian a lo largo de la vida, pero que no es suficiente con recomendar un cambio de alimento cuan­do el paciente llega a una cierta edad. "No todos los alimentos de cachorro o gatito/adulto/senior son iguales. Decir ´dele a su perro un alimento senior´ va a conllevar consecuencias distintas dependiendo del producto que el cuidador escoja o de la marca que haya en la clínica, sin contar que los pacientes envejecen de forma distinta a diferentes velocidades", asevera. De ahí la im­portancia de la evaluación nutricional rutinaria, de familia­rizarse con varios productos y de saber exactamente qué se pretende obtener de la dieta.

Villaverde conoce clínicas que aún no han implementado la evaluación nutricional y recomendaciones sobre plan de ali­mentación, muchas veces por falta de tiempo. "Otro punto dé­bil es la historia dietética, que suele ser incompleta y poco especí­fica, opina. Automatizar el proceso y maximizar la implicación de todo el equipo debería facilitar realizar la evaluación y dar recomendaciones incluso en visitas cortas. A su juicio, es im­portante que los veterinarios cobren por su tiempo, incluido el que dedican a las recomendaciones nutricionales.

Por otro lado, hay mayor formación en cuanto a la alimentación de perros y gatos hospitalizados. "El uso de alimentación asistida, particularmente sondas de alimentación, en pacientes anoréxi­cos está cada vez más extendido ya que se entiende que va a ser más difícil recuperar un paciente malnutrido", expone. Asimismo, ahora se dispone de más opciones comerciales para usar con las sondas de alimentación. "El soporte nutricional hospitalario en medicina humana está mucho más avanzado, nos queda mucho camino por recorrer aún", interpreta. "Estimamos que la mayoría de los pacientes hospitalizados está en balance energético nega­tivo", añade. Esto es problemático especialmente en pacientes que requieren más de dos o tres días de ingreso.

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