"La cardiología felina es todo un reto debido a las características de los gatos"

El avance de la ecocardiografía en los últimos años ha impulsado la capacidad diagnóstica de las cardiopatías felinas.

28/05/2020

El veterinario César Bezos, que fundó en 2014 el servicio veterinario de Cardiología y Ecografía DopplerVet, considera que en la última década se han producido avances importantes en el desarrollo de la medicina felina. "El auge de esta especie entre nuestros clientes, especialmente en las zonas urbanas, ha provocado un ...

El veterinario César Bezos, que fundó en 2014 el servicio veterinario de Cardiología y Ecografía DopplerVet, considera que en la última década se han producido avances importantes en el desarrollo de la medicina felina. "El auge de esta especie entre nuestros clientes, especialmente en las zonas urbanas, ha provocado un mayor interés de los veterinarios por conocer mejor a estos animales, y por invertir en medios humanos y técnicos para optimizar su manejo, así como el diagnóstico y el tratamiento de las principales enfermedades que les afectan", explica, indicando que eso se ha traducido en la aparición de múltiples clínicas y hospitales especializados en medicina felina.

También numerosos libros y publicaciones, además de charlas y congresos, centrados en las enfermedades de los gatos. "Este creciente interés por el paciente felino se ha trasladado también, como no podía ser de otra manera, a la cardiología, una especialidad que en los últimos años está despertando la atención de los veterinarios", considera Bezos, que no duda en asegurar que "la cardiología felina es todo un reto debido a las características de estos animales y al tipo de patologías cardíacas que padecen". En este sentido, explica que los medios de los que tradicionalmente disponían los veterinarios, como la electro- cardiografía o la radiología, "no ayudan mucho en el diagnóstico de la enfermedad cardiaca en estos pacientes". No obstante, gracias al avance de la ecocardiografía en los últimos años, así como la mayor accesibilidad de estos equipos por parte de los veterinarios, dice que se ha impulsa- do la capacidad diagnóstica de las cardiopatías felinas.

Demanda social

"En general, los veterinarios cada vez estamos más y mejor for­mados en cardiología felina", sostiene. De hecho, remarca que, en la actualidad, "muchas de las universidades españolas están apostando en sus temarios por otorgar a estos pacientes la im­portancia que merecen, debido a la demanda social existente". Una demanda que además espera una asistencia veterinaria adaptada al animal: "Los propietarios de gatos quieren veterina­rios que conozcan bien a sus animales y que los traten como a ga­tos, no como a perros pequeños. Cada vez están también mejor formados y son más exigentes con el servicio que se les presta".

Al mismo tiempo, añade, las asociaciones de veterinarios y las empresas que ofrecen formación especializada al sector veterinario clínico se han hecho eco de esta necesidad y pre­sentan anualmente multitud de cursos y charlas en las que la cardiología felina tiene un lugar importante. Tras diferenciar entre patologías cardíacas congénitas de las adquiridas, Be­zos explica que el diagnóstico de cardiopatía en un gato pasa, generalmente, por la auscultación previa de un soplo. "Aunque no todas las enfermedades que afectan al corazón de los gatos originan un soplo, este suele ser la señal de alarma para poner en marcha el protocolo diagnóstico", asegura.

Dolencias

Recuerda además que las patologías cardíacas congénitas más frecuentes en los gatos incluyen, principalmente, los defectos septales (auriculares y ventriculares), así como la displasia de las válvulas auriculoventriculares, entre otras, mientras que las cardiopatías adquiridas por excelencia en la especie felina son las cardiomiopatías, que afectan al miocardio y cuya presenta­ción fenotípica puede ser muy diversa. "Existen cuatro tipos de cardiomiopatías bien diferenciadas: la cardiomiopatía hipertrófi­ca, la restrictiva, la dilatada y la cardiomiopatía arritmogénica del ventrículo derecho, así como un grupo de cardiomiopatías no clasifi­cadas que presentan características poco definidas", explica Bezos, que indica que algunas arritmias primarias también pueden aparecer de forma relativamente frecuente en los gatos.

Por contra, las enfermedades del pericardio y los tumores son menos frecuentes que en la especie canina. También destaca que la enfermedad cardíaca en los gatos puede pasar desaper­cibida durante años, hasta estadios muy avanzados de la mis­ma. Por ello, hace hincapié en que "la auscultación detallada de estos pacientes y la detección precoz de un soplo es fundamental para diagnosticar la enfermedad antes de que se inicie la sintomatología".

Síntomas

Síntomas que en los gatos aparecen normalmente cuando la patología ya está muy avanzada, "momento en el que se inicia la insuficiencia cardíaca congestiva, que es la acumulación de flui­dos en el cuerpo, especialmente en los pulmones y/o en el espacio pleural, debido a una incapacidad del corazón para realizar sus funciones de forma adecuada". En estos casos, añade Bezos, "podremos observar en el animal distintos grados de disnea o ta­quipnea, así como otros síntomas más inespecíficos como letargo, debilidad y pérdida de apetito". Es menos frecuente la presencia de arritmias, como la fibrilación auricular, "pero cuando aparece puede influir también en esta sintomatología inespecífica".

Asimismo, otro síntoma de enfermedad cardíaca puede ser el síncope, que según remarca Bezos, "debe ser estudiado en todos los casos" y que "en algunos pacientes felinos puede asociarse a arritmias ventriculares graves, como la taquicardia ventricular, o a bradiarritmias graves, como el bloqueo auriculoventricular completo". Y, por último, el tromboembolismo arterial puede ser también en los gatos un síntoma de patología cardíaca: "Se trata de un síndrome agudo, provocado por un trombo que obstruye una o varias arterias periféricas, principalmente la trifur­cación aórtica, que irriga los miembros pélvicos. Produce mucho dolor y distintos grados de paraparesia en los gatos".

En cuanto a las cardiomiopatías, Bezos recuerda que la pobla­ción más afectada, generalmente, "son machos de edad media y, entre las razas predispuestas tradicionalmente se han incluido el Persa y el Maine Coon, aunque se trata de una enfermedad que puede apare­cer en cualquier gato, independien­temente de la raza". Las cardiomio­patías, que son las enfermedades más cardíacas más frecuentes en los gatos, son las que generan en cierto sentido más dudas acerca de cómo afrontar el tratamiento, "especialmente durante el período asintomático de la enfermedad, ya que no existe evidencia científica en la actualidad acerca de la eficacia de la terapia médica en estas fases".

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