En 1991, tres veterinarios de Zaragoza fundaron los Laboratorios Albéitar en la capital aragonesa con una clara intención: trabajar en el área de los animales de compañía y el diagnóstico de las patologías que les afectan. El tiempo hizo que el gusanillo de estar en contacto con los ani­males llevara a dos de los socios fundadores, Merche Serrano y Alfredo Sánchez, a dedicarse a diferentes espe­cialidades de la clínica de pequeños animales y que Mariano Morales se especializase en el diagnóstico e investigación.

Mariano Morales define el trabajo que realizan desde Laboratorios Albéitar como "artesanos del análisis clínico". En concreto, llevan a cabo diagnósticos de las diferentes disciplinas médicas a excepción de Anatomía Patológica. Sus clientes son veterinarios clínicos de animales pequeños, de abasto o exóticos, así como grupos consolidados de investigaciones científicas. "No trabajamos con propietarios de animales ni con criadores", puntualiza Morales.  

Su singularidad es ser un laboratorio independiente, inconformista e innovador. Para este experto, "la formación y la innovación son nuestras claves de calidad junto con el paradigma `one health´, tan de moda hoy y que ya aplicábamos en nuestros comienzos". Por eso siempre ha estado a la búsqueda de nuevos objetivos. "No aceptamos lo establecido como imposible por respuesta, sino que damos soluciones trascendentes y creamos un firme compromiso con el diagnóstico", añade Morales.

A la búsqueda de un diagnóstico certero

A lo largo de sus 26 años de actividad, Laboratorios Albéitar ha experimentado cambios importantes a nivel de innovación, sobre todo gracias a las nuevas tecnologías que se han aplicado no sólo en el campo del diagnóstico, sino también en la logística, las infraestructuras, la informática, etc. Aunque el cambio más notable, según Mariano Morales, "se ha dado en el ámbito de la calidad clínica y científica que tienen los veterinarios hoy en día en España". En su opinión, a pesar de que en la actualidad todo está automatizado, es esencial mantener un trato personalizado con los clientes para garantizar la calidad del trabajo. Al respecto mantiene que "detrás de la automatización, las cadenas de montaje y las cifras y letras hay un nombre de un animal y de un propietario, lo que implica un diagnóstico concreto en una situación patológica concreta".  Y agrega que "las máquinas fallan, y no puede haber errores en el diagnóstico, ya que estamos decidiendo sobre la vida y la muerte de un animal".

Concluir un diagnóstico preciso y certero no está exento de dificultad. En ocasiones el profesional clínico ha de enfrentarse a diversas trabas cuando recoge las muestras o tiene que manejar a los animales, que muchas veces manifiestan reacciones agresivas o de intento de evasión. Otras veces el problema viene de intentar ganarse y conservar la confianza del propietario del animal. Por eso, para este experto "la figura del equipo veterinario, del patólogo y de la vida bajo el microscopio es lo que marca la diferencia".

La especialización en especies animales concretas es otro de los aspectos que diferencia a los laboratorios. Sin embargo, Laboratorios Albéitar no se casa con ningún animal concreto, sino que realiza análisis a todas las especies sin distinción y sin límite. A lo largo de su actividad, Mariano Morales, ha hecho análisis a cocodrilos, serpientes, águila reales, pantera negras, urogallos del cantábrico, cigüeñas negras, leones, ratas, lobos y elefantes, además de a los tradicionales perros, gatos, caballos y ovejas, entre otros. Y cuando se presenta alguna especie con la que nunca ha trabajado, su protocolo es, tal como apunta Morales, "obtener información para saber distinguir lo que es normal de lo patológico, valorar si estamos capacitados para trabajar con esa especie y, por supuesto, interpretar los resultados obtenidos y asesorar al veterinario".

Gran avance en investigación de la microbiota

Entre las pruebas más solicitadas a este laboratorio destacan las de enfermedades infecciosas con alta prevalencia en nuestro país, tales como Leishmania infantum, Ehrlichia canis y Dirofilaria inmitis, entre otras, así como de aquellas que requieren control, como leucemia, inmunodeficiencia y toxoplasmosis felinas o moquillo y parvovirus caninos. Además, "cada vez realizamos más cultivos microbiológicos", agrega el director de Laboratorios Albéitar. Precisamente, uno de sus campos de investigación preferidos y donde más avances se están produciendo es en la microbiología en general, y en la microbiota en particular, es decir, en el estudio del conjunto de microorganismos que residen tanto en el cuerpo humano como en el animal. "De todos los microbiotas que existen, el más complejo es el asociado al aparato digestivo, particularmente en el ciego en humanos y animales monogástricos y en todo el rumen en los rumiantes", comenta Morales.

Bajo su criterio, si para determinar la composición de la microbiota tradicionalmente se han utilizado cultivos microbiológicos, hoy en día se sabe que la mayor parte de los microorganismos de este ecosistema se detectan tras la secuenciación de ADN como huella genética. "El conocimiento del microbioma humano y animal se ha ampliado con la utilización de técnicas moleculares de secuenciación masiva (NGS)", indica al respecto. Y añade que "en concreto las técnicas del gen ADNr 16S y las herramientas de análisis masivo de datos o técnicas meta-ómicas han permitido identificar y asignar taxonómicamente la mayoría de los microorganismos sin necesidad de cultivarlos".

En su opinión, este avance ha supuesto una verdadera revolución en el conocimiento de la microbiota y de su implicación en los estados de salud y enfermedad, sobre todo en las diarreas, enfermedad global del intestino, cáncer colorectal, depresión, procesos alérgicos e inmunomediados, enfermedades del sistema nervioso central, enfermedades metabólicas, etc. (...)

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