44 ANUARIO 2025 hecho, solo el 18 % de los municipios encuestados cuenta con personal específicamente formado en bienestar animal y, en la mayoría de los casos, las competencias recaen en la policía local, servicios de limpieza o personal administrativo sin formación específica. Problema estructural Frente a todo este contexto, la Fundación Affinity insiste en que el abandono de animales de compañía es un problema estructural en España y concluye que no se trata de casos aislados, sino de una realidad que afecta a miles de seres vivos cada año. Además, las protectoras están saturadas, con recursos limitados y personal voluntario que no siempre puede atender la demanda creciente. Aquí es donde las entidades de protección animal desempeñan un papel crucial en la atención directa a los animales, aunque se encuentran en su labor con muchas trabas. Según el Estudio sobre la gestión de la protección animal en España, el 68 % de Senior Cachorro Adulto 23,8 59,8 1 49,2 42,5 8,3 16,4 ANIMALES RECOGIDOS EN FUNCIÓN DE SU EDAD % Fuente: Estudio Él Nunca lo haría 2025. Fundación Affinity. Elaboración: IM Veterinaria Raza Mestizos 26,7 1 95 5 73,3 ANIMALES RECOGIDOS EN FUNCIÓN DE SI SON DE RAZA O MESTIZOS % Fuente: Estudio Él Nunca lo haría 2025. Fundación Affinity. Elaboración: IM Veterinaria estas entidades no recibe financiación pública estable; el 82% depende del voluntariado para cubrir sus necesidades operativas y el 47 % no cuenta con personal veterinario propio, lo que limita su capacidad de atención sanitaria. A pesar de estas limitaciones, el tercer sector es responsable de más del 60 % de las adopciones que se producen en España. Pero muchas de estas entidades denuncian falta de colaboración por parte de las administraciones, así como trabas burocráticas para acceder a subvenciones o firmar convenios de colaboración. El 60 % de los animales recogidos permanecen más de tres meses en los centros de acogida, lo que genera un impacto emocional y físico en ellos, sobre todo, porque la falta de adopciones rápidas y la escasa rotación en los refugios agravan el problema. En este sentido, cobra especial relevancia la necesidad de tener a los animales de compañía totalmente identificados. Además, la ausencia de una legislación homogénea y de campañas institucionales sostenidas dificulta la prevención, mientras que la persistencia de camadas no deseadas y los problemas de comportamiento no abordados siguen siendo los principales desafíos para luchar contra esta lacra. En consonancia con lo anterior, el primer estudio oficial sobre la gestión de la protección animal en España apunta a que la protección animal no puede depender únicamente de la buena voluntad de asociaciones y voluntarios, sino que requiere de compromiso político, inversión pública y participación ciudadana. Para ello, establece una serie de propuestas para mejorar la gestión de la protección animal en España y que pasan por impulsar un Plan Estatal contra el abandono animal; crear un registro nacional de animales de compañía, accesible para todas las administraciones; establecer protocolos unificados de actuación, desde la recogida hasta la adopción; fortalecer la red de centros de acogida públicos, especialmente en municipios pequeños; financiar el trabajo del tercer sector; fomentar la identificación obligatoria y la esterilización, como medidas preventivas; desarrollar campañas de concienciación ciudadana, que promuevan la tenencia responsable y la adopción; y, finalmente, incluir la protección animal en la formación de funcionarios públicos, especialmente en cuerpos policiales y personal municipal. Porque lo que se busca no es solamente mejorar la atención a los animales, sino también reducir el abandono, prevenir el maltrato y garantizar el bienestar animal como parte de los derechos sociales.
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