39 A su vez, el bienestar veterinario está determinado por la interacción de factores genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales, según el modelo biopsicosocial de Engel. La predisposición genética a la depresión, la ansiedad o el TDAH, así como enfermedades crónicas o diferencias físicas, pueden aumentar la vulnerabilidad. Rasgos psicológicos como el perfeccionismo o la alta sensibilidad incrementan el riesgo de burnout, mientras que el optimismo y la autoestima funcionan como factores protectores. Impacto económico y organizacional El burnout no solo afecta a los profesionales de manera individual, sino que también genera repercusiones económicas y organizacionales. Los estudios más recientes estiman que las pérdidas asociadas a bajas laborales y renuncias representan entre dos tercios y tres cuartas partes del salario anual del profesional afectado. Asimismo, la rotación constante de personal reduce la experiencia acumulada y debilita el liderazgo dentro de los equipos. Al tener mayor control sobre su tiempo y decisiones, los propietarios de clínicas presentan menor riesgo de agotamiento, aunque deben enfrentar una carga administrativa y financiera considerable. Por otro lado, las mujeres constituyen hoy la mayoría de la profesión veterinaria, pero enfrentan discriminación salarial, menor acceso a puestos directivos y dificultades para conciliar vida laboral y familiar. Los expertos recomiendan adaptar los espacios de trabajo a sus necesidades, incluyendo guarderías, salas de lactancia, horarios flexibles y oportunidades de desarrollo profesional. Estas medidas previenen la pérdida de talento y fomentan un entorno de trabajo más equitativo y sostenible. Estrategias de prevención y apoyo Diversas iniciativas destacan la importancia de integrar estrategias de bienestar desde la formación profesional hasta la práctica clínica. Escuelas veterinarias como las de las universidades de Murdoch, Florida, James Cook o Washington State incorporan cursos de autoconciencia, comunicación y psicología. A nivel profesional, programas de mentoría, recursos de apoyo psicológico y formación en primeros auxilios emocionales permiten a los veterinarios afrontar la presión laboral y los dilemas éticos de manera más efectiva. En el ámbito organizacional, la implementación de programas de Healthy Workplaces (Lugares de trabajo saludables) ha mostrado resultados positivos. Estas medidas incluyen evaluación de la carga laboral, horarios razonables, mentorías, desarrollo profesional, sistemas de comunicación abierta, reconocimiento del desempeño y promoción de una cultura inclusiva y segura. A su vez, se destacan actividades de bienestar dentro de las clínicas, como pausas activas, espacios de relajación, prácticas de meditación, yoga y la posibilidad de tener mascotas en el lugar de trabajo, que contribuyen a disminuir la tensión emocional. Lejos de buscar un equilibrio perfecto entre trabajo y vida personal, se propone una integración realista, que armonice obligaciones profesionales, hogar, comunidad y cuidado personal. Establecer límites claros, evitar llevar trabajo a casa, delegar responsabilidades y reconocer la necesidad de ayuda profesional son estrategias clave. La terapia, el apoyo comunitario y la mentoría son herramientas fundamentales para la prevención del burnout y la promoción de la salud mental. Promover el autocuidado La iniciativa HappyVetProject, creada por la compañía farmacéutica Livisto, es una plataforma especializada de autocuidado dirigida al colectivo veterinario clínico y al personal auxiliar. Su objetivo principal es proporcionar recursos, herramientas y contenido adaptado a la realidad de una profesión sometida a múltiples tensiones: largas jornadas, dilemas éticos, presión económica y emocional, y falta de conciliación, entre otros. El proyecto nació a comienzos de 2022 como respuesta a la necesidad de autogestión proactiva de la salud mental del colectivo clínico veterinario. Aunque la vocación anima a muchos a dedicarse al cuidado de los animales, la realidad diaria de la práctica clínica puede generar un desgaste físico, emocional y psicológico significativo. HappyVetProject ofrece cursos y e-learning gratuitos, centrados en comunicación, gestión del estrés, inteligencia emocional y otros ámbitos que tradicionalmente no se han incluido en la formación veterinaria. Adicionalmente, contiene secciones complementarias que abordan distintas dimensiones del bienestar profesional. La sección Mental/Vet Voices es un espacio de entrevistas y testimonios de profesionales veterinarios que comparten sus experiencias sobre el burnout, la fatiga por compasión, la reorientación de sus carreras, la conciliación o el abandono clínico. Por su parte, BodyVet/Vet Yogi ofrece programas de yoga terapéutico diseñados específicamente para veterinarios, que trabajan tanto la postura física, tan importante tras largas horas de cirugías o procedimientos, como la dimensión mental. EatWellVet se centra en la nutrición saludable, proporcionando recetas fáciles y consejos prácticos adaptados al ritmo acelerado de las clínicas, con el objetivo de mantener un estilo de vida equilibrado y con energía. Por último, Vet Managers se dirige a gerentes y propietarios de centros veterinarios, ofreciendo herramientas para la organización del trabajo, la retención de talento, la mejora del ambiente laboral, la prevención del burnout en el equipo y el diseño de clínicas más amigables para el bienestar del personal. EL 86 % DE LOS VETERINARIOS MANIFIESTAN NIVELES MODERADOS O ALTOS DE AGOTAMIENTO
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