44 A pie de calle COMUNIDAD Amante de la profesión, Alejandro Valls está al frente de Clínica Veterinaria Valls, en Logroño, que presta servicio en más de 40 centros veterinarios y hospitales de La Rioja, Navarra, Soria, País Vasco y Cantabria. “Mi trabajo diario consiste en ayudar a los diversos centros que me refieren sus casos a emitir diagnóstico y ejecutar tratamiento quirúrgico”, comienza a contarnos, y añade: “Resuelvo cada año múltiples fracturas, luxaciones, roturas de ligamentos, así como diversas cirugías”. Las principales mascotas que atiende son perros y gatos, pero también pequeños mamíferos, aves y reptiles. “La mayor novedad en la medicina de animales de compañía en la última década es la especialización”, comenta. Y es que hace unos años se ha oficializado la figura del especialista, lo que se materializa en un servicio más personalizado basado en la excelencia. ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO EL PAPEL DEL VETERINARIO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS? ¿CÓMO HA AFECTADO LA CRISIS A LA PROFESIÓN? ¿CUÁLES SON LOS RETOS DE FUTURO? EN A PIE DE CALLE NOS ACERCAMOS A LOS PROFESIONALES DEL SECTOR PARA RESPONDER ÉSTAS Y OTRAS PREGUNTAS. Alejandro Valls (C.V. Valls, La Rioja) Asimismo, “los avances técnicos que hace no tanto eran inviables por coste, como la tomografía axial computerizada o la resonancia magnética, permiten ofrecer soluciones médicas de alto nivel con la consiguiente mejora en los tratamientos”. La personalización de cada caso es otra de las virtudes de la atención clínica que sitúa a la medicina veterinaria a la par que la humana. “Cada animal debe ser valorado de manera individualizada en función de dónde viva, con quién conviva y cómo se relacione con otras mascotas”, asegura el gerente de Clínica Veterinaria Valls. Eso sí, todas tienen un punto en común: la prevención, “que contribuye a mejorar la calidad de vida y aumenta la esperanza de vida”. Acerca del Real Decreto 666/2023, “nos sentimos ninguneados. No hay que olvidar que la clínica de pequeños animales no se considera un servicio sanitario, y soporta un IVA del 21 %”, se lamenta Alejandro Valls, y prosigue: “Esta norma nos coarta nuestra capacidad para prescribir medicamentos, ya que no tiene en cuenta ni las especies ni las características individuales de los animales”. El sector está en pie de guerra, y con razón. “Este Decreto es evidente que se ha redactado sin consultar a los profesionales, no se ha contado con nosotros”. El apoyo de las entidades colegiales ha sido pleno. “Nuestro Colegio hace una gran labor en la defensa del colectivo y en todos los temas relacionados con la salud pública”. Para Alejandro Valls la colegiación veterinaria aporta seguridad y apoyo al tiempo que combate el intrusismo profesional. Antes de despedirse de nosotros, Alejandro Valls aconseja a los recién llegados “que no se desanimen, que es una profesión preciosa”. Él tiene una máxima que pone en práctica día a día: “Les diría que luchen por su vocación, pero sin renunciar a sus derechos laborales, que se formen, que ofrezcan el mejor de los servicios que puedan ofrecer”. Profesionalidad y formación de primera para unos sanitarios que reivindican su lugar.
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