IM VETERINARIA #62

53 condición asociada con el sistema neurológico o neuromuscular tanto de pequeños animales como animales exóticos. Así, el equipo liderado por Marta Pons-Sorolla realiza procedimientos especializados como examen neurológico, pruebas avanzadas de imagen, obtención y análisis de líquido cefalorraquídeo, procedimientos quirúrgicos (patología discal, patologías congénitas, procesos traumáticos, neoplasias, etc.), y pruebas de electrodiagnóstico (electromiografía, estudio de conducción nerviosa motora y sensitiva, estimulación nerviosa repetitiva, potenciales auditivos). En base a esa experiencia, la responsable del servicio del centro señala que entre las enfermedades más prevalentes se encuentra, en primer lugar, la patología degenerativa discal. Esto se debe, según explica, “a la gran cantidad de razas condrodistróficas que tenemos (como el teckel, los bulldogs, etc.)”. Asimismo, ven muy a menudo en el hospital valenciano casos de enfermedades inflamatorias, principalmente del encéfalo (MUO), y considera también que “cada vez se van diagnosticando más neoplasias intracraneales (meningiomas y gliomas)”. Como ha mencionado, hay algunas especies o razas en las que tienen mayor incidencia los problemas del sistema nervioso, con la enfermedad degenerativa discal a la cabeza. Esta se caracterizada por la ruptura de los discos protectores que separan cada vértebra y “es muy prevalente en razas condrodistróficas como el teckel, el bulldog, corgi, etc., asociado a mutaciones en el gen FGF4”, apunta la veterinaria. Sobre los tratamientos que más presencia tienen en las consultas de neurología a día de hoy, la experta señala los quirúrgicos, pues “acuden muchas hernias discales”, además de los “inmunosupresores, antiinflamatorios y fisioterapia”. Respecto a si las enfermedades neurológicas comunes en la medicina veterinaria tienen mucho en común con la rama de la salud que se dedica al estudio, diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sistema nervioso en humanos, la respuesta de la especialista es “depende”. Así, detalla, “las hernias discales suelen parecerse más a las que desarrollan las razas no condrodistróficas; las meningencefalitis en humana parecen ser menos frecuentes y tener una clasificación mucho más amplia que en veterinaria; mientras que los gliomas en nuestros pacientes suelen ser parecidos a los gliomas que desarrollan los niños”. De igual forma, considera que “los meningiomas en gatos parecen tener un comportamiento similar; pero la poliradiculoneuritos o Guillem Barré (término de humana) sí que parece llevar un curso similar, pero como ocurre con las meningitis, están mucho mejor clasificadas”. Por otro lado, “muchas malformaciones congénitas del cráneo y la columna (hidrocefalia, divertículos aracnoideos, malformación de Chiari tipo I) parecen seguir un comportamiento similar”, añade. La investigación: un reto pendiente En general, “la principal diferencia suele estar en que los recursos y la falta de investigación posmortem por medios, economía o temas personales de nuestros pacientes limita los diagnósticos”, pone en consideración la responsable del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Veterinario de la Universidad Católica de Valencia. Pero más allá de los recursos y los tratamientos, tal y como ocurre en medicina humana, hay otras claves en el abordaje de las patologías neurológicas en mínales, como los hábitos de alimentación y actividad física. “Cada vez se habla más del eje hipotálamo-hipofisario y el sistema gastroinestinal y su influencia sobre la neurotransmisión (crisis epilépticas, desordenes del movimiento, etc.)”, apunta la veterinaria en este sentido. Además, comenta que “CADA VEZ SE HABLA MÁS DEL EJE HIPOTÁLAMOHIPOFISARIO Y EL SISTEMA GASTROINESTINAL Y SU INFLUENCIA SOBRE LA NEUROTRANSMISIÓN (CRISIS EPILÉPTICAS, DESORDENES DEL MOVIMIENTO, ETC.)” “la fisioterapia, así como mantener una musculatura fuerte, cada vez van teniendo más peso en nuestros pacientes, aunque todavía hay pocos estudios estandarizados que lo corroboren”. En realidad, al ser preguntada por las asignaturas pendientes en la neurología veterinaria, la veterinaria del Hospital Veterinario de la UCV apunta directamente a la falta de investigación. En su opinión, “necesitamos hacer más necropsias de nuestros pacientes y tener patólogos cualificados en el sistema nervioso central, así como aumentar el entrenamiento quirúrgico, sobre todo mediante el uso de cirugías complejas como la colocación de implantes”. Al igual que considera importante también “que se intenten desarrollar cirugías de mínima invasión como ya se está empezando a publicar”. Poniendo en valor la salud mental Y otro reto a nivel general en la veterinaria que a la neuróloga le parece fundamental subrayar es la psicología. “Necesitamos tener un apoyo psicológico, como demuestran las altas tasas de suicidios en nuestro sector”, denuncia. Aunque recuerda que desde hace pocos años disponen de un convenio, sin embargo, cree que “en comparación con otras disciplinas sanitarias, sigue siendo un sector, en mi opinión, poco valorado y reconocido, lo que junto con salarios en general bajos durante los primeros años según el recorrido que escojamos o consigamos, y una alta carga psicológica, hace que las bajas por depresión y ansiedad sean muy elevadas”. Por suerte, finaliza, “algunos llegamos a posiciones en las que compensa y encontramos el apoyo necesario, pero se pierden demasiados veterinarios y personas muy válidas por el camino”.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=