IM VETERINARIA #53

28 Un problema de gran calibre que ha llevado a los organismos profesionales veterinarios de países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia a desarrollar programas para apoyar el bienestar profesional. Así, Vetlife en el Reino Unido, el Programa de Mentoría para Graduados en Australia (Australian Veterinary Association Healthy), así como los programas y recursos de bienestar proporcionados por la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA), en Estados Unidos, son algunas de las iniciativas puestas en marcha para apoyar la salud mental de los veterinarios y los equipos veterinarios. Porque tanto la profesión veterinaria como el equipo veterinario se han convertido en un foco importante para la investigación en salud mental, debido a la prevalencia de la morbilidad en esta área. De tal manera que las diversas investigaciones buscan tener una mejor comprensión de los retos a los que se enfrenta la profesión, así como al desarrollo de programas centrados en la prevención o el tratamiento de sus peores efectos. En 2018, la WSAVA realizó una encuesta mundial sobre salud mental con el objetivo de definir el alcance de los desafíos en este ámbito en la comunidad veterinaria mundial. Los resultados mostraron que, si bien existen algunas diferencias en los factores de riesgo en las diversas industrias veterinarias a nivel global, se trata de un problema que afecta no solo a los individuos sino a equipos veterinarios completos. Debido a factores de estrés que tienen que ver con la interacción con los clientes, la relación con otros colegas veterinarios, cuestiones de ámbito organizativo, gestión del tiempo y la carga de trabajo, o temas relacionados con el salario. En este sentido, las Directrices Globales de las Guías de Bienestar Profesional han sido desarrolladas por el Grupo de Bienestar Profesional (PWG) de WSAVA para describir los desafíos que enfrenta la profesión, ofrecer asesoramiento y apoyo, e identificar y evaluar los recursos más adecuados para prevenir o aliviar estos desafíos, proporcionando una visión general de los factores que pueden afectar a la salud mental veterinaria, cómo abordar esos problemas y, en definitiva, mejorar su bienestar. Factores externos Especial mención requiere, también, el denominado “medioambiente” o ecosistema veterinario. Según las Directrices Mundiales para el Bienestar Profesional de la WSAVA, el “medioambiente” hace referencia a todos los lugares de trabajo veterinarios, así como su entorno físico, es decir, la región geográfica donde vive y trabaja, el entorno social que proporcionan. Con ello, se pretende ofrecer una visión general de los factores sociales y laborales que pueden afectar al bienestar de los veterinarios, explorando aquellos factores estresantes más comunes en el lugar de trabajo. Diversas investigaciones han abogado por la necesidad de garantizar un entorno de trabajo en el que las personas sientan que encajan, que les ayuden a mejorar su experiencia como profesionales y que dispongan de oportunidades de crecimiento profesional. La encuesta de Vet Futures de 2015 a los miembros de la BVA reveló que, si bien para la mayoría de los veterinarios seniors (59%), su vida laboral había igualado o superado sus expectativas, un gran porcentaje de ellos (41%) mostró su decepción debido a las escasas oportunidades de progresión profesional. Un conjunto de factores estresantes en el lugar de trabajo que se asientan en algunos pilares, que vamos a ver a continuación. Es el caso de la carga de trabajo y horas extras de trabajo que redunda, negativamente, en la posibilidad de que los profesionales veterinarios tengan la posibilidad de llevar una “vida familiar y social normal”. El estudio Merck Animal Health Veterinary Wellbeing Study - 2020 mostró que un equilibrio entre el trabajo y la vida personal es un factor clave para la satisfacción laboral, aparte de que trabajar, constantemente, más de 46 horas a la semana se asocia con un alto agotamiento que, combinado con los problemas de productividad y la elevada rotación de personal, hacen que la situación resulte mucho más difícil. Otro factor clave tiene que ver con el hecho de que los veterinarios, con frecuencia, se encuentran con situaciones relacionadas con la eutanasia, los cuidados al final de la vida, las limitaciones financieras y la prestación inadecuada de cuidados, lo que puede crear dilemas prácticos y morales. Sobre todo, porque las diferencias en cuanto a las responsabilidades del cliente y del veterinario, o la decisión de qué es lo mejor para el animal pueden causar conflictos éticos, según un informe de 2018 que señalaba que el 77% de los veterinarios ha experimentado niveles de moderados a severos de estrés debido a dilemas éticos, mientras que el 70% ha tenido poca o ninguna capacitación sobre cómo resolver estos problemas. A su vez, un ambiente de trabajo con una cultura tóxica tiene un impacto negativo en el bienestar de los profesionales veterinarios, ya que las relaciones interpersonales son parte integral de cualquier lugar de trabajo y son cruciales para mejorar el trabajo en equipo. El informe de bienestar profesional de WSAVA también aborda cómo los factores sociales pueden afectar a cómo nos comportamos en determinadas situaciones y la repercusión que tienen en el entorno de los profesionales veterinarios. Porque hay que tener en cuenta que los veterinarios EXISTEN FACTORES SOCIALES Y LABORALES QUE PUEDEN AFECTAR AL BIENESTAR DE LOS VETERINARIOS EN SU LABOR DIARIA

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