IM VETERINARIA #38

73 im veterinaria práctica Animal (AIQA), en el año 2010, y el traspaso de dicha clínica en 2012 para viajar a EEUU y continuar su formación en el campo de la neurología veterinaria. “Es entonces cuando realicé un internado de especialidad en neurología (2012-2013) y residencia en neurología y neurocirugía (2013-2017) en la Universidad de Mississippi State (USA), donde completé los credenciales del ACVIM (Neurología/ Neurocirugía)”. Además de la docencia y colaboraciones en diversos programas de formación avanzada en neurología. Diagnósticos complicados Porque como señala María Pérez, desde pequeña siempre había mostrado mucha curiosidad e interés por esa parte de la neurología en la que un paciente, humano o no, volvía a caminar después de haber perdido la movilidad de sus extremidades. “Con la rehabilitación comencé a experimentar esto en mis pacientes neurológicos y cada vez me remitían más casos. De hecho, yo creo que la rehabilitación va de la mano de otras especialidades, como son la neurología, la traumatología o los cuidados paliativos”, afirma. La experiencia con sus pacientes le vino a demostrar que muchos de ellos volvían a caminar sin fisioterapia, solamente recibiendo el tratamiento instaurado por el neurólogo, ya fuera un tratamiento quirúrgico o médico, por lo que la combinación de ambas especialidades puede garantizar el éxito de la terapia. De ahí la importancia de hacer un buen seguimiento para poder detectar, desde el principio, qué pacientes no progresan como deberían y tratar de desarrollar un manejo adecuado. “La clave para ofrecer al paciente neurológico con dificultades motosensoriales la mejor opción terapéutica es el seguimiento desde el principio, para proporcionarles el mejor tratamiento con ejercicios de rehabilitación, con accesorios específicos o educando al propietario en el cuidado de su mascota”, destaca. Un papel, el de los dueños de los animales, que también es fundamental en dicha recuperación, ya que, según nos indica la especialista, las atenciones y el manejo en casa del paciente de rehabilitación van a ser parte del plan de rehabilitación creado para éste. Si bien, cada plan está adaptado, meticulosamente, tanto para la mascota como para su propietario. “Las consideraciones serán diferentes para cada caso, ya que, por ejemplo, el plan de rehabilitación será diferente para un paciente de 60 kilos que vive en un tercer piso sin ascensor con un propietario que tiene limitaciones físicas, que para otro de 4 kilos, que vive en un bajo y con propietarios con total disponibilidad. Respecto a los ejercicios en sí, suelen ser sencillos y se van modificando a lo largo de la evolución del paciente”, afirma. En este tiempo tuvo que enfrentarse a casos que no iban bien, a situaciones en las que no se conseguía terminar de recuperar al animal, a pacientes que presentaban dolor crónico, otros operados, etc., de ahí que, para poder ofrecer un mejor servicio a sus pacientes, la actual veterinaria del Servicio de Neurología/Neurocirugía y Rehabilitación de Fénix HV, decidiera continuar su formación en neurología, “con el objetivo de entender los casos que no mejoraban como debían, de poder ayudar completamente a que mis pacientes volvieran a caminar, que no tuvieran dolor y, en caso de quedar secuelas, poder ofrecer las mejores opciones disponibles”. Casos todos ellos difíciles, si bien el más complicado al que tuvo que hacer frente en su experiencia laboral se produjo durante su residencia de neurología/neurología en Estados Unidos. “Se trataba de Dirty, un pitbull que quedó tetraparético no ambulatorio tras una hernia discal cervical. Dirty fue operado, pero aun así tardó algo más de dos meses en volver a caminar y, en este

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=