IM VETERINARIA #38

34 im veterinaria ¿Cómo ha evolucionado el papel del veterinario en los últimos años? ¿Cómo ha afectado la crisis a la profesión? ¿Cuáles son los retos de futuro? En A pie de calle nos acercamos a los profesionales del sector para responder éstas y otras preguntas. COMUNIDAD Hace 22 años María Llaneza emprendió la aventura de abrir su propia clínica veterinaria de pequeños animales en Mieres. Venía de trabajar como veterinaria rural en los pueblos de la montaña central asturiana, nunca dejó de tener relación con lo rural. “Con la llegada de mi segunda hija mi trabajo pasó a desarrollarse casi totalmente en la clínica, ampliando la equipación de las instalaciones y centrándome más en el ámbito de los animales de compañía”. Hoy regenta Clínica Veterinaria María Llaneza junto con dos compañeras auxiliares, de clínica preventiva y de diagnóstico, realizando vacunaciones, planes de salud, consultas, cirugía y valiéndose de la última tecnología, como equipos de analítica, radiología, ecografía, oftalmología, hospitalización y cirugía. “Además, cuento con especialistas externos que me ayudan a realizar un mejor servicio derivando los casos más complicados”. Una de las especialidades que le apasionan es la dermatología. “Parte de mi trabajo diario lo dedico a esta área, pues requiere de un enfoque general del problema con la aplicación de diferentes métodos de diagnóstico, lo que la hace más interesante”. El Covid-19 fue realmente un shock. Más aún para este municipio al sur de Oviedo, primero por el miedo al contagio y luego por el desconocimiento de la principal fuente de transmisión. “En nuestra clínica nunca cerramos y prestamos servicio a nuestros clientes extremando las medidas de limpieza, distancia de seguridad y equipos de seguridad personal”, asegura la propietaria de Clínica Veterinaria María Llaneza, y añade: “Creo que muchas de las medidas han llegado para quedarse y hacer del lugar de trabajo un sitio más seguro y tranquilo para todos”. Los veterinarios reclaman el reconocimiento real como personal sanitario. “Somos un pilar sanitario fundamental en la detección y control de enfermedades zoonóticas, que son la gran mayoría de las que nos amenazan”. Y es que los veterinarios son los primeros en detectar enfermedades en los animales de compañía. “Nuestro colectivo está preparado para el control temprano de estas posibles epidemias, por eso se nos debería haber aprovechado más. Los veterinarios somos, ante todo, epidemiólogos”. A pesar de esta contribución esencial a la salud de la población en general, se sigue aplicando al sector un gravamen fiscal alto. “Una de las necesidades más urgentes es el reconocimiento fiscal como sanitarios, eliminando el trato discriminatorio hacia los servicios veterinarios”. Igual que en medicina, la investigación veterinaria es fundamental para mejorar la calidad de la Sanidad. “Y el apoyo económico de los investigadores veterinarios es básico para avanzar, además repercute claramente en la sociedad”. También urge, y mucho, la dispensación exclusiva del medicamento veterinario, esto es, “su control y emisión de recetas veterinarias con un formato nacional que puedan ser gestionadas por los centros veterinarios de una forma sencilla, eficaz y segura”. El futuro de la profesión pasa “por la digitalización, el aprovechamiento de recursos y los conocimientos de una forma más universal”. También por la incorporación de la tecnología. “Estamos ante un gran cambio en la sociedad. Una forma de fidelizar a nuestros clientes es a través de las redes y las aplicaciones. Ese es precisamente uno de los mayores retos al que nos enfrentamos”. Apie de calle María Llaneza (Clínica Veterinaria María Llaneza, Asturias)

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