David Estany atesora una amplia experiencia como profesional veterinario en diferentes servicios. Desde que terminara su carrera en la Universidad de Zaragoza, a la que le siguió un internado en el Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza, hasta obtener el Master propio en clínica de pequeños animales. "También hice el Master en Etología por la misma universidad, un curso en cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona y actualmente estoy cursando el posgrado de medicina felina por el CEU de Valencia".

Todo un currículum bien nutrido complementado con estancias y prácticas en distintos centros veterinarios. Hasta que un día decidió fundar junto con Alberto Climent VetMonzon Centro Clínico Veterinario. "Mi pasión siempre es el bienestar de los animales de compañía desde cachorro hasta su edad senior. Dar todo lo que puedo tanto desde el punto de vista profesional como humano, potenciando un trato cercano y la medicina preventiva". Y es que prevenir es la única manera de anticiparse a la enfermedad. "Poco a poco descubrí que, a pesar de que todos los animales me apasionan, el mundo felino es mi verdadera vocación". Un mundo –el felino– en el que es especialista, y del que David Estany echa en falta más preparación y equipos profesionalizados. "Muchas clínicas no están bien diseñadas para el cuidado de mascotas felinas, tampoco nuestros equipos humanos están formados", lamenta, y añade: "Esto me hizo pensar más en este tipo de mascotas, pues muchas veces están incomprendidas y estigmatizadas".

Su centro de Huesca abarca desde la Atención Primaria hasta la especializada en campos como cardiología, dermatología y etología, por ejemplo. "Nuestra pretensión ha sido desde el principio aplicar medicina preventiva como vacunar, desparasitar, pero también poder tratar u operar todas las patologías frecuentes". Y es que el manejo es fundamental para minimizar el estrés. "Tanto el equipo de la clínica, como los clientes ponen en valor cómo sus gatos son más manejables, y es más fácil y llevadero poder hacer un diagnóstico y un seguimiento en la clínica". En cuanto a la situación del mercado actual: "Yo no creo que los clientes sean volátiles, considero que hay más centros veterinarios y, por tanto, más opciones para elegir". El secreto está en "ser además de profesionales, buenos comunicadores y sinceros". Eso es, la comunicación es fundamental, pero también hay condicionamientos externos. "Nuestro sector está en un momento revulsivo, estamos cambiando, ahora colaboramos entre los veterinarios. Es urgente que termine el uso indiscriminado de tratamientos obsoletos, y se está apostando cada vez más por el diagnóstico y la especialización".

Pero también hay otras urgencias imperiosas. "Es necesario que la sociedad nos valore, y nosotros debemos hacer más autocrítica". Atrás quedan prácticas censurables como "que algún compañero opere en mesas de casa". Más dignidad y respeto es lo que reclama David Estany para el colectivo.

Todo ello integrado en el concepto de One Health. "El Gobierno debería incluirnos dentro del sistema sanitario, somos centros donde recibimos animales con enfermedades que en ocasiones pueden ser transmitidas a personas. Además, detectamos casos de animales maltratados y no tenemos ningún organismo que nos pueda ayudar ni hay normativa (eficaz, clara y contundente) para estos casos".

La unión hace la fuerza, y eso lo sabe bien David Estany. "El futuro pasa por unirnos, tanto en sindicatos por parte de los asalariados, como en patronales como la CEVE, por parte de los empresarios". Es necesario que "lleguemos a acuerdos de derechos y deberes de todas las partes". Esto se ha visto claro con la crisis Covid-19. "Gracias a CEVE hemos tenido información veraz casi inmediata de las pautas a seguir. Eso es lo que hay que buscar".