"La radioterapia veterinaria plantea tratamientos que eran impensables para los animales"

Ciovet, el primer centro de España con un acelerador lineal de uso veterinario, aspira a consolidar el uso de la radioterapia tras cumplir tres años empleándola en perros y gatos con tumores cerabrales, nasales o sarcomas como dolencias más frecuentes

26/07/2018

Es el primer centro de radioterapia veterinaria que abrió sus puertas en España y en junio ha cumplido tres años. El Centro Integral de Oncología Veterinaria (Ciovet), ubicado en la pequeña localidad cordobesa de Cabra, se convertía en 2015 en el primero en disponer de un acelerador lineal para uso ...

Es el primer centro de radioterapia veterinaria que abrió sus puertas en España y en junio ha cumplido tres años. El Centro Integral de Oncología Veterinaria (Ciovet), ubicado en la pequeña localidad cordobesa de Cabra, se convertía en 2015 en el primero en disponer de un acelerador lineal para uso veterinario que también abre la puerta a nuevas terapias para las mascotas diagnosticadas con tumores. El veterinario Víctor Domingo, uno de los tres oncólogos de Ciovet, recuerda que el cáncer es la principal causa de muerte entre perros y gatos en países desarrollados.

La radioterapia veterinaria, añade en ese sentido, supone que se empiecen "a plantear tratamientos y otras terapias alternativas que eran impensables para los animales". El equipamiento del centro veterinario de Cabra es muy similar, prácticamente idéntico, al de la medicina humana. De hecho, con anterioridad había sido un centro para uso humano que, al abrirse uno nuevo en Córdoba capital, se reconvirtió en clínica veterinaria.

Salto cualitativo

"De repente, hemos pegado un salto cualitativo muy importante. Existen determinados tipos de tratamientos o de expectativas en los que estábamos muy limitados y, a partir de ahora, se nos abre la posibilidad de mejorar la calidad de vida de algunos animales durante mucho tiempo", dice Domingo, que pone como ejemplo uno de los primeros casos que se atendían hace ya tres años, de un perro llamado George, cuyos propietarios eran ingleses, y que padecía de un tumor inoperable en el recto que le provocaba dolor y que le impedía defecar adecuadamente.

"Se le aplicó el tratamiento y George falleció como consecuencia de una metástasis de otro tumor casi tres años después, pero el tumor en el ano no volvió a aparecer nunca más y es un caso muy representativo de lo que estamos persiguiendo en Ciovet", considera. A los propietarios siempre les recomienda que utilicen el sentido común y, además de las revisiones periódicas de sus mascotas, acudan al veterinario si detectan cualquier bulto.

"Empiezan pareciendo algo sin importancia y, además, hay otros signos que nos pueden dar pistas de que algo está pasando, como una pérdida de peso injustificada o que beban o hagan pis más de lo normal sin causa aparente", indica. El 99% de los casos que llegan a Ciovet son derivados de clínicas o profesionales veterinarios.

Domingo explica que, en ocasiones, se da la circunstancia de que algunos pacientes presentan tumores demasiado avanzados, de ahí la importancia del diagnóstico precoz en cuanto se detecta un bulto o cualquier otro síntoma: "Es uno de los problemas que tenemos. Propietarios que llegan demasiado tarde después de haber dado vueltas por diferentes centros veterinarios. Tenemos animales que llegan más o menos en buenas condiciones pero sí que hay una tendencia de casos en los que no".

Lo antes posible

Desde Ciovet, por ello, se intenta dar la máxima información y difusión en este sentido entre los profesionales veterinarios. "Es cierto que todo lo que es novedoso cuesta meterlo a veces en la rutina de trabajo de cada uno y estamos en esa lucha de intentar conseguir que los casos nos lleguen lo antes posible porque a veces llegan más tarde de la cuenta y las expectativas no son tan buenas", indica Domingo, que explica que el centro de radioterapia veterinaria, debido al tamaño de las instalaciones, atiende de momento a pequeños animales.

Sus pacientes principales son, aproximadamente, en un 70% de los casos perros y, en un 30%, gatos. "En un momento dado se podría atender a otro tipo de animal de compañía exótico, pero aún no se ha dado el caso", dice Domingo, que enumera los tres tipos de tumores que más se atienden en el centro: los localizados en el sistema nervioso central, los tumores nasales y los sarcomas.

"La mayoría suelen ser tumores que están dentro de la cabeza y, en el caso de los perros, son bastante frecuentes también los tumores de la cavidad nasal. El sarcoma, al igual que ocurre en medicina humana, también es candidato a que la radioterapia forme parte del tratamiento, a veces como tratamiento único o de ayuda a la cirugía para evitar que continúe la posibilidad de que vuelvan a recaer", indica.

En todo caso, existen otro tipo de tumores que también son frecuentes en mascotas y que han sido tratados en el centro como pueden ser los orales, en los que la radioterapia ofrece una alternativa para que no haya que extirpar parte de la mandíbula, o los cutáneos, "que no se pueden extirpar directamente o que han continuado después de la extirpación quirúrgica".

Un caso frecuente en el centro de Cabra es, por ejemplo, el de un perro que presenta un tumor en la cabeza, que tiene convulsiones, que no puede andar o pierde la capacidad de movimiento, o que tiene mucho dolor por la presión craneal. "Después de la radioterapia, conseguimos que durante muchísimo tiempo, meses e incluso años, desaparezcan los síntomas y vuelva a ser un perro normal o prácticamente normal".

Otro caso bastante común es el de perros con tumores nasales, "que tienen una dificultad respiratoria importante, que sangran por la nariz o a los que el tumor, literalmente, les está empezando a romper el cráneo". Domingo explica que, en estos casos, "conseguimos que el tumor, si no desaparece completamente, disminuya muchísimo de tamaño de manera que desaparezcan los síntomas clínicos y el perro siga haciendo una vida normal durante muchísimo tiempo".

Mejorar la calidad de vida

En este sentido, Domingo quiere insistir en que el principal sentido del trabajo que se lleva a cabo en Ciovet es "mejorar la calidad de vida de los animales todo el tiempo que sea posible". Y, por ello, insiste en que "las curaciones definitivas, como en la medicina humana, suceden en muy pocos casos. El objetivo no es curar al animal a toda costa porque sabemos que lamentablemente, en la mayor parte de los casos, no lo vamos a conseguir. El objetivo fundamental, y así lo remarcamos siempre, es poder conseguir que los propietarios disfruten de sus mascotas el máximo tiempo posible siempre, por supuesto, con la mejor calidad de vida posible, haciendo vida normal o prácticamente normal".

¿Cuáles son las diferencias entre la radioterapia humana y la veterinaria? El oncólogo de Ciovet indica que existen varios factores fundamentales que limitan a veces la aplicación de radioterapia veterinaria pese a que la técnica es exactamente igual a la de la medicina humana: la anestesia y la duración de los tratamientos. "Como en una radiografía, en los 15 minutos que dura el tratamiento no puedes moverte absolutamente nada. Tienes que estar inmóvil y esto en animales, lamentablemente, solo se consigue con anestesia general", indica, añadiendo que además las posiciones tienen que ser muy concretas.

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