IM VETERINARIA | PET SHOP

30 by 1. El espacio físico: del vender más al vender mejor Durante mucho tiempo, la viabilidad de un pet shop se valoraba primariamente en función de las ventas generadas por metro cuadrado. Si bien esta métrica sigue siendo relevante, el enfoque ha evolucionado. El punto de venta ya no es simplemente un lugar donde se realiza una compra, sino un ecosistema integral de experiencia. En la era del comercio electrónico y la fuerte competencia de las grandes plataformas, la tienda física recupera un valor estratégico precisamente por su capacidad para ofrecer lo que lo digital no puede replicar: el vínculo humano y la experiencia sensorial. La disposición del mobiliario, la estética, la iluminación e incluso el aroma influyen en el resultado comercial tanto como la variedad del surtido. El objetivo primordial ya no es únicamente incrementar el volumen de ventas, sino vender mejor, un proceso que conduce a la generación de confianza y, consecuentemente, a la fidelidad del cliente. Un espacio físico que está bien planificado se convierte en un activo estratégico fundamental, actuando como un punto de contacto donde se facilita la educación, se ofrece asesoramiento profesional y se construye un sentido de comunidad entre los tutores responsables. 2. El diseño que vende: la ciencia del ‘visual merchandising’ El visual merchandising ha trascendido su consideración como una mera técnica estética para consolidarse como una verdadera ciencia aplicada al comportamiento del consumidor. En el canal especializado en mascotas, su aplicación busca lograr una doble finalidad: combinar funcionalidad y emoción. El diseño debe conseguir que el cliente disfrute de su estancia, permanezca más tiempo en el establecimiento y, como resultado, descubra productos o servicios que inicialmente no tenía previsto adquirir. Estudios especializados en retail confirman la efectividad de estas estrategias: la permanencia media de un cliente puede aumentar hasta un 30 % en entornos que presentan una iluminación adecuada, recorridos que fluyen de manera natural y una señalética clara y precisa. Optimización y disposición estratégica La organización de los productos es vital para guiar la compra y reforzar la imagen de profesionalidad. En las tiendas especializadas, la organización por universos -como alimentación, bienestar, higiene u ocio- permite que el cliente se oriente de forma intuitiva y encuentre fácilmente lo que necesita. Ciertos puntos dentro del local son considerados estratégicos o puntos calientes -tales como las entradas, las cabeceras de góndola y las zonas destinadas a la espera-. Estos espacios deben ser reservados específicamente para la exhibición de novedades, productos que están bajo promoción o aquellos artículos que son recomendados activamente por el personal técnico del pet shop. • Iluminación y exhibición. La utilización de una iluminación de tono cálido, la preferencia por mobiliario que no sea excesivamente alto y una estrategia de exhibición vertical contribuyen significativamente a aumentar la percepción de amplitud del espacio, mejorando la visibilidad de todos los artículos disponibles. • Flexibilidad en espacios reducidos. Para aquellos locales con dimensiones limitadas, los módulos móviles o las estructuras escalonadas representan soluciones muy efectivas. Estos elementos permiten adaptar el diseño del espacio a las diferentes temporadas comerciales o a las promociones puntuales sin la necesidad de realizar obras costosas o inversiones adicionales en mobiliario fijo. El diseño sensorial como vehículo de confianza Más allá de lo puramente visual, el diseño sensorial desempeña un papel crucial en la experiencia de compra. Elementos como los aromas neutros, una música de fondo suave y la limpieza visual del entorno contribuyen de manera decisiva a transmitir sensaciones de bienestar, confianza y una sólida profesionalidad. Todo este conjunto de elementos debe converger en un mensaje unificado y potente para el cliente: Aquí cuidamos de tu mascota. En esencia, el diseño del punto de venta es una herramienta de comunicación esencial. No se limita a mostrar el producto físico, sino que también tiene la función de comunicar conocimiento, confianza y el propósito de la tienda como centro especializado en bienestar animal. 3. ‘Cross-selling’ y gestión inteligente del lineal La rentabilidad en el nuevo modelo de retail exige que cada metro cuadrado del local aporte valor al negocio. En el ámbito del pet shop, la venta cruzada (cross-selling) y la venta de mayor valor añadido (upselling) son estrategias comerciales de eficacia probada y esenciales para el crecimiento. La ubicación estratégica de productos complementarios es clave; por ejemplo, disponer champús y cepillos juntos, o colocar snacks dentales junto a las áreas de pienso, no solo optimiza la utilización del espacio disponible, sino que tiene un efecto directo en la multiplicación de la rentabilidad por transacción. La tecnología al servicio del surtido Una gestión inteligente de los lineales implica un análisis constante de la rotación de los productos. Es fundamental identificar y eliminar aquellas referencias que demuestran ser poco dinámicas, a la vez que se refuerza la visibilidad y el stock de aquellos artículos que, por su naturaleza, generan una alta recurrencia de compra. En este punto, la tecnología se convierte en una aliada imprescindible. La implementación de sistemas de gestión de stock (SGA) y de plataformas de gestión de relaciones con clientes (CRM) permite a los profesionales del pet shop identificar los patrones de compra específicos y ajustar el surtido disponible en función de la demanda real que presenta la clientela local. La meta final de esta gestión no es acumular la mayor cantidad de productos, sino asegurarse de tener la mejor selección posible: un surtido que sea totalmente coherente con la filosofía y los valores de la tienda, fortaleciendo así la credibilidad ante el público. Tal como ocurre en el

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=