IM VETERINARIA #66

52 piratoria justifican que la anestesiología veterinaria cuente con profesionales con formación específica en un entorno correctamente equipado”, responde. Por otro lado, Ríos destaca los avances más relevantes de los últimos años: la mejora en la prevención, evaluación y tratamiento del dolor, tanto agudo como crónico. “Tenemos muchas técnicas locorregionales que empiezan en estudios cadavéricos (para estudiar la anatomía y la posible difusión del anestésico), y luego se van aplicando tanto a casos concretos como a un mayor número de pacientes en estudios más grandes o multicéntricos”, analiza. Las técnicas locorregionales aportan una analgesia de calidad, permitiendo una reducción importante en la necesidad de fármacos opioides, que tienen efectos adversos que pueden disminuir el confort posoperatorio del paciente (como pueden ser las náuseas, los vómitos o el íleo intestinal). Según Ríos, el desarrollo de técnicas locorregionales guiadas por ecografía ha incrementado la precisión y seguridad de estos bloqueos, optimizando el control del dolor y disminuyendo el requerimiento de analgesia sistémica. “El último estudio de mortalidad anestésica en veterinaria considera la anestesia locorregional como un factor protector, teniendo un papel clave en la disminución de la mortalidad”. Avances en tecnología La tecnología actualmente utilizada en anestesiología veterinaria es comparable a la de centros médicos de salud humana, según el grado de especialización del centro. Así, acorde con Ríos, la mayoría de las clínicas ya disponen de monitores multiparamétricos avanzados con electrocardiograma, capnografía, pulsioximetría, presión arterial invasiva y no invasiva, temperatura y medición de gases anestésicos. “En la actualidad podemos adquirir máquinas de anestesia específicas de veterinaria. Esto es un gran avance, sobre todo en los sistemas de ventilación mecánica, ya que disponen de modos avanzados y están adaptados a distintos tamaños y especies. La ventilación mecánica durante anestesia ahora es mucho más segura porque se puede adaptar mucho mejor a nuestros pacientes de menor peso, como pueden ser los exóticos”, analiza. Además, estas máquinas de anestesia vienen equipadas con monitores multiparamétricos adaptadas a los amplios rangos fisiológicos de nuestros pacientes, con lo que la frecuencia cardíaca y las presiones arteriales son más fiables. En hospitales de referencia, los últimos años se han incluido equipos que permiten una evaluación hemodinámica avanzada. Se están investigando e incorporando a la práctica clínica métodos no invasivos más precisos para la evaluación del gasto cardíaco, perfusión tisular y valoración de la necesidad de fluidos en nuestro paciente. Por ello, “la ecografía no se está utilizando sólo para técnicas locorregionales, sino que el anestesiólogo la ha incorporado para hacer una evaluación rápida previa (torácica, cardíaca y abdominal) del paciente, y durante el mantenimiento anestésico como indicador subjetivo de la función sistólica cardíaca y volemia”. Para mantenimiento anestésico total intravenoso (TIVA), se están incorporando perfusores TCI (Target Controlled Infusion o Infusión Controlada por Objetivo) para que se puedan mantener unas concentraciones estables del anestésico en sangre. Otra alternativa reciente es el uso de una app (https:// simtiva.vet), “que nos ayuda a adaptar las velocidades de un perfusor normal para simular una infusión controlada por objetivo en el caso del propofol o el fentanilo”. Por último, se tiende a que el registro anestésico (válido como documento legal) sea digital, mediante tablets o el propio monitor multiparamétrico que registra las constantes y los eventos que el anestesiólogo vaya marcando. “El registro anestésico permite documentar la evolución durante la anestesia general y facilita auditorías clínicas”, señala Ríos. Junto con la figura del anestesiólogo, la incorporación de estas tecnologías ha aumentado los estándares de seguridad y calidad anestésica en medicina veterinaria. Investigaciones en tratamientos y diagnósticos En medicina humana existe muchas revisiones con mucha controversia sobre el impacto de la anestesia general en pacientes oncológicos. Mientras que en veterinaria, comenta, se están publicando estudios y revisiones que intentan evaluar cómo influyen los diferentes fármacos utilizados en anestesia en la evolución y recurrencia tumoral. “Creo que en los próximos años podremos tener más información que nos ayude a adaptar mejor nuestros protocolos en estos pacientes”. En el contexto del dolor crónico, especialmente asociado a artrosis y dolor neuropático, las técnicas locorregionales se están utilizando como parte de un enfoque multimodal: “Se realizan infiltraciones intraarticulares (igual que en personas), y se han desarrollado técnicas que bloquean nervios periféricos intentando no afectar la función motora de la extremidad”. La última tecnología que se está estudiando es el uso de radiofrecuencia, añadida a la técnica locorregional. Ríos asegura que todo ello, unido a fármacos sistémicos, fisioterapia, acupuntura y modificaciones ambientales, ayuda a que los pacientes, que cada vez viven más años, puedan tener una buena calidad de vida hasta el final. “EN LA ACTUALIDAD PODEMOS ADQUIRIR MÁQUINAS DE ANESTESIA ESPECÍFICAS DE VETERINARIA”

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