68 ANUARIO 2025 ASOCIACIONES FESVET ASEGURA QUE EL 2025 PASARÁ A LA HISTORIA DE LA VETERINARIA COMO EL AÑO DE LAS MOVILIZACIONES PROFESIONALES. NUNCA SE HABÍA MOSTRADO TAN UNIDA POR UN PROYECTO COMÚN, SI BIEN LA ENTRADA EN VIGOR DE LA NUEVA LEY VETERINARIA HA SIDO “UNA LOSA”. “El RD 666/2023 ha puesto en evidencia los plurales y complejos problemas que está viviendo la profesión” MANUEL MARTÍNEZ DOMÍNGUEZ, PRESIDENTE DE FESVET “El 2025 pasará a la historia de la Veterinaria como el año de las movilizaciones profesionales”. Así lo percibe Manuel Martínez Domínguez, presidente de la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (FESVET). Y es que, “nunca antes se habían desarrollado tantas acciones reivindicativas por parte de la profesión, ni se había mostrado tan unida en torno a un proyecto común: demostrar a las instituciones y al conjunto de la sociedad que nuestra profesión no permitirá más oprobios e indiferencias”, asevera. En este sentido, la ejecutiva de FESVET considera que “la función de la veterinaria moderna, en todos sus campos de actuación, es clave para afrontar los desafíos productivos y sanitarios a los que nos enfrentamos día a día, y en consecuencia los poderes públicos tienen que contar con nuestra opinión técnica para solucionarlos con solvencia”. Un año negativo En una valoración muy genérica, para FESVET, “el 2025 no ha sido bueno, pues los veterinarios clínicos han visto como la losa en el uso de medicamentos veterinarios que ya pesaba para los animales productores de alimentos desde el año 2019 (RD 191/2018 y RD 992/2022), les ha caído también a los de los animales de compañía y ocio, con la entrada en vigor del RD 666/2023”. A ello hay que añadir que el anuncio y multiplicación de nuevas facultades de veterinaria “contribuye a que el exceso de egresados provoque una precariedad laboral cada vez más lacerante, que propicia que los sueldos en el medio urbano sean indignos de una profesión sanitaria, y desincentiven totalmente el trabajo y la vocación del ejercicio profesional en el medio rural”, advierte Martínez Domínguez, quien considera que “el principal reto es solucionar la precariedad y evitar que no conviertan a los facultativos sanitarios veterinarios en técnicos agrícolas”. Es decir, “revertir el trasvase de competencias veterinarias desde el Ministerio de Sanidad
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