IM VETERINARIA #65 ANUARIO 2025

67 percibimos mayor empatía con los problemas del sector, pero falta intencionalidad efectiva”. Respecto a la ILP autorizada por el Congreso, subraya, “no nace de una coyuntura, sino de una estrategia a largo plazo, jurídicamente sólida y alineada con la legislación europea, capaz de sostenerse en el debate parlamentario o ante un eventual recurso”. La propuesta de CEVE articula tres medidas clave. La primera, la eliminación de la incompatibilidad del veterinario para dispensar medicamento veterinario. La segunda, la derogación del RD 666/2023 para consensuar un marco normativo realista sobre venta, distribución y uso del medicamento veterinario. Y la tercera, la reintroducción de la prescripción obligatoria de los antiparasitarios por su impacto en la salud pública y el medioambiente. Según Rotger, “estas medidas sitúan al veterinario en el centro del sistema como garante de la prescripción, del suministro responsable y del uso racional del medicamento, refuerzan su dignidad, autonomía y reconocimiento profesional, y alinean la práctica española con la de nuestros colegas europeos”. Y es que, “la supresión de la incompatibilidad resolvería situaciones prácticas, desde la dispensación en servicios ambulantes hasta el suministro de fármacos prescritos por veterinarios de otros Estados miembros, conforme al Reglamento (UE) 2019/6”, remarca el presidente de CEVE. Por otro lado, y en relación con el RD 666/2023, “tras un análisis exhaustivo, concluimos que no es susceptible de reforma y que su derogación es la única vía adecuada. Cualquier modificación parcial mantendría obstáculos al libre ejercicio profesional, a la aplicación del conocimiento científico y al principio de ‘lex artis’. La experiencia de estos meses evidencia un perjuicio grave para la clínica veterinaria, tanto en animales de producción como de compañía. La actividad clínica es única y debe protegerse sin distinciones de especie”. Con todo, el sector veterinario debe seguir avanzando en su desarrollo técnico y científico, garantizando a la vez su viabilidad económica y sostenibilidad, con condiciones laborales justas y acordes al nivel de responsabilidad asumido por los profesionales. No caben normas que limiten la autonomía profesional o agraven el problema creciente del agotamiento y el estrés laboral, con riesgo de burnout, que afecta a buena parte del colectivo. Dónde estamos y adónde vamos Como apunta Rotger, “en el ámbito normativo no hay duda: con el RD 666/2023 vigente, este es el principal problema, del que derivan otros igual de preocupantes, como el estrés laboral”. Sobre la situación actual de las clínicas y centros veterinarios desde la óptica empresarial, tal y como señala, “está en constante evolución”. Y añade: “En las clínicas que denominamos ‘independientes’ -es decir, las que no pertenecen a ningún grupo- es cada vez más patente la participación en entornos colaborativos, en los que se cede parcial o totalmente la gestión administrativa y económica para definir una estrategia común”. De cara a medio plazo, pronostica que “el sector evolucionará hacia esos entornos colaborativos, porque muchos centros han sostenido durante años infraestructuras sobredimensionadas con inversiones difícilmente amortizables”. No obstante, insiste en que existe una brecha entre el valor social de la profesión y la rentabilidad del ejercicio empresarial. Como recuerda, “hay que tener presente de dónde venimos y dónde estamos: en 2017-2018, antes del convenio colectivo, se daban situaciones que propiciaban la competencia desleal y una absurda guerra de precios. Primero llegó la subida del IVA y, después, el convenio, que evidenció la necesidad de ser rentables para poder subsistir”. Y subraya una paradoja: “Los veterinarios están muy valorados por los usuarios, pero muchos no terminan de creérselo”. En relación con la inflación, el aumento de costes y la presión fiscal, como explica, “impactan de forma muy negativa, no solo porque ese incremento no se traslada de manera simétrica a los precios de los servicios, sino también porque en algunas comunidades se ha vuelto misión imposible contratar nuevos profesionales por la carestía de la vida y, sobre todo, por el problema de la vivienda”. Concluye que “esta situación limita la movilidad de profesionales y dificulta cubrir vacantes”. Prioridades estratégicas de CEVE durante este año Rotger detalla que, en el plano interno, la prioridad ha sido transformar y consolidar la organización. Por ejemplo, apunta, “hemos impulsado el Campus CEVE para cubrir el vacío formativo en cumplimiento normativo y gestión”. En el plano externo, CEVE se ha visto obligada a liderar la labor de lobby para revertir los efectos adversos de la normativa del medicamento. Respecto a los retos empresariales del sector en los próximos años, sintetiza la hoja de ruta en una idea central: “Hacer nuestras empresas más competitivas, más productivas y, por tanto, más rentables”. Y sobre las medidas urgentes para garantizar la viabilidad de las clínicas veterinarias independientes, subraya dos palancas: la integración en entornos colaborativos y la especialización. “En ocasiones, especializarse implica convertirse en excelentes centros de referencia en medicina veterinaria general y derivar determinados casos a centros altamente especializados”, comenta. Por ello concede un papel decisivo a la gestión empresarial y al liderazgo dentro de la formación continua del veterinario, que considera “vital”. “Hace unos años -ejemplifica-, asistí a una ponencia en un congreso de gestión donde se demostraba que era mucho más rentable una hora de gestión que una hora de neurocirugía. Esto no ha cambiado”. En cuanto al impacto de la entrada de fondos de inversión y grandes corporaciones en el ecosistema veterinario español, su valoración es positiva.“Incluso antes de irrumpir en el mercado español ya servían de referencia en los congresos de gestión”, explica, y añade: “Hoy, su presencia ha impulsado la estandarización de la gestión y de los servicios mediante la protocolización de procesos en los centros integrados en corporaciones; esa filosofía se ha ido trasladando, gradualmente, a los centros sanitarios veterinarios independientes”. Para concluir, dirige un mensaje a los jóvenes veterinarios que aspiran a emprender o gestionar su propia clínica: “Antes de nada, realicen un estudio de viabilidad y, después, si es posible, elaboren un buen plan de empresa. En CEVE encontrarán un gran apoyo”.

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