38 ANUARIO 2025 Bienestar integral en veterinaria Según las directrices más recientes del Professional Wellness Group (PWG) de la World Small Animal Veterinary Association (WSAVA), el objetivo global debe centrarse en promover un enfoque preventivo y colaborativo que priorice el bienestar integral de los veterinarios. Este concepto no se limita a la salud física o mental, sino que abarca también las dimensiones emocional, social, espiritual, intelectual y vocacional, buscando un equilibrio sostenido entre la vida profesional y personal. Organizaciones como Vetlife en Reino Unido, AVMA en Estados Unidos y AVA Healthy en Australia han desarrollado programas de apoyo para atender estas necesidades. Según la WSAVA, los recursos son todavía insuficientes en muchas regiones con menos medios. Esto evidencia una desigualdad global en la disponibilidad de herramientas de prevención y cuidado psicológico, a pesar de que la profesión veterinaria enfrenta demandas similares en todo el mundo. Resiliencia del sector La WSAVA define el bienestar como un estado de salud física, mental, emocional y social vinculado con la felicidad, la prosperidad y el sentido de propósito en la vida. Sin embargo, enfatiza que el bienestar integral va más allá: implica un proceso activo y consciente de mantener y mejorar la salud en múltiples dimensiones, incluyendo la física, emocional, social, espiritual, intelectual, vocacional, financiera y ambiental. Según estas directrices, prácticas como la buena alimentación, el descanso adecuado, la actividad física, la meditación y el equilibrio entre vida laboral y personal son esenciales para prevenir el agotamiento. El modelo PERMA, desarrollado por Martin Seligman, se propone como una guía práctica para fortalecer la resiliencia: emoción positiva, compromiso, relaciones, significado y logro. Integrar estos elementos en la vida profesional ayuda a los veterinarios a afrontar las demandas emocionales y físicas de la profesión. Incremento del ‘burnout’ El estrés, entendido como la respuesta física y psicológica a las demandas del entorno, puede ser positivo (eustrés) o negativo (distrés). No obstante, cuando se mantiene de forma crónica, el estrés negativo puede derivar en ansiedad, depresión, agotamiento y trastornos físicos. Entre los factores estresantes más comunes en veterinaria, destacan la alta carga laboral, las largas jornadas –con frecuencia superiores a 46 horas semanales–, los conflictos con clientes, los dilemas éticos relacionados con eutanasias y limitaciones financieras, así como la presión económica y el aislamiento profesional. Por lo tanto, el burnout se ha convertido en un problema serio en clínicas veterinarias. Según estudios en Estados Unidos presentados por la WSAVA, el 86 % de los veterinarios manifiestan niveles moderados o altos de agotamiento, y dos tercios reportan depresión o ansiedad. Las mujeres y profesionales menores de 45 años son los más afectados. Vocación VS Vulnerabilidad El Dr. Ricky Walther, en su artículo para The White Coat Investor, describe cómo la pasión por los animales puede transformarse en una fuente de presión emocional y física. Según el especialista, la vocación por cuidar animales genera empatía, pero también vulnerabilidad, especialmente cuando la realidad de la práctica clínica choca con las expectativas idealizadas adquiridas durante la formación profesional. Durante la pandemia, estos desafíos se intensificaron, dificultando la relación con los clientes y aumentando la carga emocional y el riesgo de burnout. ESTRATEGIAS DE BIENESTAR VETERINARIO HAPPYVETPROJECT ES UNA PLATAFORMA ESPECIALIZADA DE AUTOCUIDADO DIRIGIDA AL COLECTIVO VETERINARIO CLÍNICO Y AL PERSONAL AUXILIAR
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