55 La pediatría veterinaria es una parte de la medicina veterinaria que se enfoca en el cuidado de cachorros y gatitos desde el destete (entre las seis y las ocho semanas de vida) hasta la pubertad, que se produce aproximadamente a los seis meses de edad, aunque puede variar en función de la raza. Es, por tanto, un área multidisciplinar que abarca las distintas especialidades veterinarias. Un cachorro puede presentarse en la clínica con enfermedades infecciosas o parasitarias, pero también con enfermedades congénitas endocrinas, cardíacas, digestivas, etc. “La mayor parte de la pediatría veterinaria que se realiza en la clínica general se basa en la medicina preventiva mediante un buen plan de vacunación, desparasitación, revisiones veterinarias, los análisis oportunos como pueden ser análisis coprológicos para la detección de parásitos y una correcta alimentación, entre otros”, destacan Rubén Castro González y Tatiana Calviño Iglesias, especialistas en medicina interna de AniCura Abros Hospital Veterinario, en Orense. En los nuevos calendarios vacunales, cada vez se recomienda poner más vacunas durante el primer año de vida y se realizan más revisiones a los cachorros y gatitos, con lo que “es posible detectar más enfermedades de forma precoz. Contando con especialistas en las diferentes ramas, estas enfermedades se pueden tratar y manejar con éxito”. Si bien, Castro y Calviño remarcan que en España no existe la especialidad de pediatría como tal, no existe una formación de postgrado, acreditación o diplomatura específica de esta área. “Se realiza a través de la medicina generalista y las patologías más atípicas o complejas se pueden derivar a un especialista de esa rama en concreto”, detallan. Prevención y pautas de vacunación La prevención en cachorros y gatitos incluyen vacunaciones, revisiones veterinarias (idealmente deberían coincidir con la vacunación), desparasitaciones, una correcta alimentación, una buena higiene y entorno, socialización con otros animales y humanos. Respecto a la vacunación, los veterinarios responden que el objetivo es proteger a los animales de las enfermedades infecciosas y de sus signos clínicos. La vacunación proporcionará inmunidad individual y colectiva, puesto que, al vacunar al mayor número de perros y gatos posible, se alcanza una inmunidad en torno al 70 -80 % de la población. La inmunidad colectiva da como resultado una menor circulación del pató- “AL VACUNAR AL MAYOR NÚMERO DE PERROS Y GATOS POSIBLE, SE ALCANZA UNA INMUNIDAD EN TORNO AL 70-80 % DE LA POBLACIÓN” geno en el ambiente y por consiguiente que se produzcan menos brotes. Es la mejor forma de erradicar la enfermedad. En el mercado existen varios tipos de vacunas. Las esenciales (core) son aquellas que todos los perros y gatos deben recibir independientemente de su área geográfica y estilo de vida. Aquellas esenciales en el perro son frente a parvovirus canino (CPV), moquillo (CDV) y adenovirus, causante de la hepatitis infecciosa (CAV). Y las esenciales para gatos son contra el parvovirus felino (FPV), herpesvirus-1 felino (FHV-1) y calicivirus felino (FCV). “Mientras que las vacunas no esenciales (no ‘core’) son aquellas necesarias dependiendo del tipo de vida o área geográfica de los animales”. Aquí señalan la vacuna de la rabia, que en España es obligatoria en todas las comunidades autónomas, salvo en Galicia. También la Leishmania se considera no esencial, pero es recomendable en áreas endémicas de flebotomos. “La de Leptospirosis no es esencial, pero sí recomendable en áreas geográficas endémicas o en aquellos perros que por su estilo de vida tienen un riesgo alto. También la vacunación frente al complejo respiratorio canino se considera no esencial. Existen vacunas individuales (Bordetella bronchiséptica) y vacunas bivalentes (Bordetella- Parainfluenza) (CPiV). Se aconseja la vacunación en perros de colectividades (refugios, protectoras), perros de trabajo (policía, trineos) y perros que se dejan en una residencia”, mencionan. RUBÉN CASTRO TATIANA CALVIÑO
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