IM VETERINARIA #62

38 Cristian Suárez (C.V. Tibicenas, Las Palmas) que permiten la realización de cirugías mínimamente invasivas, mejorando la recuperación del paciente”. Además, los protocolos anestésicos hoy en día son cada vez más personalizados y elaborados, “lo que nos permite plantearnos procedimientos quirúrgicos mucho más seguros en pacientes geriatras o con enfermedades crónicas como la ICC”. También han avanzado las técnicas de monitorización intraoperatoria que “facilitan la detección de complicaciones y minimizan la mortalidad intraoperatoria”. ¿Qué tratamientos son esenciales para asegurar la salud de la mascota? “Apostar por una alimentación de calidad, un protocolo de vacunación completo y adaptado, el uso periódico de antiparasitarios preventivos, tiempo suficiente y de calidad para el ejercicio y la estimulación, y medicina veterinaria preventiva mediante chequeos periódicos veterinarios”. Las consultas más frecuentes suelen referirse a problemas de carácter digestivo, con etiologías variables que van desde indiscreción alimentaria a alergias o intolerancias alimentarias. “Son relativamente frecuentes las pancreatitis secundarias o primarias”. Las consultas oncológicas adquieren también un papel importante especialmente en pacientes de cierta edad. Hoy más que nunca el papel del profesional veterinario es imprescindible para garantizar la salud pública. “Es necesario que se nos otorgue el valor que tenemos como sanitarios, ya que somos los únicos que recibimos formación específica sobre zoonosis, así como su manejo y control tanto para la población animal como para los seres humanos”. Y es que actos tan básicos y rutinarios como la aplicación de una vacuna o la prescripción de un tratamiento antiparasitario, son ejemplos claros del papel de los profesionales veterinarios como sanitarios. Esto choca con medidas como PRESVET: “Entiendo la necesidad de regular el uso de la antibioterapia a todos los niveles de la salud pública. Sin embargo, el reglamento no ha considerado en ningún caso la realidad de nuestro sector”, defiende Cristian Suárez, y añade: “Se basa en datos e información no actualizada y obvia la formación y los conocimientos de los veterinarios en materia de farmacología y farmacia veterinaria”. ¿Cómo hacer frente al intrusismo profesional? “Reivindicando nuestra naturaleza sanitaria, y que así lo reconozcan las instituciones”. Y es que en ámbitos como la nutrición o la etología el intrusismo profesional supone un auténtico desafío. “Hay que insistir en que somos los únicos profesionales del país formados específicamente en materia de prescripción de medicamentos veterinarios”. Para finalizar, nos deja un mensaje lleno de empatía y entusiasmo: “A los compañeros les invito a considerar todos estos cambios como una oportunidad de mejora y de prosperidad para nuestra profesión”. Y a los que acaban de incorporarse al sector: “La veterinaria es dura e intensa, pero si como colectivo sabemos aprovechar las circunstancias, no debería ser tan sacrificada”. Cristian Suárez desarrolló la profesión en varios centros de las islas hasta que, en 2011, decidió abrir junto a su socia la Clínica Veterinaria Tibicenas, en Telde. En el 2021 obtuvo la certificación en cirugía de tejidos blandos, traumatología y neurología en Improve Internacional, campo al que dedica gran parte de su tiempo. “En mi día a día, además de actos quirúrgicos, me encargo de la evaluación previa del paciente quirúrgico, incluyendo la realización de un screening diagnóstico como parte de la evaluación preanestésica. Asimismo, realizo el seguimiento posquirúrgico al tiempo que me ocupo de las actividades propias de la gestión”. La medicina veterinaria avanza a pasos agigantados de la mano de la tecnología puntera y los tratamientos innovadores. “Hemos pasado de cirugías altamente invasivas y con protocolos de anestesia arcaicos y básicos, a poder acceder a maquinarias “HEMOS PASADO DE CIRUGÍAS ALTAMENTE INVASIVAS, A PODER ACCEDER A MAQUINARIAS QUE PERMITEN LA REALIZACIÓN DE CIRUGÍAS MÍNIMAMENTE INVASIVAS”

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