IM VETERINARIA #45

40 im veterinaria Nuestra siguiente entrevistada está al frente de Clínica Veterinaria Peluxa, situada en Pontevedra. Flor Costoya es especialista en endoscopia y cirugía laparoscópica, y además presta servicios en distintos establecimientos de Galicia. Precisamente, estos servicios especializados son un valor diferenciador de su establecimiento: “La tendencia, hoy en día, es especializarse, pero un animal no sólo tiene una cosa, por lo que sin un veterinario generalista que siga a cada paciente, hable con los propietarios y sea su apoyo y su asesor, las especialidades no existirían porque no tendrían pacientes”. Teniendo en cuenta esto, Flor Costoya se de ne, ante todo, como veterinaria generalista. “Me gusta tener ese contacto con los pacientes y sus cuidadores”, comenta, y añade: “Para saber recomendar y explicar, debemos primero saber, aunque luego tengamos que remitir”. De ahí la colaboración interdisciplinar. ¿Qué cambios han experimentado la endoscopia y la cirugía mínimamente invasiva? “Se trata de técnicas muy recientes que están demoda porque comportan grandes bene cios para el animal”, asegura Flor Costoya. “Cada vez hay más instrumentos y mejor adaptados para la gran versatilidad de tamaños de nuestros pacientes, y esto facilita su implantación”. Sin embargo, el gran hándicap de estas técnicas es el precio: “Son materiales muy costosos y frágiles, por lo que muchas veces no podemos estar a la última, ya que conllevaría procedimientos prohibitivos para el propietario”. Pese a las graves consecuencias de la Covid-19, también se pueden extraer aprendizajes positivos. “La pandemia nos ha ayudado a organizar el trabajo y a que los usuarios respeten más las citas”, valora Flor Costoya, quien también cree que ha potenciado un aspecto clave en la veterinaria como es la prevención, es decir, la importancia de vacunar, desparasitar y realizar pruebas diagnósticas: “De repente, el propietario entiende lo relevante que es proteger de un mosquito que le puede transmitir un parásito, o de vacunar de una enfermedad que se puede contagiar entre ellos o incluso a los humanos”. Durante estos meses, y años, la veterinaria ha sabido estar al pie del cañón en los momentos difíciles, preservando siempre la salud de la sociedad en su conjunto, pero ¿esta labor se ha visto recompensada? “No se nos ha considerado ni tenido en cuenta como sanitarios, sin embargo, nuestros equipos de anestesia y ventiladores automáticos han salvado vidas humanas”, recuerda Flor Costoya. En cuanto a retos como colectivo, esta veterinaria cree que una de las necesidades más urgentes es aprender a gestionar las emociones, pues “tenemos un trabajo muy duro, de mucha dedicación, y a eso hay que añadir la parte emocional”. La veterinaria de los próximos años avanza con gran profesionalización, innovación en la investigación, atención personalizada y excelencia en la gestión. “Nuestra máxima debe ser formación, cercanía y transparencia”, naliza. Flor Costoya (C.V. Peluxa, Pontevedra) “Sin un veterinario generalista que hable con los propietarios y sea su apoyo y su asesor, las especialidades no existirían”

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