11 im veterinaria Un año más, la cifra de mascotas en nuestro país continúa creciendo. Tanto el confinamiento vivido dos años atrás, obligados a permanecer en casa, anhelando la compañía de alguien y deseando tener una excusa para salir a la calle a dar un paseo, como la consolidación de una nueva tendencia vinculada a concebir a las mascotas como hijos y darles todos los cuidados y cariños a falta de descendientes, pueden ser algunos de los motivos que explican la impasibilidad del sector a los problemas externos actuales. La cifra, al igual que el año anterior, no para de crecer. Según las últimas estadísticas presentadas por la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), la cifra total de mascotas censadas en España a finales de 2021 es de 29 millones, de los cuales 9,3 millones son perros y 5,6 millones, gatos. En consecuencia, según la encuesta bianual de la asociación, desde 2019 hasta 2021, el número de perros ha aumentado un 38%, mientras que el de gatos, un 56,7%. Un aumento considerable en el número de mascotas en los hogares implica directamente un crecimiento en el mercado de alimentos para ellos. Así, esta tendencia se refleja en la evolución de las ventas mundiales de alimentos para mascotas entre el año 2010 y el 2020, cuando la cifra prácticamente se dobló, pasando de los 59,3 mil millones de dólares a los 123,6 mil millones. Además, se estima un crecimiento continuo de los ingresos de los alimentos para mascotas en todo el mundo hasta 2027. Según el último informe publicado por Statista, en el 2022 el mercado de alimentos para mascotas ha logrado un crecimiento del 8,3% con respecto al año anterior. Del mismo modo, también estiman crecimientos superiores al 7% en los cinco próximos años. Mercado total En 2022, las ventas totales de alimentos para mascotas en todo el mundo se estima que superen los 123 mil millones de dólares estadounidenses. Este es un aumento de más de veinte mil millones de dólares con respecto a 2020, pasando de una facturación de 102,6 mil millones de dólares a 123,6 mil millones. A su vez, también hubo un crecimiento de casi diez mil millones de dólares entre 2019 y 2020, ya que se pasó de 93,9 mil millones de dólares a 102,6 mil millones. En consecuencia, no hay duda posible de que el sector está creciendo, tanto a nivel estatal como a nivel mundial. Hace una década, en 2012, la facturación mundial del mercado de pet food era de 65,9 mil millones de dólares. El crecimiento ha sido constante desde 2010, a excepción de 2016 y 2017, años en los que se experimentó un leve retroceso que luego se vio recuperado por un incremento mayor. 2020, el año de la pandemia, fue el ejercicio económico en el que el mercado total de alimentos para mascotas superó los 100 mil millones de dólares. Volumen En cuanto a los ingresos generados por el mercado de alimentos para mascotas en 2021, en Estados Unidos ascendieron a aproximadamente 43.684 millones de dólares estadounidenses, mientras que en 2020, la cifra fue de 31.140 millones de dólares. En los tres primeros países del Top 10, los ingresos incrementaron en 2021 respecto a 2020. Así, en 2020, en Reino Unido ingresaron en el mercado de pet food 6.606 millones de dólares y 5.131 millones de dólares en Francia. En cuarta y quinta posición se encuentran Alemania y Rusia, quienes inTal y como recuerda Óscar Gutiérrez Aragón, director del Departamento de Empresa de la Escola Universitària Mediterrani de Barcelona, en ‘Crecimiento versus desarrollo sectorial: el caso del sector veterinario en España’, existe una disyuntiva entre crecimiento y desarrollo dentro del sector veterinario. La situación del sector veterinario en España en la década anterior, tras la crisis y el incremento del IVA al 21% a los servicios a animales de compañía en 2012, era considerablemente delicada. Sin embargo, desde 2015 el sector veterinario ha ido experimentando una recuperación progresiva, teniendo en cuenta indicadores económicos y financieros. No obstante, dicha mejora no ha servido para atemperar la situación de precarización laboral y bajos salarios de muchos de sus trabajadores, tal y como analiza Gutiérrez. Básicamente, se ha producido un deterioro en una serie de indicadores sociolaborales. Entre otras cuestiones, se han verificado descensos del salario medio anual y de la productividad en euros por persona ocupada, aumentando el personal no remunerado, los trabajadores eventuales y las empresas con un único trabajador. Dicho deterioro de las condiciones laborales se produce en un sector ya altamente feminizado, sobre todo en el conjunto de trabajadores de menor edad. En definitiva, un gran número de profesionales veterinarios sufren una grave situación de precarización, según defiende Gutiérrez. Por consiguiente, es preciso plantear “un cambio estratégico que implique transformaciones significativas en la organización empresarial”, propiciando “el tránsito de un modelo productivo cimentado en el crecimiento, la inversión y la producción, a otro basado en la prestación de servicios de mayor valor añadido y la calidad del empleo”, remarca. En definitiva, las retribuciones salariales deben ser siempre proporcionales a las contribuciones de los trabajadores a la producción, concluye. Crecimiento versus desarrollo
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