IM VETERINARIA #43

65 im veterinaria rinario, con titulación otorgada por la Sociedad Internacional de Medicina Felina, está formado por Margarita Carrión Quevedo, veterinaria y responsable del centro veterinario, Sandra Gómez Parra, asistente veterinario y Defensora de los Gatos (Título oficial del ISFM), y Gloria Valero González, veterinaria y Defensora de los Gatos (Título oficial del ISFM), si bien en la clínica pasan consulta otros especialistas del grupo Laclinicaveterinaria, que se acaba de unir recientemente a Vetpartners. Para el equipo de Clínica Rivas ha sido un espaldarazo muy importante como profesionales la distinción como `Cat Friendly’, en la categoría de plata. “Para nosotros ha supuesto un gran avance a nivel profesional, al poder distinguir los requerimientos que precisa un gato, siendo éstos muy diferentes a los del perro. Además, hemos podido notar los cambios a nivel manejo en nuestros pacientes y propietarios, que están siendo cada vez más conscientes de lo importante que es una buena adaptación en el veterinario sin exceso de estrés”, comenta Valero González. Aparte de cumplir una serie de requisitos y exigencias que aseguran la atención que va a recibir el gato en la clínica, los establecimientos que opten a ser reconocidos con esta distinción deben contar con unas instalaciones personalizadas de uso exclusivo para los pacientes felinos. Pero, ¿en qué consisten dichas instalaciones?, ¿de qué materiales o aparatología disponen? “En nuestro caso concreto”, señala, “disponemos, por un lado, de consulta y sala de espera exclusiva para gatos, aislada totalmente de la sala de espera canina, y, por otro, de quirófano, sala de rayos y sala de ecografía. Asimismo, en todas las instalaciones exclusivas para gatos, disponemos de todo el material necesario para exploración y tratamiento, que nunca sale de dichas salas, es de uso exclusivo para los pacientes felinos”, matiza. Junto a la necesidad de estas instalaciones personalizadas, la clínica también debe contar con una formación y un conocimiento específico de su manejo por parte de los profesionales que conformen el equipo veterinario. Porque como destaca la especialista, “tan importante es disponer de unas instalaciones específicas como la cualificación de los profesionales. En nuestro caso concreto, contamos con dos `defensoras de los gatos´ en nuestra plantilla, un título oficial concedido por la ISFM”. Se trata de la división veterinaria de International Cat Care (ICC), una asociación internacional, sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es proporcionar a todos los gatos del planeta los cuidados y la atención que necesitan, tanto a los callejeros como a los que tienen propietario. De momento, en la Clínica Rivas están encantados de contar con la distinción `Cat Friendly´ en la categoría plata. En el caso de querer optar a la categoría oro del galardón, la clínica tendría que incorporar otra serie de servicios. “Para optar a la categoría oro se debe disponer de quirófano exclusivo para gatos, así como de laboratorio propio”. Problemas comportamentales Los felinos, por lo general, son animales a los que no les gusta que se les manipule en exceso, aunque siempre hay excepciones, de ahí que las estrategias y características del tratamiento sean totalmente diferentes a las de los perros o cualquier otro animal. Por ello, le preguntamos a la veterinaria de la Clínica Rivas por qué decidieron especializarse como clínica de medicina felina. “Creemos que la medicina felina es la gran olvidada en muchos centros y quisimos darle la importancia que tiene al tratarse de animales muy diferentes en todos los aspectos. No solo a nivel médico, sino tanto en manejo como en carácter. Por ello, disponemos en nuestros centros de especialistas enmedicina felina”. Llegados a este punto, nos interesa ahondar más en cuanto a las similitudes o diferencias entre la medicina orientada a los felinos y otros animales, los tratamientos dirigidos a los gatos, si existen tratamientos específicos para ellos o hay procedimientos que no se pueden llevar a cabo con estas mascotas, etc. Valero González lo explica con detalle. “Existen muchos cambios tanto anatómicos como metabólicos y fisiológicos que hacen que la medicina canina y la medicina felina sean bastante diferentes, al contrario de lo que se piensa habitualmente. Tanto es así que, a nivel patológico, existen ciertas similitudes entre ambas especies, pero los tratamientos difieren tanto en dosificación como en efectos adversos y eficacia de los mismos, según la patología”, comenta. Asimismo, en el caso de los gatos, también es importante conocer el tipo de manejo o cuidados especiales que hay que tener a la hora de proporcionarle las atenciones en una clínica veterinaria. “Es importante reducir los niveles de estrés antes, durante y después de la consulta veterinaria, ya que sabemos que dicho estrés es el desencadenante de muchos problemas comportamentales y de salud física en los felinos”. Y aunque a los felinos se les puede llevar a cabo cualquier tipo de tratamiento, de cualquier especialidad, es cierto que, en cuanto a los procedimientos, se pueden realizar los mismos pero con matices “en cuanto a manejo, tiempos y modo de realizarlo. Por lo que respecta a los tratamientos, sí son distintos y no todos se pueden administrar, o bien, dependiendo de la patología, se debe cambiar la dosificación”, concluye Valero.

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