IM VETERINARIA #43

34 im veterinaria Alicia Hernández nos atiende en Clínica Veterinaria Quercus, en Salamanca, para contarnos su historia: “Desde que terminé la carrera en León en 2001, no he dejado de dedicarme al cuidado de la salud y el bienestar de los animales. Después de trabajar en una clínica de animales de compañía y en campañas de saneamiento ganadero, me metí de lleno en la aventura de abrir mi propia clínica, y aquí llevo desde 2008”. Su centro se encuentra en una pequeña localidad del Alfoz de Salamanca, Villares de la Reina. “Somos veterinarios generalistas en constante formación, llevamos a cabo Atención Primaria y cirugías generales. Hacemos una intensa labor en medicina preventiva y colaboramos con compañeros especialistas”. Una labor de coordinación que es esencial y que no siempre está presente en todas las profesiones. “Nuestro fuerte es el trato familiar y personalizado con nuestros clientes. La transparencia y la empatía son el pilar fundamental para generar la confianza necesaria en la buena relación veterinario-propietario, indispensable para trabajar juntos en la salud de su mascota”. ¿Qué nos ha dejado de bueno la pandemia? “La crisis ha reforzado el vínculo con los clientes, pues a pesar de las grandes dificultades vividas, han sentido que los veterinarios ‘de familia’ hemos seguido a su lado”. No ha ocurrido lo mismo en el caso del trato con la Administración. “No hemos recibido ninguna consideración por parte de las instituciones públicas”, se lamenta Alicia Hernández, y añade: “Parece que todos nuestros conocimientos y capacidades son insignificantes y han sido ninguneadas”. Precisamente, señala, el gran reto de la profesión es trasladar la importancia de los veterinarios como garantes de la salud humana a través de la sanidad animal, alimentaria y ambiental. “Somos la única profesión que aúna conocimientos en todos estos campos, y no estamos haciéndonos valer de manera eficiente”. Así, los principales retos del sector son: la equiparación del IVA con otras profesiones sanitarias, conseguir la dispensación de medicamentos veterinarios para poder evitar su adquisición en canales no adecuados, luchar contra el intrusismo profesional y aprobar una ley de protección y bienestar animal realista, esto es, “respetuosa con todas las partes interesadas y que no se base en prohibiciones”. El sector veterinario debe avanzar unido. “Necesitamos profesionales especializados a los que poder acudir cuando llegamos al límite de nuestros conocimientos generales”, reclama Alicia Hernández, y continúa: “También precisamos ayuda a nivel gubernamental con el fin de que los precios de la sanidad animal sean justos para los profesionales y accesibles para los clientes”. En definitiva, el futuro está en el One Health, situando a la medicina veterinaria en el lugar que le corresponde. “Debemos reivindicar el papel de los veterinarios de pequeños animales como profesionales sanitarios que extienden su labor desde la mascota a la salud humana directamente”. Alicia Hernández (Clínica Veterinaria Quercus, Salamanca) “Necesitamos una ley animal respetuosa con todas las partes interesadas y que no se base en prohibiciones”

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