IM VETERINARIA #37 ANUARIO 2021

71 anuario 2021 decir que la prevalencia cambia entre perros y gatos en cuanto a la etiología de los procesos de hipersensibilidad o alergia”. Así, expone, “en zonas rurales se observan muchos casos de Dermatitis por Alergia a la Picadura de Pulga (DAPP) y en zonas urbanas las dermatitis alérgicas por causas ambientales como los ácaros entre otros”. Por otro lado, “también puede cambiar si trabajamos con animales de colectivos como los procedentes de albergues/colonias o animales indoor. En animales con vida libre o semilibre, vemos más enfermedades infecciosas y parasitarias, pero en los pacientes de vida interior/urbana veremosmás patologías de origen alérgico”. En cuanto a la relación con la medicina humana, la dermatóloga veterinaria comenta que viene dada principalmente por aquellos agentes etiológicos infecciosos y parasitarios, como bacterias, hongos (dermatofitos) y algunas especies de ácaros de sarna, por ejemplo. “De gran importancia, cabe mencionar, el problema que supone el uso irracional de antibióticos, bastante habitual en la especialidad de la dermatología, que conlleva el aumento de las resistencias a antibióticos y que suponen un riesgo para la Salud pública y animal”. ¿Hacia dónde va la especialidad? Por todo lo expuesto, considera que la especialidad va por el buen camino “hacia la dignificación y visibilidad de nuestra labor diaria. A que se nos reconozca, incluso dentro de la propia medicina veterinaria, ya que la mayoría de los problemas de piel se suelen intentar tratar incluso de manera empírica, muchas veces por miedo a remitir y perder al cliente o dar por sentado que se escapa de nuestras capacidades”. “Espero que podamos equipararnos al sistema europeo o americano, entre otros, dónde funciona muy bien el trabajo multidisciplinar con sentidos de ida y vuelta de los pacientes y que existan más centros dónde formarnos y que se terminen incluyendo las especialidades en el currículo de postgrado de las universidades”, añade. Haciendo hincapié en lo anterior, a su juicio, las asignaturas pendientes tienen que ver “con el uso irracional de antibióticos, y quizás, la homogeneidad en cuanto al diagnóstico de las dermatitis alérgicas, ya que existemuchas veces desconocimiento con respecto a los test que son aptos y fiables y, además la falta de orden en la sucesión de pruebas para llegar al agente etiológico” Afirma también que existe un “miedo” o reticencia aún al uso de terapias nuevas, “y al abandono del tratamiento empírico con glucocorticoides y antibióticos de manera sistemática cuando llegan los pacientes con prurito y lesiones dermatológicas”. Con todo, en el marco de la pandemia y todo lo que nos ha tocado vivir, “sería esperable aunar las fuerzas entre la medicina veterinaria y lamedicina humana (concepto One Health) para poder enfrentarnos juntos como un equipo multidisciplinar y combatir mejor las enfermedades que estén por venir”, reflexiona. Como profesora de Fisiología Médica en el Grado de Medicina Humana (ULPGC), concluye. “He visto como existe un desconocimiento total con respecto a nuestra profesión y nuestro peso en la salud y sanidad de los animales y de los alimentos, siendo nuestra labor desde todos los ámbitos donde nos desarrollamos, el informar y educar al resto de la sociedad del importante papel como sanitarios y agentes de salud que representamos”. lidad”, reflexiona Peña. Como ha comentado, esto ha sido en gran parte gracias a la oferta educativa de postgrado que han desarrollado las grandes asociaciones europeas o nacionales, siguiendo un modelo similar al universitario, con periodos de residencias y la evaluación mediante créditos, entre otras. Avances diagnósticos y terapéuticos En cuanto al diagnóstico, “se ha avanzado en el desarrollo de los test para alérgenos ambientales, las dietas para realizar el test de eliminación alimentaria (dieta de eliminación) con alimentos ultrahidrolizados así como mejora en las técnicas de laboratorio más sensibles para la detección de antígenos, entre otras”. Otro de los cambios que señala la especialista es la aparición de algunos recursos terapéuticos, como el inhibidor de la Janus Kinasas y el anticuerpo monoclonal para el tratamiento del picor, “ya que nos ha permitido mejorar la calidad de vida del paciente con un riesgo mucho menor de efectos adversos, con respecto a las terapias de hace unos años atrás”. Asimismo, en el campo de la inmunoterapia, “se han aislado extractos de alérgenos más específicos para perros y así desarrollar vacunas más eficaces, como en el caso del ácaro del polvo Dermatophagoides farinae (Der f 15 y Der f 18)”, explica. Actualmente, añade, también se están utilizando terapias basadas en la luz láser y la estimulaciónmediante fotones o agentes fotosensibilizadores para el tratamiento de lesiones de carácter crónico, inmunomediado o incluso infecciones (piodermas cutáneas). Y en el ámbito de la dermaoncología “se están usando cada vez más terapias coadyuvantes como la electroquimioterapia y crioterapia, siendo aún campos donde faltan estudios de campo y publicaciones al respecto”. Además, la doctora manifiesta que, “desde hace unos años, hay una mayor preocupación por parte de los tutores con respecto a la salud en general de sus mascotas”. Asimismo, “muchos son consumidores de programas en televisión en los que se emiten series sobre veterinarios, lo cual también ayuda a la visibilidad de nuestra profesión y a darnos valor social y profesional”. Un año no tan malo En contrapunto, con la crisis del Covid-19, “el manejo de los pacientes se ha visto un poco mermado con respecto al uso de terapias de mayor costo, sobre todo pacientes de mayor tamaño, por lo que en casos de pacientes que presentan dermatitis alérgicas, se ha observado falta de solvencia económica para asumir dichos costos”, revela la especialista. Esto se ha traducido en exacerbación de los signos clínicos en aquellos animales no tratados de manera sistémica o volver al uso crónico de glucocorticoides, “con los efectos secundarios que éstos implican”. Ahora bien, en general, “2021 no ha sido un mal año para la especialidad, ya que se han retomado muchos congresos, formaciones y parece que estamos volviendo a la normalidad poco a poco”. Explica, en este sentido, que, en las consultas de medicina general, “la dermatología (incluyendo problemas otológicos) supone entre un 50-60% del total; y con respecto a la especialidad, la prevalencia de las dermatitis alérgicas (sobre todo Dermatitis de origen ambiental) y otitis secundarias a las mismas, serían las más frecuentes”. Depende de la zona dónde se observe, “podemos

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