IM VETERINARIA #36

73 im veterinaria dicos que pueden manifestarse, en ocasiones, exclusivamente, con cambios de conducta. Y conocer esto resulta fundamental para garantizar el bienestar de nuestros pacientes”, apostilla. De ahí que los conocimientos en etología sean imprescin- dibles, según nos comenta la especialista, para un buen manejo en la clínica diaria. “Tenemos que tratar de garanti- zar una buena experiencia a nuestros pacientes, así como mi- nimizar el estrés durante las consultas y hospitalizaciones. Y esto se consigue con unos conocimientos etológicos de base”, confirma. Así como otra serie de problemas que, en ocasio- nes, pueden pasar desapercibidos. “Existen muchos casos en los que la aparición de conductas o cambios de las conductas normales están motivadas por dolor, conductas agresivas que están asociadas a problemas endocrinos, problemas derma- tológicos que pueden aparecer a causa de estrés o, incluso, que se ven agravados por el estrés, etc.”, destaca Sandra Por- tals. Y lo más dramático, según nos confirma la etóloga, los problemas de conducta son una de las principales causas de abandono y/o eutanasia en nuestro país. “Por eso, como garantes del bienestar animal que debemos de ser los veteri- narios, considero que es un factor muy importante a tener en cuenta”, afirma rotunda. Necesidades diferentes A lo largo de esta entrevista, la veterinaria cofundadora de Pet &Vet Veterinarios en positivo también hace hincapié en el des- conocimiento que existía en nuestra sociedad, y que aún hoy existe, respecto al ámbito de la etología. Así como del daño que estaban haciendo ciertos programas de televisión, “que ofrecen de forma espectacular y rápida soluciones a problemas de conducta utilizando métodos nada recomendables”. Por eso no ha dejado de formarse en etología clínica ( “una especiali- dad apasionante”), y aunque considera que, por suerte, cada vez hay más personas concienciadas en el bienestar animal, y que valoran y conocen esta especialidad, cree que todavía hay mucho que hacer y que el camino a recorrer es largo. “Yo creo que los conocimientos en etología son parte fundamental de la clínica diaria, de ahí que nuestro trabajo diario se centre en asegurar el bienestar, tanto físico como mental, de las mascotas. Porque uno de nuestros principales objetivos es ayudar a cono- cer y comprender las necesidades comportamentales de nuestros compañeros de cuatro patas, para garantizar una convivencia feliz para todos”, matiza. Porque esta especialidad veterinaria sirve, entre otros muchos aspectos, para conocer las necesidades comportamentales de nuestros animales de compañía de tal manera que, como se- ñala Portals, “nos ayude a garantizar una convivencia feliz con la familia y prevenir la aparición de problemas de conducta”, ade- más de poder aplicar dichos conocimientos en la clínica diaria para tratar a los pacientes y, una vez que existe un problema de conducta instaurado, “la etología nos permite hacer un diagnós- tico del mismo y tratar dicho problema basándonos en el origen del mismo”, concluye. De ahí que, en general, cualquier cam- bio dentro de la conducta habitual de nuestra mascota con- venga ser revisado. Perros y gatos tienen muchas similitudes, que también se ven reflejadas en su comportamiento y en la manera de tratarlo. Respecto a la etología, el tratamiento para ambas especies es similar, “en el sentido de poder analizar bien el problema para llegar al origen del mismo y buscar las pautas de tratamiento que más se adecuen a cada individuo, así como la correlación entre patologías médicas y cambios comportamen- tales”. Pero como especies distintas que son, con un etogra- ma completamente diferente, es decir, la descripción gráfica o escrita de los patrones de conducta de una especie animal en situaciones que le son cotidianas o conocidas, “las necesi- dades de un gato no tienen nada que ver con las de un perro, por lo tanto, la forma de trabajar con ellos, educarlos ymanejarlos no tiene nada que ver. A nivel médico un gato no es como un perro pequeño y a nivel comportamental tampoco” , destaca Portals. En el caso concreto que nos ocupa, la etología felina, existen muchas situaciones, por curiosas que resulten, en las que es conveniente poner en práctica esta especialidad. Por ejemplo, cuando vamos a adoptar un gato y queremos conocer cuáles son sus necesidades comportamentales para asegurarnos de cuidarlo bien. “Conocer la conducta normal de nuestro gato y sus necesidades comportamentalesnos permiteprevenir laapariciónde problemas de conducta e identificar y tratar de forma precoz algu- nos problemas”, señala Sandra Portals. De ahí que, ante cualquier cambio en el ambiente que pueda suponer un estrés para el gato, esta especialidad nos ayudaría a saber cómo manejarlo adecua- Seres emocionales Por último, queremos tratar con la veterinaria cofundadora de Pet & Vet Veterinarios en po- sitivo el tema de la conciencia de los animales. Recordemos que Stephen Hawking, entre otros científicos, hablaron durante la presentación de la “Declaración de Cambridge sobre la Conciencia”, en julio de 2012, de la existencia de “altos niveles de conciencia en algunas especies de animales no humanos, comparándolos con niveles humanos”. Un concepto en el que la etología ahonda. “La etologíaestudia todos losaspectos relacionados con el comportamiento animal, siendo la cognición y la conciencia un área de interés dentro de la misma. Todavía queda mucho por descubrir pero, actual- mente, sabemos que los animales tienen conciencia de símismos ydel entornoque los rodea”. De ahí que podríamos definir la conciencia animal, desde el punto de vista de un etólogo, como “la capacidad de los animalesparapercibir supropiaexistenciay la delmundoque los rodea. Y, al igual que lohumanos, sonseres emocionales.Deahí lagran importanciade ser garantes de su bienestar”, concluye.

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