IM VETERINARIA #25

19 im veterinaria E l principio que debe primar para conseguir un uso res- ponsable y correcto de todos los medicamentos vete- rinarios en los animales de compañía es el de “Tan poco como sea posible, tanto como sea necesario”. Así lo reco- ge una de las completas y exhaustivas guías que ha elaborado la Fundación Vet+i Plataforma Tecnológica Española de Salud Animal, en el marco de la iniciativa Vetresponsable, y que se centra precisamente en el uso responsable de medicamentos en mascotas. La guía deja claro desde un principio que ese uso no debe verse como un elemento aislado, sino dentro de un conjunto de medidas encaminadas a que sea responsable y que abarcan desde el manejo de losmedicamentos hasta sus condiciones de alojamiento y ventilación, y sin restar importancia al contexto diagnóstico y tratamiento, entre otros asuntos clave que se van abordando a lo largo del documento. Demano, la guía insiste en que, una vez obtenida la autorización deunmedicamento, profesionales y propietarios de animales de compañía deben seguir demanera estricta las recomendaciones que figuran en su ficha técnica o prospecto para garantizar la seguridad de los propios animales, del usuario, del medio am- biente y el éxito en el tratamiento. “Estas recomendaciones garantizan su máxima seguridad y eficacia; desviaciones importantes sobre ellas suponen entrar en el terreno de lo desconocido y de lo no evaluado, hecho que puede verse ligado a consecuencias no deseables” , advierten los expertos que han elaborado la guía, en la que ponen el caso de los antibióticos como el “perfecto caso ejemplo” debido a su naturaleza y a sus posibles implicaciones en la salud pública. Prevención “No cabe duda de que en una adecuada gestión y promoción del uso correcto de los antibióticos reside la posibilidad de reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antibió- ticos y, en consecuencia, reducir sus efectos sobre la salud de los animales y el hombre, preservandodemanera sostenible el arsenal terapéutico existente” , señala la guía, en la que se enumeran los potenciales riesgos y consecuencias legales que se derivan del uso inadecuados de medicamentos veterinarios. Por ejemplo, el desarrollo de poblaciones de microorganismos resistentes a los medicamentos, la ineficacia de terapias o problemas graves de salud pública, con incrementos de mor- bilidad y mortalidad de los procesos infecciosos, en el caso de la mencionada diseminación de resistencias a antibióticos. La guía también recuerda que, dentro del seguimiento integral y periódico del estado sanitario de los animales, la prevención es el paso elemental que permitiría reducir al máximo la incidencia de cualquier tipo de patología y por tanto, su tratamiento y las posibles repercusiones asociadas a ello. Y, en ese sentido, hace hincapié en elementos como un adecua- do cuidado que reduzca el estrés de los animales, unas óptimas condiciones de alojamiento, alimentación e higiene dental adecuadas o el empleo de vacunas y tratamientos antiparasi- tarios preventivos que reduzcan la incidencia y la severidad de enfermedades infecciosas y parasitarias. Preguntas para realizar la anamnesis Algunas de las preguntas que el veterinario, a la hora de realizar una correcta anamnesis, puede plantear son: • ¿Desde cuándo ha percibido un cambio en el animal? El solo conocimiento de la duración del proceso puede permitir ya la inclusión de la en- fermedad en determinado grupo. • ¿Qué síntomas se han estado observando? Este es un dato que permitirá profundizar en la evalua- ción de determinados órganos y sistemas • ¿Qué actividad ha visualizado en el animal? Con esta pregunta se busca averiguar por ejemplo los datos de ingestión de alimentos, agua, defe- cación o conducta del animal antes y después de estar enfermo. • ¿Qué origen pudo tener la enfermedad? • ¿El animal que presenta sintomatología ha reci- bido algún tratamiento previo? Se pregunta esto para orientar las investigaciones microbiológicas en caso de que sea necesario, ya que el uso de an- tibióticos puede inhibir el crecimiento bacteriano e interferir con las investigaciones complementa- rias en este sentido. Diagnóstico “La sanidad animal es una condición previa para el bienestar ani- mal. Un buen nivel de bienestar ayudará a que el animal conserve su resistencia natural contra las enfermedades y, a su vez, un buen estado de salud es la condición previa para su bienestar”, explican los autores de la guía, que no pasan por alto el factor humano, recordando que una adecuada información al propietario por parte del veterinario acerca del programa sanitario para su mascota es igualmente importante. En todo caso, cuando se diagnostica una enfermedad y se ne- cesitan medicamentos para tratarla, la guía recomienda que el veterinario conjugue la información que le aporta el dueño del animal, la anamnesis y la historia clínica, además de la explora- ción y toma demuestras, para elaborar un diagnóstico presunti- vo inicial sobre una base adecuada y decidir las pautas a seguir. Una vez que se tiene esta información, el veterinario debe comenzar con una exploración clínica para decidir posibles pruebas complementarias que ayuden en la consecución del diagnóstico. La guía recuerda que, en ocasiones, es recomen- dable dejar a los animales calmarse antes de proceder a la exploración y la realización de las pruebas necesarias como por ejemplo en el caso de algunas aves o animales con compromiso cardiorespiratorio, ya que el estrés puede agravar y complicar el cuadro. Con toda la información que se haya recopilado, se procederá a enunciar la situación clínica e incluir en un listado los diagnós-

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