IM VETERINARIA #24

59 im veterin aria mercado han permitido poder realizar un estudio más detallado de este tipo de enfermedades ”. En el tratamiento médico de las cardiopatías felinas, sin embargo, “ no se han producido grandes avances en las últimas décadas: conocemos mejor la fisiopatología de este tipode enfermedades y tenemosmás experiencia en el trata- miento y el seguimiento de estos pacientes, pero no han aparecido nuevas moléculas, ni se ha realizado ningún estudio revolucionario en este sentido ”. En todo caso menciona la reciente incorporación de moléculas como el Pimobendan y la Torasemida al arsenal terapéutico dis- ponible para tratar este tipo de patologías en los gatos que, en su opinión y a pesar de la ausencia de registro para esta especie, ha supuesto un avance en el manejo de algunos pacientes des- compensados en situación crítica. También lo son los procedimientos mínimamente invasivos que, según recuerda Bezos, están hoy en día al alcance de “Los avances tecnológicos que en los últimos años se han incorporado a los ecógrafos han permitido poder realizar un estudio más deta- llado de este tipo de enfermedades” cualquier clínico. “ Aunque son procedimientos costosos, el in- terés creciente de una parte de la sociedad por mejorar la sa- lud y la calidad de vida de sus mascotas se ha traducido en una apuesta de algunos compañeros veterinarios por invertir en su propia formación, así como en instalaciones y tecnología muy avanzadas, necesario todo ello para que este tipo de interven- ciones puedan realizarse con seguridad y con un elevado por- centaje de éxito ”, valora, explicando que estas técnicas están muy extendidas en el tratamiento de algunas cardiopatías congénitas como la estenosis de la válvula pulmonar o el conducto arterioso persistente. El veterinario considera, de hecho, que el tratamiento mínima- mente invasivo de la enfermedad cardíaca, junto con la terapia génica, “ ilustran la promesa del futuro de la cardiología veterinaria ”, en la que considera que dos son los grandes campos de inves- tigación en lo que respecta a los gatos. Por un lado, “ el uso de biomarcadores, entre los que destacan los péptidos natriuréticos y las troponinas, para la evaluación de la función cardíaca ” y, por otro, “ la genética molecular de las cardiomiopatías, debido a la asociación familiar de estas enfermedades en algunos pacientes ”. Menciona, por último, el reciente estudio REVEAL entre los múltiples trabajos que se están publicando y que centran su atención en los gatos asintomáticos, aparentemente sanos, que presentan enfermedad cardíaca oculta.

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