IM VETERINARIA #22

25 im veterinaria Ander Ciganda comenzó su trayectoria trabajando en el ser- vicio de urgencias de un hospital atendiendo a una media de 20 hospitalizados por noche, más tarde desempeñó labores veterinarias en una clínica muy bien equipada tecnológica y humanamente con especialistas como Rafael Romero o Carlos Macías, hasta que decidió abrir su propio centro junto a su pa- reja: Veterimundi San Jenaro. “Queríamos empezar poco a poco, pero debido a la gran competencia decidimos invertir todo lo que teníamos con el fin de dar el servicio al que estábamos acostum- brados, con radiología digital, ecografía más que decente y un quirófano muy bien equipado” . Y esta aventura que empezó hace cinco años no ha dejado de crecer. “El mercado te obliga a crecer compitiendo en absoluta desigualdad de condiciones con una emergente veterinaria low cost y con las grandes multinacionales cuyas ventajas fiscales son evidentes” , se lamenta Ander Ciganda, para a continuación contarnos su día a día. “En nuestro trabajo diario tratamos de resolver los problemas de tener mascotas en una sociedad con factores de riesgo que pueden afectar a la salud de nuestros miembros cuadrúpedos de la familia. Desde peleas y atropellos a alergias, gastroenteritis o afecciones derivadas de la interacción con artrópodos” . Por eso es tan importante no bajar nunca la guardia. De ahí la trascendencia de la medicina preventiva. “Probablemente lo complicado es diferenciar aquellos casos distintos de las peque- ñas epidemias que a veces sufrimos en las clínicas de las ciudades pequeñas, esas oleadas de gastroenteritis o toses”. ¿Qué hacer con los casos realmente complicados? “Siempre tratamos de dejarnos aconsejar por los mejores especialistas”. Y es que la veterinaria es clave no sólo para garantizar la salud de los animales, sino también la de los humanos. “Lo más difí- cil es hacer ver a todos los que no son veterinarios algo que para nosotros es tan evidente: la importancia de nuestra labor para la salud general de la sociedad”. Cuestión que no es baladí, aún más, si cabe, si tenemos en cuenta las condiciones precarias en las que trabajan algunos profesionales veterinarios. “En Espa- ña hay necesidad de mejorar la calidad de vida de los clínicos en general, los cuales estamos expuestos a guardias interminables a cambio de sueldos exiguos” , asegura Ander Ciganda, y conclu- ye: “Esto empieza porque los propietarios entiendan lo que vale el trabajo de una profesión que es vocacional, sí, pero que además requiere de una gran preparación y dedicación”. Para ello hace falta la colaboración de las administraciones pú- blicas. “Los ciudadanos deberíamos asegurarnos de que los go- biernos miren más por las personas trabajadoras que hacemos que esto funcione”. Otro tema que preocupa a los veterinarios es la sostenibilidad de la clínica veterinaria a largo plazo. “Se trata de algo que no podemos asegurar, pero podemos contribuir haciendo nuestro trabajo lo mejor que sabemos, ya que proba- blemente el low cost al final se convierta en un bluf sin poder dar el servicio que las mascotas se merecen”. Por tanto, un futuro incierto, sí, pero con múltiples posibilida- des de crecimiento. “Debemos promovernos como colectivo para mejorar nuestra calidad de vida, e indirectamente nuestro servi- cio. También como clínicos debemos de optimizar la atención a nuestros pacientes con el menor impacto en el medio ambiente” . Ander Ciganda (Veterimundi San Jenaro, Burgos) “Debemos promovernos como colectivo para mejorar nuestra calidad de vida e indirectamente nuestro servicio” “El low cost al final se convertirá en un bluf sin poder dar el servicio que las mascotas se merecen”

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