IM VETERINARIA #21

72 im veterinaria “Las luxaciones rotulianas son más frecuentes en perros pequeños y pueden presentarse en combinación con las RLCA” Técnicas Todas estas dolencias, según asegura Jiménez, deberían poder tratarse. “Es cierto que muchas veces existen du- das sobre cómo afrontar una patología determinada. Por ejemplo, en el caso de la RLCA, hay más de 400 técnicas qui- rúrgicas descritas y, en la ac- tualidad, son de elección las osteotomías correctoras que modifican la biomecánica de la rodilla para neutralizar la inestabilidad que produce la lesión del ligamento cruzado, pero existen debates acerca de cuál de ellas es mejor y en qué pacientes sería preferible usar una u otra técnica”, explica el veterinario, “como por ejemplo si esmejor rea- lizar un avance de la tuberosidad tibial (TTA) o una nivelación de la meseta tibial (TPLO)”. También considera que la forma mas útil y practica de diag- nóstico es la exploración clínica del animal: “De esta forma sen- cilla y práctica podemos diagnosticar desde una RLCA mediante la prueba directa de cajón o la indirecta de compresión tibial o una luxación rotuliana por palpación, pudiendo diagnosticar además qué grado de luxación padece el paciente sin necesidad de ningún equipo o instrumento”. En un segundo lugar, Jimenéz dice que el equipo de rayos X es indispensable, seguido del ecógrafo, del TAC o de la resonancia. Diagnóstico preciso En este sentido, los principales avances en su opinión han sido tener a disposición del traumatólogo veterinario los modernos equipos de tomografía axial computerizada, las resonancias magnéticas o las impresoras en 3D. “Estas técnicas han permi- tido diagnosticar con precisión muchas patologías y han permi- tido fabricar réplicas de piezas óseas a medida, para sustituir al hueso original por una endoprótesis a medida, tanto en casos donde existe una importante pérdida de tejido óseo como en el caso de tumores óseos”, valora. Respecto a las novedades en tratamientos y en terapias, dice que todas son interesantes, aunque destaca las técnicas mí- nimamente invasivas como la artroscopia o la terapia celular, como puede ser el empleo de células madre para el tratamien- to de la osteoartrosis. Eso sí, descarta terapias alternativas como la aromaterapia e insiste en las que realmente están me- jorando la calidad de vida de los pacientes. “Me parece muy interesante el desarrollo de sustitutos óseos a medida, por ejemplo en el caso de un osteosarcoma de radio dis- tal, que son frecuentes en perros de raza grande como los masti- nes”, indica, explicando que, en esta raza, la amputación pro- duce una merma importante en la calidad de vida del animal por su gran peso. “Actualmente podemos resecar la porción del hueso tumorado y sustituirlo por una pieza de titanio. Esto no au- menta el tiempo de supervivencia del animal, pero sí le aporta una mayor calidad de vida, permitiéndole mantener funcional la extremidad tumorada”. Investigación Con todos estos avances, los principales campos de estudio en traumatología veterinaria son muy diversos, “pero se siguen es- tudiando y desarrollando nuevos materiales y nuevos implantes”. Así, Jiménez destaca que, en la actualidad, se están desarro- llando nuevos sistemas de bloqueo, nuevas prótesis de cadera para animales de pequeño tamaño, prótesis de codo, prótesis de rodilla y tratamientos con células madre para algunas pato- logías como la osteoartrosis. En cuanto a las tendencias que marcan el futuro inmediato de la especialidad, Jiménez señala “la formación con una alta espe- cialización, las nuevas tecnologías, los implantes a la carta para cada paciente y el desarrollo de técnicas mínimamente invasivas que no solo sean diagnósticas, sino que, al igual que en medicina humana, permitan reparar una RLCA o una inestabilidad escapu- lo-humeral sin necesidad de realizar una artrotomía. Antonio Jiménez Socorro comenzó a tra- bajar como veterinario clínico en 1988 y, un año después, abrió su primera clínica. En el 2000 obtuvo el diploma en trauma- tología por la Universidad Complutense de Madrid; en 2006, el título de especia- lista universitario en Traumatología en el mismo centro y, en 2016, el de doctor en veterinaria. Desde 2017 es profesor asocia- do de traumatología en el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Complutense de Madrid, actividad que compagina con el ejercicio clínico privado en centros vete- rinarios de Madrid, en los que también se dedica en exclusividad a la traumatología y ortopedia veterinaria. Asimismo, desde el 2016 es vicepresidente de la Sociedad Española de Traumatología y Ortopedia Veterinaria (SETOV), “gracias a la cual tuve también la oportunidad de rea- lizar numerosos cursos de especialización en traumatología y ortopedia veterinaria a lo largo de los años pasados”.

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