IM VETERINARIA #21

49 im v eterinaria frustración, que pueden manifestarse como exceso de acica- lamiento, enfermedades asociadas al estrés o conducta agresi- va. Para evitarlo, es muy beneficioso proporcionarles juguetes, oportunidades de interactuar con el dueño u otros animales compatibles, dispositivos de alimentación y prácticas que ha- gan que el felino tenga que buscar activamente su comida. Otro pilar fundamental para cubrir satisfactoriamente las nece- sidades ambientales felinas, es el desarrollo de una interacción gato-propietario positiva, regular y predecible. El contacto habi- tual y amistoso con las personas desde una edad temprana se manifiesta en comportamientos positivos, como menor temor y estrés y fuertes lazos de unión entre el gato y su dueño. Estas conductas están amenudo dirigidas hacia las personas favoritas del gato: por ejemplo, frotarse a su cabeza o su cuerpo, sentarse sobre sus rodillas o incluso, en algunos casos lamer su piel imi- tando el acicalamiento mutuo. Eso sí, muchos felinos prefieren el contacto de corta duración con los humanos, porque les per- mite llevar el control sobre la interacción. Es decir, eligen cuán- do iniciarla, el tipo de relación y cuándo finalizarla. Cuando sus preferencias sociales no están correctamente contempladas, pueden surgir problemas como las agresiones a otros gatos, a las personas o enfermedades relacionadas con el estrés. Y, en última instancia, resulta primordial un entorno que respe- te el sentido del olfato del animal. Al contrario que los huma- nos, los gatos dependen mucho de la información química y olfatoria para explorar el medio ambiente. Por ese motivo, de- positan señales olfativas y feromonas mediante el roce facial y corporal, definiendo y delimitando el núcleo de su hábitat, el refugio donde se sienten seguros y a salvo. En este sentido, y siempre que sea posible, la persona a cargo debería ser cui- dadosa para no intervenir en estas indicaciones. Por ejemplo, evitando sustancias perfumadas en la casa, dejando el calzado y las bolsas de la compra en la entrada para no introducir olo- res extraños en el hogar, proporcionándole áreas de rascado propias o evitando limpiar los lugares en los que el felino haya depositado sus marcas faciales. En el caso de que el animal perciba olores o feromonas que les resulte intimidatorias o no se les permita expresar sus propias señales olfatorias, pueden aparecer problemas de conducta tales como exceso de lamido y rascado o enfermedades relacionadas con el estrés. En definitiva, para lograr que el gato de compañía disfrute de las mejores condiciones de vida posible, todos aquellos que viven y trabajan con ellos deberían conocer las necesidades medioambientales y los patrones de comportamiento básicos de los felinos, aplicables a todos los gatos, independientemen- te de su tipo de vida. Fuente: Directrices de la AAFP y la ISFM sobre las necesidades medioambientales felinas. Journal of Feline Medicine and Sur- gery (2013) 15, 219-230.

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