IM VETERINARIA #18

62 im veterinaria varios meses pero es autolimitante. Durante este tiempo, los animales que han sido infectados son seronegativos. Sin em- bargo, más tarde, el 75% de los animales seroconvierten y la enfermedad se manifiesta y generaliza. En los animales que son infectados aparece la linfadenome- galia local o generalizada, además de pérdida de peso, ano- rexia y debilidad. La enfermedad puede llegar a ser mortal si no se trata. Algunos de los signos clínicos graves son: lesiones cutáneas como alopecia, úlceras, hiperqueratosis, dermatitis exfoliativa intensa, lesiones mucocutáneas y onicogriposis. En cuanto a los trastornos generales, se presenta atrofia muscular, esplenomegalia, epístaxis, hematuria y enteritis hemorrágica. También puede producir, aunque con menor frecuencia, alte- raciones gastrointestinales (vómitos, diarreas y colitis crónica), poliartritis, glomerulonefritis (poliuria y polidipsia), lesiones oculares (blefaritis, conjuntivitis, queratoconjuntivitis, uveítis anterior) y trastornos neurológicos. Prevención Recomiendan desde la ESCCAP que antes de comenzar el tra- tamiento los propietarios sean informados del coste, el pro- nóstico y de que el animal seguirá infectado aunque los signos clínicos desaparezcan. Sin embargo, lo que es verdaderamente importante para ha- cer frente a la leishmaniosis es la prevención durante todo el año, pues solo así se puede evitar que la picadura del mosquito pase a tener consecuencias fatales para la mascota. De hecho, se calcula que si el animal no recibe ningún tipo de protección, las posibilidades de que contraiga la enfermedad pueden as- cender hasta el 20% (riesgo mucho superior si reside o está en zonas rurales, cálidas y pasea durante el anochecer). Por eso, los veterinarios tienen, por una parte, una tarea importante de concienciación del propietario sobre la importancia de la pre- vención y, por otra, de explicación de los métodos existentes para prevenirla. Entre los principales métodos de prevención se encuentran: • Pipetas externas, sprays y collares repelentes. Las pipe- tas contienen extractos repulsivos contra los insectos; los sprays tienen que aplicarse durante toda la superficie del animal y tienen un efecto repulsivo, y los collares liberan progresivamente deltametrina que se va distribuyendo sobre la capa lipídica de la piel. Los tres métodos se de- ben aplicar o cambiar periódicamente. En el caso de los collares pueden contar con una protección de hasta ocho meses, por lo que es muy cómodo para los propietarios. La mayoría de pipetas externas, sprays y collares además de ser eficaces contra mosquitos, también lo son ante otros parásitos como las pulgas, las garrapatas o los piojos. • Vacunas y medicamentos inmunomoduladores. En este caso, la función no es evitar la picadura del mosquito, sino que en caso de que este pique el sistema inmunitario esté preparado para atacar la leishmaniosis. Un claro ejemplo con excelentes resultados es la vacuna LetiFend®, la vacu- na recombinante contra la leishmaniosis canina desarro- llada por LetiPharma. Letifend® es una vacuna obtenida a través de tecnología de ADN recombinante cuyo principio activo es la Proteína Q, una proteína obtenida mediante la combinación de cinco fragmentos altamente antigénicos, fusionados y clonados en E. coli, a partir de cuatro proteí- nas de Leishmania infantum. • Otros. Toda prevención es poca, por lo que es interesante también, en zonas endémicas, contar con mosquiteras e impregnarla de repelentes (como pueden ser la permetrina o la deltametrina). Asimismo, en zonas húmedas y durante el amanecer y el atardecer es cuando el mosquito está más activo. Es aconsejable no sacar a pasear el perro sobre estas horas. Además, se aconseja hacer una revisión anual para comprobar que el perro no haya sido infectado. Fuente: Guía Nº3 Control de Ectoparásitos en perros y gatos. ESCCAP Guía Nº5 Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores en pe- Recuerdan desde la ESCCAP, a través de su reciente Guía Nº3 Control de Ectoparásitos en perros y gatos , que el control de los parásitos externos es importan- te por los siguientes motivos: • Pueden causar lesiones cutáneas. • Pueden inducir una respuesta inmunopatológica. • Pueden transmitir agentes patógenos. • Pueden ser zoonósicos o transmitir infecciones zoonósicas. • Pueden interferir en la relación entre humanos y animales. • Su control forma parte del mantenimiento de la salud de los animales de compañía.

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