IM VETERINARIA #12

60 im veterinaria portante dar con casos idóneos, “en los que a priori tengas un éxito teórico muy alto porque ya partes de menos del 100% y, si no es el paciente adecuado, a poco que te tuerzas el porcentaje empieza a bajar”. Pacientes idóneos Pone como ejemplo, en este sentido, otro caso de un perro que está tratando y que tiene “problemas graves de fondo” que implican que la posibilidad de éxito sea bastante baja. “No puedes meter al propietario, no ya solo en el gasto económico que es considerable, sino también en el emocional. Es importante que tanto la inversión emocional como la económica estén justi- ficadas, o por lo menos medianamente justificadas” , considera. ¿Cuáles serían los casos idóneos en la aplicación de estas te- rapias? “Tienen que ser perros única y exclusivamente con una patología articular, sin presencia de otros trastornos ni hepáticos ni renales ni problemas metabólicos. Ese es el planteamiento que nos hacemos ahora que estamos empezando. Ir solamente a este tipo de paciente ideal. No puedes asumir más tasa de fracaso que la que tiene la técnica; no le puedes añadir la de un paciente que no es idóneo y pasar de tener un 70% de éxito a un 50%, un 30% o un 20%”, insiste Alonso, que ahora quiere probar esta terapia en las insuficiencias renales de gatos. Insuficiencia renal “Existen muchos gatos con insuficiencia renal. Muchísimos. Ade- más, se mantienen durante años con tratamiento para su pato- logía renal y en un animal que tiene una calidad de respuesta tan alta solamente con lamedicina tradicional puedes conseguir una respuesta al tratamiento con células madre” , indica. Una res- puesta que, por ejemplo en los gatos que son diagnosticados con ocho o nueve años, supondría paliarles en un porcentaje muy alto su trastorno renal. “O quizá ayude a que solo haya que darles una dieta renal o que se le empiece a dar el tratamiento renal a los 15 o 16 años”. Alonso explica que empezó a interesarse por los tratamientos con células madre de forma fortuita, cuando un laboratorio presentó sus productos en el centro veterinario en el que tra- baja poco antes del verano pasado. “Al final de la conversación surgió que también trabajaban con células madre y me puse a investigar, sobre todo publicaciones de autores ingleses y nortea- mericanos en las que se presentaban estudios rigurosos con un número de pacientes suficiente. Existía casuística y se veía que la tasa de éxito era relativamente alta, con resultados que la me- dicina tradicional ya no te puede ofrecer” , asegura. A los cinco meses apareció Luna. Escasa presencia Las células madre empezaron a aplicarse en medicina veteri- naria en España hace cuatro o cinco años, pero “aún llega de manera muy parcial y sutil a las clínicas”. En opinión de Alonso, son varios los obstáculos que no animan precisamente a los clínicos a hacer uso de esta terapia: “Al menos tienes que estar convencido al 95% de que va a funcionar y es una inversión eco- nómica que no todo el mundo puede afrontar”. Considera, al respecto, que “entre el desconocimiento de los clí- nicos y el hecho de que hay que asumir que tienes que poner a un cliente en un gasto de ese calibre sin tener la convicción de lo que va a ocurrir, los que conocen la técnica no se siente cómodos. Y los que sí se sienten cómodos, quizá luego no tiene al paciente por una cuestión económica o porque no tiene el caso adecuado. Tienen que darse varias situaciones y es lo que creo que causa que no acabe de despegar”. Estadística larga Alonso, que entre 1999 y 2014 fue responsable del Departa- mento de Medicina Interna y Diagnóstico por Imagen del Hos- pital Veterinario Terán, también en Asturias, tiene muy claro en todo caso que la aplicación de las células madre en la medicina veterinaria es uno de los avances más destacados de los últi- mos años: “En imagen antes veíamos con una precisión de cinco milímetros, ahora de dos y dentro de dos años veremos con una de 0,5 milímetros. Mejora pero no deja de ser más de lo mismo. Es una foto que cada tiene más calidad. La terapia de células madre es una vía completamente diferente a los avances que estábamos viendo hasta ahora en la profesión”. Alonso, con una amplia experiencia en TAC, recuerda que cuando empezaron a trabajar con este tipo de aparatos “solo había tres en España y ahora en Asturias hay al menos cinco. Y de esto han pasado cuatro años. Siempre hay un avance en la difu- sión, pero no es que sea una novedad y creo que con las células madre ocurrirá algo similar. A la vuelta de cuatro o cinco años, en vez de hacerse tres casos al año en Asturias, se harán tres en cada clínica al año”. Por ello sostiene que habrá que esperar a que la estadística sea lo suficientemente larga para ver si realmente la técnica es efectiva. “Hay que seleccionar los casos que sean apropiados”

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