IM VETERINARIA #12

59 im veterinaria de que el propietario de Luna, que también había recurrido a la fisioterapia, dice que está como cuando era una cachorra. “Luna tenía afectadas las caderas, las rodillas y los codos. Tenía muy poca masa muscular en las extremidades posteriores. En todo caso, era un paciente sano, con buena función renal, hepática, etc” , explica Alonso, que indica que los tratamientos de células madre requieren de pacientes idóneos. Calidad de vida “Un perro que tiene una lesiónmedular por muchas células madre que le pongas no se va a recuperar, hay que seleccionar los casos que sean apropiados” , reitera. El de Luna lo era y ya se ha con- vertido en el primer caso clínico de éxito que trasciende en As- turias tras la aplicación de este tipo de terapia. “El objetivo era conseguir que tuviera calidad de vida, que pudiera dar un paseo sin tener que pararse cada poco. Si el perro no se quiere mover es porque le duele y ahí es donde hay que actuar” , dice Alonso. El procedimiento se inició extrayendo tejido de grasa del abdo- men de Luna mediante una pequeña cirugía para ser enviado a un laboratorio especializado. “En esa grasa están las células me- senquimales, también conocidas como células madre estromales o MSC (Mesenchymal Stem Cells), y lo que hacen en el laboratorio es replicarlas. En esa grasa existe un número x de células con ca- pacidad de replicarse demanera teóricamente ilimitada y, cuando disponen de un número suficiente de concentración, te las envían para que se las apliques al paciente” , explica Alonso. Sin molestias La aplicación se realiza en la articulación de interés pero, en el caso de Luna, al tener varias afectadas, plantearse la infil- tración de cada una de ellas no parecía viable. “Hicimos una administración intravenosa y aplicamos de manera puntual en ambas rodillas, que eran parte del problema más severo por el dolor articular que presentaba” , añade el veterinario. Entre una y otra aplicación, una por cada articulación, medió un mes. “En principio porque la infiltración suele causar molestias durante un tiempo aunque, en este caso, no le molestó ni la primera ni la segunda vez. Es más, a partir de la primera infiltración ni siquiera cojeó en ningún momento” , recuerda Alonso, que explica que, por ejemplo, en el caso de una lesión de ligamento cruzado an- terior se infiltrarían las células madre directamente en la cavi- dad articular, de manera que ayuden a regenerar el ligamento. Sin embargo, con Luna lo que se pretendía no era la regenera- ción articular, sino la capacidad antiinflamatoria que tienen las células madre a nivel articular, creándose así un círculo positi- vo: “Si no tienes inflamación no tienes dolor, si no tienes dolor ca- minas y, si caminas, musculas. Si tienes muy buena masa muscu- lar, aunque las articulaciones sean un pocomediocres, funcionan”. Tono muscular Precisamente en el caso de Luna lo que se buscaba era contro- lar la inflamación. “Más allá de eso, seguramente si le hacemos una radiografía dentro de seis meses sus caderas no habrán me- jorado nada, quizá estén igual o, radiográficamente, puede que hasta un poco peor, pero si no hay dolor la perra habrá recupera- do mucha masa muscular y no tendrá las molestias que presen- taba al caminar” , considera Alonso. “Es una cuestión de tono muscular. Conocemos perros que tienen caderas desastrosas cuyos propietarios, ya desde un principio, se han motivado y tienen muy controlado el peso y el ejercicio regu- lar. Los perros, pese a sus caderas, estánmuy bienmusculados, no cojean y si tienen que caminar tres horas lo hacen sin problema” , expone, insistiendo en la idea de que lo importante en esta intervención era controlar la inflamación asociada. Calidad del pelo “La perra está perfectamente. Como si fuera una cachorra. Se siente mejor y probablemente menos dependiente y con menos necesidades de soporte del propietario” , dice el veterinario, a quien le ha llamado la atención la calidad del pelaje del animal. “Tenía el típico pelo de pastor alemán mayor y ahora te llama la atención la calidad que tiene” , indica Alonso, que recuerda que las terapias con células madre no tienen ni mucho menos el éxito garantizado. “El porcentaje de éxito es de entre un 60% y un 80%. De cada 100 casos sabes que los 100 no van a ir bien y la estadística puede ser traicionera si tienes la mala suerte de que tus tres primeros casos pertenezcan a ese grupo” , asegura. Por ello, sostiene que es im- “La tasa de éxito es relativamente alta, con resultados que la medicina tradicional ya no te puede ofrecer”

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