IM VETERINARIA #12

24 im veterinaria Esta experimentada veterinaria sabe bien loque es la gestiónempresarial. Desdeun tiempo a estaparteha trabajado duro junto a su pareja para hacer realidad su propio proyecto: Clínica Veterinaria Kinkajú. Marina Cuesta nos recibe en pleno centro de Gua- dalajara. Con una amplia sonrisa, en sus ojos reluce el ánimo emprendedor. “Me dedico a los animales exóticos, es una especialidadmuy amplia que requiere conocer elmanejo y lamedicinade un enorme número de especies” , cuestión quemerece especial atención ya que “muchas veces nos encontramos ante la difícil situaciónde carecer de informaciónfiable y reciente so- bre el uso demedicamentos en una especie concreta” . El cuidado de los animales exóticos necesita avanzar e incorporar mejoras. “Hasta hace poco tiempo, los compañeros atendían a este tipo de animales como si fueran perros o gatos pequeños sin los conocimientos ni medios adecuados para desarrollar una medicina de calidad” . Praxis que, al igual que otras, requiere de una constante actualización. “Cada día aparecen estudios que aportannueva información. Hastaahora sólo contábamos con empirismos y extrapolaciones de estudios realizados en otras especies y humanos” , se queja Marina. Así Kinkajú nace con el objetivo de satisfacer esa necesidad por garantizar la salud de los animales exóticos, ofreciendo trata- mientos y servicios personalizados para cada tipo de especie. “Antes, muchos de los casos eran remitidos a Madrid por la falta de especialistas de exóticos en la provincia. Ahora, hemos dise- ñado y equipado nuestras instalaciones para poder ofrecer una solución a este problema; por ejemplo, los equipos diagnósticos que utilizamos han sido elegidos por su versatilidadparapoder ser empleados en una amplia variedad de especies” . Precisamente, esta ha sido una cuestión esencial: invertir en la aparatología adecuada que permita satisfacer al mismo tiempo las necesi- dades de un dogo alemán de 70 kg, de un hámster de 100 gr o de un periquito de 30 gr. No obstante, y a pesar de las dificultades, todo seríamuchomás sencillo si existiera mayor compañerismo entre los profesio- nales. “Los propios veterinarios somos nuestro peor enemigo. Cuidarnos unos aotros, respetarnos yapoyarnos debería ser unade nuestras prioridades. Si cumpliéramos conunapremisa tan sencilla comoesta, desapareceríangranpartede losproblemasqueacosan a nuestra profesión”. Precariedad laboral y falta de corporativis- mo son algunos de los principales problemas que acucian al sector, pero también “la necesidad de un convenio colectivo que regule nuestra actividad. En el ámbito de la medicina clínica, los directores de las clínicas deberíamos asumir las responsabilidades del liderazgo y gestionar mejor nuestros recursos humanos”. Solo así, aseguraMarina, se logrará avanzar enmejoras laborales. Junto a ello, también hace falta una mayor consideración por parte del Gobierno: “El IVA aplicado a los servicios veterinarios sigue siendouna losa importante para laprofesión y lleva implícita una consecuencia que entraña gran riesgo: desligar la clínica de animales de compañía de la salud pública” . Cuestión esencial si queremos informar y proteger a la población de las enfermeda- des que pueden transmitir las mascotas. Mayor educación es lo que reivindica la co-directora del centro Kinkajú. Con un conejito en las manos Marina nos dice adiós, no sin antes desvelarnos su opinión con respecto al futuro: “A pesar de la elevada competencia, debemos orientarnos hacia la especiali- zación y la diferenciación”. Y, por supuesto, mayor colaboración multidisciplinar entre los profesionales: “Una buena comunica- ción entre veterinarios de distintos centros permitirá mejorar la calidad de nuestros servicios y tratamientos e incrementará las posibilidades de éxito de muchos casos clínicos”. Marina Cuesta (Clínica Veterinaria Kinkajú, Guadalajara) “La veterinaria de animales exóticos es una especialidad muy amplia que requiere conocer la medicina de un enorme número de especies”

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