Una mutación genética en los perros labradores hacen que sea más propensos a la obesidad

La investigación, liderada por la doctora Eleanor Raffan del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge, encontró que la mutación se encuentra en un gen llamado POMC, que desempeña un papel crucial en el control del apetito y la energía.

07/03/2024

Un estudio reciente publicado en la revista Science Advances ha revelado un hallazgo sobre los perros de raza Labrador retriever: aproximadamente una cuarta parte de ellos tienen una mutación genética que los hace más propensos a sentir hambre constantemente y a quemar menos calorías. Esta combinación genética puede conducir a ...

Un estudio reciente publicado en la revista Science Advances ha revelado un hallazgo sobre los perros de raza Labrador retriever: aproximadamente una cuarta parte de ellos tienen una mutación genética que los hace más propensos a sentir hambre constantemente y a quemar menos calorías. Esta combinación genética puede conducir a problemas de obesidad si no se maneja adecuadamente.

La investigación, liderada por la doctora Eleanor Raffan del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge, encontró que la mutación se encuentra en un gen llamado POMC, que desempeña un papel crucial en el control del apetito y la energía.

Según el estudio, el 25% de los Labradores y el 66% de los perros retriever revestidos planos tienen esta mutación genética. Esto se traduce en un mayor interés por la comida y un riesgo aumentado de obesidad.

La Dra. Raffan explicó que los perros afectados por esta mutación tienden a buscar comida todo el tiempo y a comer en exceso, incluso cuando no necesitan más alimentos para sentirse llenos. Además, estos perros queman alrededor de un 25% menos de energía en reposo que los perros sin la mutación, lo que significa que necesitan menos calorías para mantener un peso corporal saludable.

Los investigadores advierten que los dueños de estos perros necesitan prestar una atención especial a la alimentación y el ejercicio de sus mascotas para evitar problemas de peso. Recomiendan la utilización de comederos de puzzle o esparcir la comida en el jardín para hacer que la alimentación sea más lenta y entretenida.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre los mecanismos genéticos detrás de la obesidad en los perros, sino que también tiene implicaciones para la investigación sobre la obesidad humana. Los estudios sugieren que la vía cerebral afectada por la mutación POMC es similar en humanos y perros, lo que podría ayudar a desarrollar tratamientos más efectivos para la obesidad en ambas especies.

El estudio fue financiado por The Dogs Trust y Wellcome, y representa un avance significativo en nuestra comprensión de la obesidad en los perros y su relación con la genética.

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