La Asociación Mundial Veterinaria (WVA) considera que existe una necesidad urgente de planes de preparación nacional y de un alivio veterinario internacional coordinado destinado al apoyo de los animales, así como la consideración de protecciones de ecosistemas y hábitats durante conflictos armados y desastres naturales.

Los animales son seres sensibles, capaces de sentir miedo, angustia y dolor, pero la protección de sus necesidades no se considera suficientemente durante conflictos armados o la gestión de desastres. Las autoridades veterinarias en cada país deberían tener un plan de contingencia aprobado y adecuadamente financiado para la atención veterinaria de emergencia, rescate y apoyo de animales domésticos y salvajes cautivos como parte de su Plan Nacional de Preparación para Desastres. El plan debería considerar las circunstancias locales específicas y, como mínimo, proporcionar:

1. Registro y coordinación de instalaciones para el refugio de animales, alimentación específica para cada especie y agua potable, y atención veterinaria de emergencia de animales domésticos y salvajes cautivos, siempre que sea posible, y reubicación a un entorno seguro o eutanasia o despoblación humana de los animales bajo supervisión veterinaria, cuando no sea posible;
2. Fuerzas de trabajo especializadas capacitadas para proporcionar atención veterinaria de emergencia y apoyo, y cuidado proactivo (incluida la consideración del cuidado veterinario preventivo, exclusión de brotes de enfermedades, eutanasia y despoblación de emergencia), con el equipo y suministros necesarios;
3. Mantener a los civiles desplazados junto con sus animales de compañía, además de evacuar de manera segura a otros animales, cuando sea posible, para mejorar la seguridad y la resiliencia mental de las personas y optimizar el cuidado de los animales;
4. Atención veterinaria y gestión de animales de trabajo utilizados para transporte, servicios de inteligencia y otras actividades durante desastres y conflictos armados; y
5. Protección de hábitats de vida silvestre y corredores de migración, siempre que sea posible, para mitigar los efectos de los conflictos armados o desastres en los ecosistemas y especies animales.