Enrique Martín lleva 36 años dedicándose a la medicina veterinaria. Está al frente, junto a Eloy Sanz, de la Clínica Veterinaria Liébana, en Santander. "Para mí la veterinaria es la práctica de la medicina en los animales de compañía, que es nuestra especialidad", comenta.

Una especialidad que, en los últimos años, ha avanzado a pasos agigantados. "Somos veterinarios generalistas, pero cada vez hay más especialización dentro de las diferentes áreas de la medicina. Por ello los centros se equipan con ecógrafo, tac, resonancia magnética, etc., que permiten ofrecer diagnósticos y tratamientos cada vez más adecuados y personalizados", explica.

Y quién mejor que este veterinario experimentado para contarnos su día a día: "Por la mañana ingresan las mascotas que tienen programada una cirugía y las que tienen chequeo de salud u control de patología, y a lo largo del día tienen lugar las consultas de pacientes a tratamientos profilácticos; o por estar enfermos y requieren hacer diagnósticos". La gestión empresarial es otra actividad que se añade a las tareas diarias. "Considero que la gestión en un centro pequeño hace que los problemas sean pequeños, y si creces, todo se complica y los problemas empiezan a ser más grandes".

Un exponente de cómo el veterinario contribuye a la Salud pública son los planes de salud. "Nuestra labor sanitaria es muy importante, ya que no solo velamos por la salud de las mascotas, sino que además cuidamos de la salud de sus propietarios", valora Enrique Martín.

Pero si hay algo que este veterinario echa de menos es la falta de implicación de las nuevas generaciones. "Me gustaría que hubiera más corporativismo", asegura, y añade: "Una de las necesidades más urgentes de la profesión es una regulación interna que permita dar a la sociedad todo lo que demanda de nosotros, sin que ello suponga una dedicación al 100%".

Con el afán de conseguir una única salud, el profesional veterinario tiene a su disposición herramientas como la medicina preventiva, una buena alimentación y el conocimiento etológico, que se traducen en beneficio de salud para todos. "Respecto al convenio colectivo, pienso que la regulación es buena, aunque es más fácilmente aplicable a los grandes centros, y sería importante que todos cumplieran el mismo convenio y que no hubiera otros convenios de empresas que pertenecen a grupos".

En los próximos años la clínica veterinaria experimentará más cambios con la entrada de fondos de inversión. "Creo que convivirán los grandes junto a un porcentaje de pequeños". Sin embargo, el futuro sigue siendo esperanzador para el sector: "Los tutores de mascotas quieren que estén lo más saludables posibles, y por ello demandan, y demandarán, nuestros servicios".

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