La Asociación Veterinaria Británica (BVA) está aconsejando a los equipos veterinarios que consideren toda la información clínica disponible junto con los resultados de las pruebas de laboratorio para Brucella canis y evalúe individualmente los casos de riesgo a la hora de decidir sobre el tratamiento adecuado o las opciones de eutanasia para aquellos perros que dan positivo.

El asesoramiento se enmarca dentro de una nueva posición política conjunta de BVA, la Asociación Veterinaria Pequeñas Animales Británicas (BSAVA), Society for Practicing Veterinary Surgeons (SPVS) y la Asociación Británica de Enfermería Veterinaria (BVNA), que incluye 13 recomendaciones y un conjunto de recursos en torno al diagnóstico, pruebas y manejo de Brucella canis. La posición también pide al Gobierno que endurece las normas de importación de mascotas e introduzca las pruebas obligatorias de preimportación adecuadas para cerrar la puerta a esta y otras enfermedades exóticas graves.

La posición política aconseja a los veterinarios:

• Utilíce su criterio clínico para tomar una decisión contextualizada con respecto a las pruebas de B. canis, sobre la base de la evaluación del riesgo y conversaciones con el propietario de los animales y todas las partes interesadas pertinentes. La información de esta posición política, así como de APHA y BSAVA, será útil a la hora de tomar estas decisiones.
• Haga conciencia a los propietarios de los costos asociados y los posibles resultados antes de que se realicen las pruebas para garantizar el consentimiento informado.
• Utilíce B. canis SAT e pruebas serológicas iELISA en la mayoría de los casos para determinar el estado de infección de un perro, utilizando muestras de sangre tomadas tres meses después de una posible infección. Sin embargo, las pruebas serológicas por sí solas no deben utilizarse para confirmar la infección, y los resultados deben ser considerados junto con evidencia adicional, como signos clínicos, historial de movimiento y probabilidad de exposición a la infección.
• El riesgo individualmente evalúa los casos a la hora de decidir sobre las opciones adecuadas de tratamiento o eutanasia tras la confirmación de la infección por B. canis. La calidad de vida y el impacto potencial en ese perro, otros perros y personas deben tener prioridad sobre la longevidad para el perro infectado.
• Trabajar para mejorar la conciencia de los signos clínicos y los factores de riesgo entre los colegas y el público propietario de animales para ayudar a controlar y minimizar la propagación de la enfermedad, al tiempo que continúa proporcionando la atención adecuada a los perros potencialmente en riesgo.

Estas y otras recomendaciones en la nueva posición política consideran cuidadosamente las conclusiones del informe HAIRS de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido en septiembre pasado, que clasificó el riesgo para el público en general como muy bajo y para las personas con mayor riesgo de exposición, incluidos los equipos veterinarios y los propietarios de perros infectados, como bajas.

En los últimos cuatro años, ha aumentado el número de casos identificados de B. canis en el Reino Unido, que anteriormente había sido esporádico y aislado. Los datos divulgados por el Gobierno muestran que los casos pasaron de sólo tres antes de 2020 a 240 en los últimos tres años. La mayoría de los perros eran importados, habían regresado de vacaciones en el extranjero o habían sido criados con un perro importado. En 2022, también surgieron noticias del primer caso británico de transmisión de perros a humanos, destacando los riesgos para aquellos que manejan y tratan a los perros infectados y elevan los niveles de preocupación dentro de los equipos veterinarios, a pesar de que esto es relativamente bajo.

En respuesta al lanzamiento de la nueva posición política, la presidenta de BVA, Anna Judson, dijo:

El aumento de los casos detectados de Brucella canis en los últimos años debe tomarse en serio, al tiempo que hay que tener en cuenta que el riesgo para los seres humanos, incluso para los equipos veterinarios, se considera bajo en la actualidad.

El ensayo y la toma de decisiones de los casos sospechosos o confirmados de B. canis pueden ser complicados y difíciles, razón por la cual nuestro consejo a los profesionales veterinarios debe hacer uso de la información de evaluación de riesgos proporcionada por APHA, BSAVA y BVA a la hora de tomar cualquier decisión.

La interpretación de los resultados de las pruebas es un reto, y una sola prueba serológica por sí sola no es suficiente para confirmar definitivamente el estado de infección de un perro. Recomendamos que se tengan en cuenta los signos clínicos, los vínculos epidemiológicos y el diagnóstico al evaluar el estado de infección de un perro y considerar qué medidas tomar.

Los equipos de la eterinaria deben seguir tomando las precauciones adecuadas para mitigar los riesgos de los perros potencialmente infectados.

Seguimos pidiendo al Gobierno que introduzca pruebas obligatorias de preimportación adecuadas y endurece las normas de importación para reducir el riesgo de que esta y otras enfermedades exóticas graves entren en el Reino Unido.

El presidente de BSAVA, Carl Gorman, dijo:

Brucella canis demuestra los riesgos potenciales que representan las enfermedades importadas tanto para la salud humana como para la salud animal. El hecho de que un perro pueda llevar la enfermedad sin signos clínicos obvios o que los signos clínicos pueden ser ambiguos, comprensiblemente crean un grado de incertidumbre tanto para los veterinarios como para los dueños de mascotas.

El documento de información científica de la BSAVA proporciona información relevante para el personal veterinario en la práctica, junto con los recursos de APHA, y alentamos su uso por veterinarios en la práctica para apoyar la toma de decisiones con los propietarios sobre opciones adecuadas adaptadas a su situación particular. Los veterinarios también están bien situados para ayudar a educar a los propietarios y aumentar su conciencia no sólo sobre el impacto que un perro infectado puede tener en la comunidad, sino también, sobre cómo se puede minimizar la propagación de la enfermedad.

El presidente del SPVS, Ryan Davis, dijo:

Vemos a Brucella canis como un problema a abordar ahora. Si bien la incidencia es actualmente baja, el riesgo para nuestros equipos es muy real, por lo que actuar antes de que la enfermedad sea endémica es crucial. La posición política de BVA a la que hemos contribuido son un recurso valioso para los equipos, pero que deben estar respaldados por la legislación gubernamental.

La presidenta de BVNA, Lyndsay Hughes, dijo:

Sabemos que actualmente hay mucha preocupación e incertidumbre dentro de la profesión veterinaria de enfermería con respecto a la incidencia de casos potenciales y reales de Brucella canis, y el riesgo para la salud humana - particularmente dentro de nuestros equipos veterinarios. La profesión y el público deben estar seguros de que este riesgo es actualmente bajo, sin embargo no podemos ignorar que la incidencia de Brucella canis está aumentando.

Animamos a los equipos veterinarios a colaborar con esta posición política, a fin de asegurar que el riesgo de Brucella canis para la salud humana siga siendo minimizado. Las enfermeras veterinarias están en una posición ideal para contribuir a la implementación de protocolos de práctica eficaces, junto con la educación de los clientes, y así involucrarse con la base de evidencias en evolución sigue siendo tan crucial como siempre.

El aumento de los casos de Brucella canis en los últimos años también pone de relieve una importante necesidad de que el Gobierno establezca normas de importación más sólidas para los animales que ingresan al Reino Unido, incluyendo pruebas obligatorias de pre-importación apropiadas.