La Asociación Británica de Veterinaria (BVA), que representa a más de 19.000 veterinarios en todo el Reino Unido, ha publicado una presentación conjunta para la revisión de la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) del mercado de servicios veterinarios para mascotas domésticas del Reino Unido.

La presentación ha sido compilada con la Asociación Británica de Veterinarios de Pequeños Animales (BSAVA), la Sociedad de Cirujanos Veterinarios en ejercicio (SPVS), la Asociación Británica de Enfermería Veterinaria (BVNA) y el Grupo de Gestión Veterinaria (VMG).

La presentación describe el valor de la atención médica altamente calificada que brindan los veterinarios y explica en detalle el rango de costos que cubren las tarifas de los veterinarios. Además, reconoce que una mayor transparencia en torno a los precios del tratamiento y la propiedad de las prácticas ayudaría a informar la elección del consumidor.

La presidenta de la Asociación Veterinaria Británica, Anna Judson, afirmó : "El aumento de los precios es una preocupación para todos, especialmente durante una crisis del costo de vida, pero es vital reconocer que no existe un NHS para las mascotas. La atención médica altamente calificada que los equipos de veterinarios están trabajando incansablemente para brindar es costosa de brindar, pero los honorarios de los veterinarios son un reflejo justo de la inversión en personal, equipos médicos de última generación, suministros médicos, medicamentos y el tiempo de los equipos de veterinarios. dedicarnos al cuidado de cada paciente. Sin embargo, esta es una oportunidad oportuna para que reflexionemos sobre la importancia de la transparencia en relación tanto con los precios como con la propiedad de la práctica. Queremos ver una competencia sana, opciones para los consumidores y negocios veterinarios prósperos".

La presentación destaca el panorama desafiante en el que opera la profesión, que incluye: la actual escasez de mano de obra, exacerbada por el Brexit; el crecimiento de la demanda de servicios debido al boom pandémico de las mascotas; cambios en las expectativas de los clientes en línea con los avances médicos; y el aumento del abuso por parte de los clientes, particularmente como resultado de la crisis del costo de vida y de los clientes que luchan con el costo del cuidado de sus mascotas. También existe una desconexión entre la atención que los clientes esperan para sus mascotas y el precio que esperan pagar, en gran parte como resultado de la falta de información sobre lo que cuesta su propia atención médica debido a la atención gratuita en el punto de entrega proporcionada por el NHS.

La presentación aborda específicamente las cuatro cuestiones clave en las que se centra la revisión de la CMA:

• Precios de los servicios
  * Para funcionar como empresas financieramente sostenibles y viables, los consultorios veterinarios deben cobrar adecuadamente por sus servicios. Las tarifas cubren una variedad de costos que incluyen salarios, equipos, medicamentos, instalaciones y otros gastos generales que impactan el costo final para el cliente. Todos estos costes han aumentado significativamente en los últimos años debido a la alta inflación y otros factores más específicos del sector veterinario.
  
  * Los salarios representan una proporción significativa de los gastos de la práctica aunque, en términos relativos, se han mantenido bajos. Sin embargo, cuando los salarios han aumentado, esto se debe en parte a problemas de contratación y retención, junto con la inversión en mejores condiciones laborales para que el personal mejore su bienestar. Los aumentos salariales ahora reflejan mejor las habilidades profesionales y el alto nivel de servicio que brindan los veterinarios y las enfermeras veterinarias.
  
  * El regulador, el Real Colegio de Cirujanos Veterinarios (RCVS), exige que los veterinarios sean abiertos y honestos respecto de los honorarios del tratamiento veterinario. La transparencia en torno a los costos y el verdadero valor de la atención veterinaria es clave para brindar a los clientes opciones y brindar una atención personalizada.
  
• Recetas y medicamentos
  * De acuerdo con las reglas de RCVS, los veterinarios pueden cobrar un cargo razonable por las recetas escritas, los clientes deben recibir información adecuada sobre los precios de los medicamentos y los clientes pueden solicitar una receta y obtener medicamentos de otro veterinario o farmacia. El crecimiento de las farmacias en línea, que pueden suministrar medicamentos más baratos debido a menores gastos generales y los beneficios de las economías de escala, ha hecho que sea cada vez más importante que los veterinarios cobren adecuadamente por sus servicios profesionales, que históricamente estaban subsidiados por las ventas de medicamentos.
  
• Elección de un veterinario y transparencia de la propiedad
  * La presentación apoya la transparencia de la propiedad, ya sea que los consultorios veterinarios sean pequeños independientes o parte de una gran cadena, para que los dueños de mascotas puedan elegir la mejor opción para sus necesidades y para la salud y el bienestar de sus animales.
  
• Atención de emergencia y fuera de horario
  * Históricamente, los consultorios veterinarios proporcionaban su propia cobertura fuera de horario y en muchos casos este servicio no se cobraba adecuadamente, si es que se cobraba, lo que requería que los veterinarios y el personal de apoyo trabajaran horas excesivamente largas. Ha habido un cambio significativo en el sector de los animales de compañía hacia la subcontratación de la atención fuera de horario a proveedores con una estructura más viable comercialmente, para garantizar que se pueda brindar una atención veterinaria adecuada.

La presentación también reconoce que el crecimiento de la propiedad corporativa de las prácticas ha cambiado significativamente el panorama veterinario.

La propuesta apoya plenamente la competencia sana, la elección de los consumidores y la diversidad de modelos de negocio, para que los clientes puedan elegir la mejor opción para satisfacer sus necesidades y la salud y el bienestar de sus animales.

La Ley de Cirujanos Veterinarios de 1966 está obsoleta y la BVA pide modernización y reforma, incluida la introducción de una regulación de las empresas veterinarias. Tampoco es apropiado que sólo los veterinarios y enfermeras veterinarias puedan ser considerados responsables de decisiones que pueden impactar directamente en la salud y el bienestar de los animales: las prácticas veterinarias también deben regularse.

Anna Judson añadió: "En nuestra presentación a la CMA, explicamos los complejos desafíos que enfrenta la profesión, además de resaltar el valor de la atención veterinaria. La revisión de la CMA proporcionará información valiosa, pero es esencial que cualquier recomendación se base en pleno conocimiento y comprensión del panorama veterinario actual y las presiones bajo las que opera la profesión, incluida la escasez de mano de obra".