Tras un 2020 devastador para la economía española, 2021 tenía que ser el inicio de una recuperación económica que dejara atrás los estragos más amargos de la pandemia. Las previsiones del Gobierno de España avistaban una recuperación consolidada, sobre todo a partir del segundo semestre del año, principalmente gracias a la campaña de vacunación contra la Covid-19. Pero tras un primer trimestre del año malo, protagonizado por las medidas de restricción, el ejecutivo español se veía obligado a revisar a la baja algunos de los indicadores macroeconómicos. Aun así, se esperaba un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) entre el 6,5% y el 7%.

Sin embargo, la evolución económica del año ha dejado las aspiraciones del ejecutivo a medio camino. Con una campaña de verano todavía marcada por las restricciones, y un repunte de los contagios en diciembre, el PIB español no habría crecido tanto en 2021. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) situaban el crecimiento del PIB español en noviembre de 2021 en un +3,4%. Por otro lado, tras una campaña de Navidad moderadamente buena, e Banco de España calcula que el crecimiento del PIB en 2021 se habría quedado en un incremento del +4,5%, dos puntos menos que los previstos por el Gobierno.

La creación de empleo supera las previsiones, pero con matices

La principal bandera de la gestión económica de la crisis del Gobierno central la encontramos en el empleo. España cerraba 2021 con un paro registrado de 3,1 millones de personas. Una cifra mejor de la esperada. En tan solo un año, el mercado laboral español conseguía crear 776.478 puestos de trabajo y reducir el paro un 20%. Los buenos datos anunciados a inicios de 2022 sorprendían al propio Gobierno, y se mostraban como el mejor ejemplo de la recuperación económica. "Los datos vuelven a reflejar el avance de la recuperación en España. No nos detenemos. Trabajamos para combatir la precariedad y seguir creando empleo de calidad", aseguraba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de su perfil de Twitter tras conocerse los datos de paro registrado divulgados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) mostraban un nuevo máximo de trabajadores afiliados a la Seguridad Social con 19.824.911 personas. Sin embargo, no todos los datos relativos al empleo invitan al optimismo. Según el propio Ministerio, el 89% de los 1,68 millones de contratos firmados en diciembre fueron temporales. La contratación indefinida, a pesar de mejorar los datos de 2020, es todavía débil, sobre todo en los sectores asociados a las actividades turísticas y hosteleras.

Tampoco invitan al optimismo los datos del poder adquisitivo. Según el informe Evolución salarial 2007-2021 publicado por EADA e ICSA, el salario medio en España decreció en 2021 entre un 0,56% y un 4,1%. Los datos del estudio estiman que el salario medio de los empleados españoles descendía en 2021 hasta los 23.400 euros brutos.

La inversión crece menos de lo esperado

El Gobierno de España estima un crecimiento sostenido de la inversión en el país durante el 2021. En concreto, los pronósticos realizados por el ejecutivo en el Informe de Situación de la Economía Española 2021 revisan al alza la inversión de bienes de equipo, con un crecimiento interanual del 16,5%. Sin embargo, el propio ejecutivo rebaja hasta un crecimiento del 6,1% la inversión en el sector de la construcción. Todo ello lleva a revisar "ligeramente a la baja" la inversión del país "a tenor de los datos del primer trimestre de inversión en construcción, por debajo de lo esperado".

Por el contrario, el ejecutivo ha tenido que revisar al alza las exportaciones de España a otros países, sobre todo gracias al incremento de las exportaciones de bienes desde principios de año. La reactivación del mercado internacional ha hecho disparar las exportaciones del Estado español un 21,2% hasta noviembre. Las cifras hacen recuperar el ritmo de exportaciones prepandemia, tras el hundimiento del -20,2% sufrido en 2020. Sin embargo, también se han recuperado las importaciones, con un crecimiento del 23,6%. Los datos de noviembre 2021 sitúan el déficit comercial de España en 20.836 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 68,7% y uno de los mayores de los últimos años.

El turismo extranjero: la gran cuenta pendiente para reactivar el consumo

El repunte de la inversión, junto con el ahorro forzoso generado por los hogares en 2020, hacían prever una recuperación inminente del consumo. El ejecutivo central calcula que las medidas de restricción existentes en 2020 y el primer trimestre de 2021 habían hecho acumular hasta 60.000 millones de euros de ahorro en los hogares. Sin embargo, el repunte del consumo ha sido menor del previsto por el Gobierno. Según el informe Situación Consumo de BBVA Research, las compras en España han crecido menos de lo esperado en el segundo semestre del año. En concreto, el estudio estima un crecimiento del consumo del 5,2% interanual en 2021.

Parte de este estancamiento en el consumo se debe al turismo extranjero. El ejecutivo central apostaba por "la reactivación del turismo" a partir del segundo trimestre del año. Sin embargo, el impacto de la pandemia ha impedido cumplir las previsiones. Según datos del INE, en 2021 llegaron un total de 28,18 millones de turistas extranjeros. Una cifra superior a los 18,9 millones de turistas internacionales que vinieron en 2020, pero todavía muy lejos de los más de 80 millones de visitantes que se obtuvieron antes de la pandemia.

En cambio, sí se reactivó el turismo doméstico, donde el consumo creció un 20% hasta julio, respecto al 2020. Los datos coinciden con las previsiones del Informe de Situación de la Economía Española 2021, que identifican un incremento del 6,5% de la demanda nacional.

La inflación, algo más que un fenómeno coyuntural

Las previsiones del ejecutivo para la marcha económica del país identificaban el incremento de los precios como un "fenómeno coyuntural" en julio. El propio informe admite que el incremento del IPC en el primer semestre del año había hecho rebajar las previsiones de consumo. Sin embargo, la evolución de los precios en el segundo semestre del año se ha acentuado, afectando directamente en el consumo. Según datos del INE, el Índice de Precios de Consumo (IPC) creció en diciembre un 6,5% interanual, el mayor crecimiento de las tres últimas décadas. Los datos muestran una inflación media en 2021 del 3,1%. El relato del ejecutivo ha cambiado, y ahora ya no se espera una desaceleración inmediata del precio de la vida, por lo que podría afectar directamente al crecimiento económico del país en 2022.

Las ayudas de apoyo a la solvencia empresarial, incapaces de mejorar la deuda de las compañías

El Gobierno de Pedro Sánchez también saca pecho por las medidas de apoyo a la liquidez y la solvencia que ha decretado el Gobierno desde el estallido de la pandemia. Según el ejecutivo, las medidas "han mitigado el deterioro de la solvencia empresarial y, con ello, el riesgo de cierre en empresas viables". El Gobierno calcula que las líneas de avales ICO habrían conseguido reducir del 14% al 5% el porcentaje de empresas viables con déficits de liquidez severos. Unas cifras que situarían la solvencia empresarial por encima de la existente antes de la pandemia. Pero esta reducción de la insolvencia se ha traducido en un mayor endeudamiento. Según los últimos datos del Banco de España, las empresas españolas cuentan con una deuda neta de 960.800 millones de euros. Se trata del mayor nivel de deuda empresarial desde 2015. Y el incremento ha sido exponencial desde el estallido de la crisis. El supervisor español calcula que desde marzo de 2020 la deuda de las empresas se ha incrementado en 84.386 millones de euros; un aumento del 7,7%.

La deuda de las empresas se puede interpretar como una necesidad derivada del aumento de las inversiones realizadas a medida que avanza la recuperación económica. Sin embargo, también se debe a la necesidad de reestructuración empresarial y refinanciación de deuda, según el Banco de España. Además, los niveles de endeudamiento empiezan a ser preocupantes. La deuda de las empresas supone el 82,8% del PIB del país. Un porcentaje que se eleva hasta el 167% si se suma la deuda de los hogares.

Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.