La Asociación del Sector del Animal de Compañía (ASAC) habla de una actual "situación delicada" para los pequeños negocios españoles, con la crisis de las mercancías y el transporte azotando de manera especial a los productos para mascotas, y con una firme posición en contra de la nueva legislación que prevé aprobar el Gobierno. A la presidenta de ASAC y propietaria de dos comercios en la provincia de Girona, Conxita Parals González, no le cabe la menor duda de que, si la futura Ley de Derechos Animales se aprueba, será el fin del pequeño negocio de venta de productos animales y de animales de compañía. "En siete o diez años nos quedamos sin comercios", vaticina.

Las consecuencias de esta ley castigarían a hasta 850.000 familias, calcula Parals, si se cuenta también al sector de la caza, "que representa un 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en España".

"La solución es que nos dejen tener animales en las tiendas. A mí no me gusta ni me interesa como negocio tener un animal enfermo, porque no quiero que me denuncien y porque, sobre todo, me gustan los animales". Alega que es imposible sostener un negocio vendiendo solo "alimentos, juguetes, rascadores, etc. El abandono animal no viene de las tiendas", reitera.

Para ASAC, la Administración debería centrarse en unificar la ley. A día de hoy, una persona puede comprarse un erizo africano de manera legal en Andalucía, acción que en Cataluña es ilegal. La ley que contempla el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 prohibiría la venta de animales en comercios, "excepto peces", pero no regularía a nivel estatal qué animales se pueden comprar y/o vender en cada comunidad autónoma.

Parals recuerda y denuncia la realidad que se da al respecto: "La mayoría de gente los compra por internet y en negro". Además, desvela que están en conversaciones con Anfaac "y más organizaciones para ir todos a una en contra de esta ley. No favorece a nadie, que yo sepa". Y esta situación se agrava más cuando desde hace unos meses se avecina una crisis global en las mercancías y en los transportes, que ya ha derivado en la subida del precio en algunos productos. "Las jaulas de pájaro han subido entre un 30 y un 40%, y los rascadores de gato ya cuestan el doble. Con este aumento la gente no va a tener dinero para comprar tantas cosas".

Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.