¿Cómo detectar a tiempo una patología cardiaca en mi perro?

Uno de cada diez perros presentan enfermedades del corazón. Las relacionadas con la válvula mitral y las cardiomiopatías son las más frecuentes en todas las razas caninas.

21/09/2021

El corazón de un perro late un promedio de 144.000 veces al día a un ritmo de entre 70 y 120 veces por minuto. Este es el motor de su cuerpo encargado de bombear la sangre a todos los órganos para que puedan tener oxígeno y nutrientes para su correcto ...

El corazón de un perro late un promedio de 144.000 veces al día a un ritmo de entre 70 y 120 veces por minuto. Este es el motor de su cuerpo encargado de bombear la sangre a todos los órganos para que puedan tener oxígeno y nutrientes para su correcto funcionamiento.

Las enfermedades cardiacas, al igual que en los humanos, son un problema común entre los canes; 1 de cada 10 perros padece una patología cardiaca. A medida que los perros envejecen la incidencia de estas patologías puede llegar a tasas superiores al 60%.

Desafortunadamente, estas cardiopatías a veces no presentan síntomas visibles o los presentan demasiado tarde, cuando la enfermedad está ya muy avanzada. Únicamente pueden detectarse a través de revisiones veterinarias que se aconsejan sean periódicas a partir de los 5 años.

Aunque influyen factores como la raza, la edad e, incluso, el género; todos los perros pueden desarrollar una cardiopatía. Las más comunes son la Enfermedad de la Válvula Mitral y la Cardiomiopatía Dilatada.

Enfermedad de la Válvula Mitral

Esta cardiopatía se caracteriza porque las válvulas del corazón que separan aurículas y ventrículos se engrosan alterando su morfología normal y dificultando su buen funcionamiento. Al no cerrar de forma hermética la cavidad, la sangre puede retroceder en la dirección equivocada lo que provoca que el corazón haga un mayor esfuerzo para que el organismo siga trabajando correctamente.

Solo en la última fase de la enfermedad aparecen algunos síntomas, tales como fatiga, intolerancia al ejercicio o tos. Entonces decimos que el paciente ha entrado en insuficiencia cardiaca. Al principio de esta fase los síntomas suelen ser muy sutiles casi imperceptibles, y normalmente se atribuyen a que `la mascota se hace mayor´, luego van empeorando y se vuelven más graves en función del deterioro del corazón.

Este mal es más común en las razas de perros más pequeñas (menos de 20 kg) y de 5 a 8 años. La enfermedad de la válvula mitral afecta a todas las razas de perros, incluidas las razas cruzadas, sin embargo, algunas son más propensas a desarrollarlas como Cavalier King Charles, Caniche, Yorkshire terrier, Teckel, Bichón, Shi-Tzu, Schnauzer mini, Pomerania, Jack Russell, Fox Terrier.

"Se ha demostrado que si se detecta y se comienza a tratar la enfermedad con fármacos adecuados antes de que aparezcan los síntomas, se prolonga esta fase asintomática 15 meses, lo que supone aumentar la vida de la mascota al menos un 10%. Por este motivo, en el caso de las razas medianas y pequeñas, a partir de los 5 años, es muy recomendable realizarles un chequeo cardíaco periódicamente, y en el caso de que su corazón haya comenzado a agrandarse, a pesar de no mostrar síntomas aún, iniciar el tratamiento para prolongar la cantidad y calidad de vida", aconseja Raquel Alonso, veterinaria de Boehringer Ingelheim.

Cardiomiopatía Dilatada

Esta dolencia hace que el músculo cardíaco se debilite y agrande debido al estiramiento y el adelgazamiento de las paredes del corazón. Al estar el músculo dañado, la sangre no se bombea con normalidad por todo el cuerpo lo que puede provocar una muerte súbita por taquicardia o fibrilación si no se diagnostica a tiempo.

"Esta enfermedad avanza muy rápido y los síntomas pueden presentarse de forma súbita en forma de síncope, cuando la enfermedad está muy avanzada. Así que es muy importante su detección y tratamiento antes que se observen los primeros síntomas, por lo que los chequeos cardíacos en estas razas grandes a partir de los 4 años de edad son esenciales para comenzar a tratar a tiempo", afirma la veterinaria.

También es una afección genética, y las razas con mayor predisposición desarrollan esta enfermedad a una edad temprana, entre 4 y 6 años, son las grandes y gigantes, tales como Doberman, Boxer, Lobero irlandés, Gran Danés, Labrador, Golden Retriever, Pastor Alemán y San Bernando, entre otras.

En ambas patologías, un examen veterinario puede detectar la enfermedad; un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado pueden prolongar la cantidad y calidad de vida del animal. Al escuchar el corazón del perro con un estetoscopio se puede detectar un soplo, ruido anormal, que nos lleve a hacer pruebas adicionales como radiografía de tórax o ecografía del corazón que determinen el diagnóstico. En el caso de la cardiomiopatía dilatada, también puede ser necesario un electrocardiograma y/o análisis de sangre.

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