La oftalmología tanto en mascotas como en animales exóticos, salvajes y équidos ha sido su pasión desde su época estudiante, durante la cual pudo ser interna de oftalmología y tras su licen­ciatura realizar el postgrado en esta especialidad. Después de unos años compaginando la medicina general, la cirugía y la oftalmología, en 2010 Raquel Udiz dio el salto y fundó su propia clínica: Centro Oftalmológico Veterinario de Tenerife.

Su trabajo diario consiste en estar con las mascotas, protegerlas, sanarlas y acompañarlas. "Los animales domésticos son una parte importante de nuestra vida, de nuestra familia, y por tanto debemos cuidarlas". También las patologías oculares afectan de manera fundamental a la mascota, más de lo que nos creemos. "Una patología ocular puede producir dolor, causar malestar por limitar los sentidos y en esos casos un paciente puede mostrarse irascible, deprimido y agresivo", nos comenta Raquel Udiz. Añade, además, toda una declaración de intenciones hecha realidad: "Devolver a estos animales el bienestar, hace que vuelvan a ser los de antes".

En su día a día, Raquel Udiz lleva a cabo chequeos oculares a mas­cotas remitidas por otros compañeros, también realiza medicina ambulante en centros hípicos, zoos o centros de recuperación. En el caso de animales salvajes, una ceguera puede imposibilitar incluso su suelta en libertad.

Por supuesto en esta especialidad es esencial la tecnología. "La oftalmología requiere de aparatos específicos como son la lámpara de hendidura, el tonómetro, el oftalmoscopio, el electrorretinógrafo, incluso los ecógrafos son específicos para oftalmología. Con ellos podemos valorar el globo ocular de forma rigurosa, llegando a explorar hasta las diferentes capas de la córnea".

Y es que en Centro Oftalmológico Veterinario de Tenerife tratan diariamente patologías oculares que afectan a los animales, ade­más realizan diversas cirugías, algunas de ellas complejas como son los trasplantes corneales, cirugías de cataratas o cirugías de glaucoma. "Para ello contamos con un quirófano completamente equipado que nada tiene que envidiar a un quirófano de oftalmo­logía humana".

Claro está, la tecnología no lo es todo. El trato con el cliente es esencial. "Lo primero es explicar correctamente la patología de su mascota y todas las posibilidades terapéuticas que se le puede ofrecer, así como saber el momento en el que debemos derivar un caso". Para ello es fundamental estar formado. "Hay que mostrar seguridad sobre lo que se habla, y para ello hay que tener control de la materia".

Y con vistas al futuro, ¿qué hacer para seguir progresando? "La excelencia debe ser nuestra premisa, dar un aspecto profesional e intentar destacar. Buscar clientes ofreciendo calidad, no ofertas". En cuanto al avance de la telemedicina: "Debemos andar con pies de plomo, ya que puede darnos más problemas que beneficios si la utili­zamos mal. También los planes de salud en clínicas generales pueden ser una gran ayuda siempre que se realicen de forma adecuada".

Sin duda, la especialización veterinaria avanza, pero según Raquel Udiz aún queda pendiente reglar legalmente las especialidades. "Cada día hay más profesionales que centramos nuestro trabajo en una determinada área sin que exista una especialización reglada como sí ocurre en medicina humana". Otro aspecto que debe abordarse es que los propios veterinarios empiecen a creer más en ellos mismos. "El reconocimiento legal como sanitarios debería estar de forma prioritaria dentro de nuestras metas".