La dermatología tiene un puesto importante en las clíni­cas veterinarias. "Las patologías dermatológicas que vemos con más frecuencia en el Servicio de Dermatología son las alergias y las infecciones bacterianas, que muchas de las ve­ces están relacionadas entre sí", explica Laura Navarro, responsa­ble del Servicio de Dermatología de la Clínica Veterinaria Augusta en Zaragoza, de la que es co-propietaria desde el año 2002, y profesora asociada en el Departamento de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, donde además colabora con el Servi­cio de Dermatología del Hospital Veterinario (HVZ). Por detrás, y en orden de frecuencia descendente, la veterinaria destaca que estarían las enfermedades parasitarias, las neoplasias cutá­neas, las dermatopatías de origen hormonal y los desórdenes autoinmunes e inmunomediados.

Uno de los problemas más frecuentes y cuya prevalencia en el pe­rro y el gato ha ido en aumento a lo largo de los últimos 20 años son las dermatosis alérgicas. "Las investigaciones que se han desa­rrollado en esta materia han permitido conocer mejor la etiopatoge­nia de estas enfermedades y han dado lugar al desarrollo de nuevas moléculas para su tratamiento, lo que ha provocado un cambio de paradigma en el enfoque terapéutico de las mismas", aclara.

Si bien especifica que, por otro lado, las dermatosis parasitarias son cada vez menos frecuentes en la clínica, y esto es, según Laura Navarro, probablemente, por la mayor concienciación de los pro­pietarios en el uso de productos antiparasitarios que protegen a sus animales frente a ectoparásitos y previenen de las enfermeda­des transmitidas por vectores, y a la presencia en el mercado de nuevas moléculas antiparasitarias muy potentes y con un amplio espectro de acción frente a los parásitos.

Síntomas en dermatología

La piel es un órgano visible y los problemas que se producen en él son fácilmente detectables por el propietario. La profesio­nal indica que los síntomas que suelen aparecer en los animales con patologías cutáneas y que más preocupan al propietario son la falta de pelo o alopecia y las lesiones secundarias al ras­cado, lamido o mordisqueado de la mascota por un problema pruriginoso subyacente.

Tratamientos frecuentes

A la hora de hablar de los tratamientos más innovadores de los que se disponen actualmente en el campo de la dermatología veterinaria, Laura Navarro destaca las nuevas moléculas para el control del prurito que se han desarrollado en los últimos diez años, y que han cambiado la forma de abordar el tratamiento de las dermatosis alérgicas.

Para la profesional, los ejemplos más recientes y destacables son los inhibidores de las enzimas Janus-Kinasa y el anticuerpo mo­noclonal anti IL-31. Este último comercializado para su uso en veterinaria antes que en medicina humana, lo que ha supuesto un hito terapéutico en la medicina veterinaria. "Nuestro servicio ha participado en la investigación de la eficacia clínica de estas moléculas y fue uno de los pioneros en empezar a usarlas".

La dermocosmética es un campo que sufrido un gran desarrollo en los últimos diez años. "La terapia tópica constituye una parte fundamental de nuestros abordajes terapéuticos en la gran mayo­ría de las dermatosis que tratamos". Así, utilizan distintas sustan­cias para mantener la integridad de la barrera cutánea, controlar el olor y la sequedad de la piel, mejorar el aspecto del manto de los animales, etc.

"Las formas galénicas de las que disponemos son muy variadas y en el mercado podemos encontrar un gran número de champús, espumas, sprays, productos de aplicación puntual (spot-on) que se adaptan según las necesidades del animal y el propietario". En cuanto al uso de técnicas novedosas en dermatología, Laura Navarro resalta que la laserterapia es la que se ha introducido más recientemente, enfocada especialmente al tratamiento de distintas formas de alopecia, la regeneración epidérmica y las vasculopatías cutáneas.

Además, uno de los procesos que tratan especialmente en su servicio y que los propietarios no suelen considerar como un problema de piel son las otitis. "Son una causa muy frecuente de visita al veterinario y muchas de las veces suelen estar asociadas a una dermatopatía subyacente, enfermedad que también debe­mos diagnosticar y tratar si queremos controlar la otitis", apunta. El abordaje diagnóstico y terapéutico de una otitis puede requerir en ocasiones la sedación del animal y el uso de un videotosco­pio e incluso de técnicas de diagnóstico por imagen como el TAC o la RM.

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