Nos trasladamos hasta Toledo para conocer la historia de este bilbaíno que decidió instalarse en tierras toledanas. "Mi nom­bre es Aitor Zarate, cofundador, junto con mi mujer, del Centro Veterinario Dobican. La clínica se inauguró en 1995, por lo que este año celebramos nuestro 25 aniversario".

Desde el principio tuvo que compaginar las tareas de admi­nistrador y gestor con las que son propias de veterinario. "La multitarea suele ser muy común para los que optamos por abrir una clínica veterinaria dedicada especialmente a animales de compañía".

Y es que, durante el largo recorrido de 25 años de experiencia, Aitor Zarate ha realizado todas las especialidades de la clínica de pequeños animales: consultas, vacunaciones, dermatolo­gía, medicina interna, diagnóstico por imagen y etología. "En la actualidad, la especialidad a la que más me dedico es la ciru­gía. A ello se une la gestión de los horarios de los trabajadores del centro, pasar consulta, atender clientes y realizar cirugías".

Todo un reto que Aitor Zarate realiza con gran vocación por lo que hace. "En el campo de la cirugía, por suerte, hemos avanza­do mucho en los últimos años. Nuevas técnicas quirúrgicas, for­mas de abordaje, etc., gracias a los avances tecnológicos y a la evolución de la ciencia".

Precisamente en la clínica de pequeños animales la preven­ción se ha convertido en cuestión esencial. "Trabajo mucho la prevención con nuestros clientes para mejorar la calidad de vida y alargar los años que nuestra mascota nos acompaña. Ofrecemos información no sólo de salud veterinaria, sino también relaciona­da con la alimentación, el comportamiento y la forma de educar a sus cachorros".

Pero el verdadero reto está, según Aitor Zarate, en poner en valor el papel que ejerce la veterinaria en la sociedad y en al­canzar más unión entre el colectivo. "En la era de la informa­ción, estamos suficientemente exigidos para que nos hagamos la guerra los unos a los otros".

Con vistas al cliente, el mejor valor añadido es "promover un trato integral y ser honestos con nuestro trabajo haciéndole ver que somos éticos y actuamos conforme a criterios profesionales y científicos". Y entre las principales reivindicaciones: "Que se nos considere sanitarios, y la bajada del IVA".

Por último, ¿cómo asegurar la sostenibilidad de la clínica vete­rinaria en los próximos años? "Va a ser difícil con la entrada de grandes empresas y franquicias en el mercado veterinario. Debe­mos continuar apostando por una atención integral, cercana y siendo honestos en nuestro trabajo".

Un futuro, sin duda, incierto pero lleno de oportunidades. "Es una profesión muy vocacional y por ello el esfuerzo y las ganas de mejora van implícitos, y eso es fundamental para que las clínicas de animales de compañía sigamos adelante".