Lo que nació como una bonita aventura emprendedora se ha convertido en un verdadero equipo de 12 veterinarios, 5 auxiliares, 1 administrativa y 1 persona responsable de la limpieza de las instalaciones. "Hemos procurado mantenernos actualizados en urgencias y cuidados intensivos. En mi caso he profundizado en los conocimientos sobre ...
Lo que nació como una bonita aventura emprendedora se ha convertido en un verdadero equipo de 12 veterinarios, 5 auxiliares, 1 administrativa y 1 persona responsable de la limpieza de las instalaciones. "Hemos procurado mantenernos actualizados en urgencias y cuidados intensivos. En mi caso he profundizado en los conocimientos sobre medicina interna, medicina felina y neurología", nos cuenta María Bautista.
En cuanto a las urgencias, ¿cuáles es la clave del trabajo? "La monitorización –humana y por medio de dispositivos– es esencial en los pacientes críticos, y la comunicación con los propietarios debe ser muy cuidada con el fin de facilitar que la información les llegue sea correcta".
En concreto, ¿qué aporta tu labor diaria? "Como apasionados de las urgencias y los cuidados intensivos que somos nos gusta hacer entender a los compañeros de las clínicas de día que somos una prolongación de su trabajo, un complemento a su clínica".
Sin duda, una labor meritoria y necesaria. "Entendemos que en su agenda del día a día no siempre hay cabida para imprevistos, cirugías de urgencia o casos complicados que requieren de un tiempo que no siempre se le puede dedicar sin que eso afecte a otros pacientes, y ahí es donde les ofrecemos una mano para que puedan seguir realizando una medicina de calidad en sus centros".
La comunicación entre profesionales es esencial para el progreso, pero también la comunicación correcta, constante y profesional con el cliente. "La fidelización se consigue con una comunicación adecuada –asignatura pendiente de la mayoría de nosotros, pero no sólo en esta profesión– acompañada de una buena formación y una atención orientada al cliente". Por tanto, primero, adaptación al problema concreto; y segundo, comunicarlo correctamente al propietario. "El reto es sabernos adaptar a las necesidades de cada propietario, siempre sin perder de vista los valores del centro".
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