La necesidad de un convenio veterinario, el reconocimiento de la labor del veterinario en salud animal y humana y el descenso del IVA son algunas de las preocupaciones del colectivo veteri­nario. Así nos lo cuenta Juan José Davalillo, al frente de Clínica Veterinaria Davavet en Valencia. Su labor diaria se centra "en la cirugía veterinaria de tejidos blandos mediante la realización de varios cursos de cirugía (neoanimalia, improve, felix jarcia, secive, vetability, postgrado en cirugía tejidos blandos i-vet 2016/2017,..)". Junto a ello, también ha realizado varios cursos de anestesia, "la cual pienso que es fundamental para el día a día de la clínica y para la realización de cirugías con la máxima seguridad y tranquilidad". Además tiene un postgrado en imagen y experto en imagen ecografía abdominal 2017 por neoanimalia.

Una apuesta por la formación como elemento clave de la veteri­naria del futuro. "La cirugía veterinaria ha evolucionado a grandes pasos en estos últimos 6-10 años con la introducción de electroci­rugía, cirugía láser, el uso de termoselladores, endoscopia, mínima invasión, etc.", lo que permite realizar mejores intervenciones y minimizar el dolor intra y post operatorio, por ejemplo.

Y es que la preparación del equipo de profesionales es esencial si se quiere ofrecer valor añadido al cliente. "Apostamos por un trato personalizado como elemento de diferenciación. Junto a ello, nuestro centro se basa en campañas a lo largo del año tanto de limpieza de boca, esterilizaciones o parásitos hemáticos". En de­finitiva, la creación de planes sanitarios individuales según las necesidades y edad de cada paciente.

Solo así será posible asegurar la sostenibilidad de la clínica vete­rinaria, sostiene Juan José Davalillo. "La clave está en la posibilidad de ofrecer en un mismo centro todas las pruebas diagnósticas que necesita el cliente, lo cual implica, a su vez, una especialización en las ramas de la veterinaria, además de disponer de veterinarios espe­cializados externos que puedan ayudar a suplir nuestras carencias".

Por tanto, una veterinaria orientada a la prevención y a la promo­ción de la salud que, sin embargo, requiere de la colaboración de la administración. "El gobierno debe bajar el IVA y los impuestos, crear ayudas para jóvenes emprendedores y potenciar el reconoci­miento social como sanitarios".

Un futuro, el que está por venir, que deberá hacer frente a retos como "la llegada de grupos inversores, que nos obligará a especia­lizarnos e invertir en medios y servicios que sean un reclamo para futuros clientes; revalorar la cantidad de universidades de veterinaria en España, lo cual favorece el trabajo precario; y dar respuesta a las exigencias de unos propietarios que cada vez exigen disponibilidad de medios y personal que aseguren el bienestar de su mascota en un mismo centro".