Nos trasladamos a Puerto de Pollença para conocer a Ana Sancha, copropietaria de la clínica veterinaria Moixica. Su dedicación a los animales le llevó en 1997 a abrir su propia clínica en Mallorca. Des­de entonces ha ejercido diferentes cargos y funciones en el sector, entre los que se encuentran responsable del ADS (Asociación de Defensa Sanitari) y trabajadora en el IBABSA (Instituto de Biología de las Islas Baleares). Además, actualmente es responsable de la atención veterinaria telefónica de Catalana Occidente en España y fue fundadora de EMVETIB (Empresaris Veterinaris de les Illes Balears) y de CEVE (Confederación Empresarial de Veterinarios de España).

Máxima implicación en los órganos y asociaciones colectivas que ha compaginado con tareas de medicina preventiva, de cirugía de tejidos blandos, etc., especializándose en medicina interna, dermatología y medicina felina. "En 2012 debido a la idiosincrasia del término municipal de Pollença, mi socio y yo creamos un proyecto de prevención y control de colonias felinas que actualmente sigue en funcionamiento". Y es que, sin duda, se observa en los últimos años "un cambio positivo de mentalidad e implicación tanto de los políticos como en la ciudadanía hacía una sociedad que ya está implicada en el bienestar animal".

Buenas noticias para la profesión que se unen a la formación cada vez más especializada de los veterinarios y a la disponibilidad de aparatología de última generación. "Las novedades más im­portantes son la incorporación de técnicas en imagen y de mínima invasión que antes solo estaban al alcance de unos pocos clínicos. Actualmente se ha convertido en una herramienta indispensable en el diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes".

Sin embargo, el sector no está exento de problemas. "Uno de los inconvenientes es el exceso de licenciados. Esto conlleva una guerra de precios que desprestigia la calidad y atención a nuestros pacien­tes. Otra cuestión que preocupa es la incorporación de grandes inversores que compran centros, poniendo en riesgo la sostenibili­dad de la clínica media", sostiene Ana Sancha, y añade: "Todo ello sumado a que profesiona­les altamente formados están cobrando sueldos bajos porque el mercado ya no da más de sí, con el consiguiente peligro en el deterioro del ejercicio de la profesión".

Ante esto ¿qué hacer? "Se nos debe considerar una profesión sanitaria con todas sus im­plicaciones, como la bajada del IVA veterinario. También urge el cumplimiento de normativas sanitarias como la ley de residuos o implementar la prevención de riesgos laborales".

Por lo tanto, un sector clínico, el veterinario, que exige cambios importantes. "Debemos apostar por la formación de los profesio­nales, fomentar la cooperación entre centros y fortalecer el corpo­rativismo para reivindicar ante el colectivo farmacéutico nuestro derecho a vender los medicamentos que nosotros recetamos y conocemos, entre otros objetivos".

Entendido, y en cuanto al cliente ¿cuál es el secreto para ser com­petitivos? "Hay que fidelizar mediante planes de salud y campañas de medicina preventiva facilitando sistemas de pagos aplazados, analizando cuál es nuestra marca diferenciadora respecto a nuestra competencia y apostando por ella sin paliativos".